El siglo XX se caracterizó por una constante degradación de los recursos naturales: Jorge Servín Martínez

Al impartir la conferencia “Entre la conservación biológica y el manejo de fauna silvestre: su importancia ambiental en el siglo XXI

Staff / IMR

El declive de la conservación biológica y los recursos naturales se generó entre 1940 a 1968, periodo en el que se estimuló la modernización, la industria y se descuidó la producción agrícola. De esta manera, el siglo XX se caracterizó por una constante degradación de los recursos naturales, apunta Jorge Ignacio Servín Martínez, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco.

Ante ello, el académico de la UAM con más de 60 artículos indizados expresa que el reto de los nuevos profesionistas en el área, biólogos, ecólogos y agrónomos, es recuperar, restaurar, conservar, manejar y aprovechar sustentablemente genes, especies, hábitats y ecosistemas.

Al inaugurar la conferencia “Entre la conservación biológica y el manejo de fauna silvestre: su importancia ambiental en el siglo XXI”, impartida por Servín Martínez, Ygnacio Martínez Laguna, vicerrector de Investigación y Estudios de Posgrado de la Institución, apunta que cada tres segundos el mundo pierde una superficie equivalente a un campo de fútbol y a pesar de que Puebla es el cuarto estado del país con mayor riqueza natural, “la degradación y pérdida de su biodiversidad es consecuencia del cambio del uso del suelo, crecimiento urbano, prácticas inadecuadas, modificación de ecosistemas e introducción de otras especies”.

Ante este panorama, la especie humana está en riesgo de supervivencia. “Los seres humanos somos una especie más en el planeta, por lo que dependemos de los ecosistemas para satisfacer nuestras necesidades. La pandemia es una clara muestra del deterioro del hábitat”, expresa.

Por lo anterior, Martínez Laguna resalta la necesidad de restaurar los ecosistemas, generar políticas públicas sobre la concientización ambiental y realizar acciones urgentes para este fin, mediante el cultivo de árboles, limpiar la basura de ríos, reciclar y rehusar recursos para evitar la contaminación, “incluso desde la académica tenemos mucho que hacer para avanzar hacia una transformación social y sostenible”.

En su conferencia “Entre la conservación biológica y el manejo de fauna silvestre: su importancia ambiental en el siglo XXI”, impartida a estudiantes de la BUAP en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, Servín Martínez expone que durante el mandato de Venustiano Carranza se decretó el primer parque nacional: El Desierto de los Leones. Posteriormente, Lázaro Cárdenas estableció 40 parques nacionales y un considerable número de áreas forestales protegidas. En 1935 se creó el Departamento Forestal, de Caza y de Pesca (DFCP), y cinco años después el 30 por ciento del territorio nacional se había convertido en área protegida.

Jorge Ignacio Servín Martínez, doctor en Biología por la UNAM, refiere que entre 1970 y 1986 hay un segundo surgimiento de la conservación, ya que en 1971 se inicia el programa MAB de UNESCO y un año después la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente de Estocolmo.

Por otra parte, el especialista en ecología animal y conservación de especies en peligro de extinción dio a conocer que de 1980 a 1990 no se tenía un listado de especies en riesgo, hay poca o nula atención a la mitigación y restauración biológica, incapacidad para detener la pérdida de especies y una ausencia de legislación ambiental.

Más tarde, en el 2000 se conforma una academia mexicana robusta en conservación biológica, se crean Unidades de Manejo Ambiental para manejar la vida silvestre, se establece un listado de especies en riesgo y se da atención continua en la conservación biológica. A partir de 2010 se diversifican los programas de manejo.

La conferencia “Entre la conservación biológica y el manejo de fauna silvestre: su importancia ambiental en el siglo XXI” fue organizada por las facultades de Ciencias Biológicas y de Ingeniería Química, la Coordinación General de Desarrollo Sustentable y la Sección Estudiantil BUAP de la Sociedad Mexicana de Ingeniería Ambiental, con el objetivo de compartir conocimientos e impulsar cambios a favor del cuidado del medio ambiente.

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