La seguridad no se implora, ni es negociable.

Rossi A. G. 

La Ciudad de Puebla, nuestro Estado y nuestro País han alcanzado niveles de inseguridad e impunidad, que nos obligan a salir a la calle y exigir a los tres niveles de gobierno a comprometerse a cumplir con la responsabilidad que les corresponde.

No sólo se cometen delitos de forma alarmante, sino que estos quedan completamente impunes, y esa impunidad ha permitido a la delincuencia el uso indiscriminado de armas de fuego, hasta llegar a la lanza granadas.

Somos obreros, estudiantes, comerciantes, maestros, profesionistas, emprendedores, amas de casa y todos tenemos algo en común, padecemos la violencia sin respuesta de las autoridades; las ejecuciones y balaceras han sido parte del día a día, los robos y asaltos han alcanzado incluso a los grupos de poder político y económico.

Los datos duros que muestra el Sistema Nacional Seguridad Pública indican que en Puebla cada 15 minutos se comete un robo, cada 5 horas se comete un asesinato, cada día se comete una violación y cada semana se comete un secuestro y estas cifras en los últimos 6 meses ha incrementado hasta en 52%.

Esta violencia no es nueva, ni es parte de la transición o de la incertidumbre política, económica o social. Es consecuencia de la falta de control de los responsables de área y hacemos un llamado exigente, a los municipios y al estado para que cumplan con su tarea a cabalidad y damos el beneficio de la duda para que las autoridades electas encuentren estrategias de seguridad que no estén ancladas en la improvisación y amiguismos o peor aún en el contubernio con el crimen.

Hemos tocado fondo, vivimos en el miedo y el caos social y por eso decidimos salir a la calle, para exigir la paz social que nos merecemos, manifestando que la seguridad no se implora y mucho menos es negociable.

Seguros estamos de que esto es el inicio de muchas acciones que la sociedad y grupos sociales señalaran la inoperancia de nuestros sistemas de seguridad.

Autoridades sepan que los buenos somos más, que Puebla es nuestro Estado y nuestro hogar, no pagaremos el costo de su ineficiencia.

Puebla tiene que ser nuevamente segura y estar en paz, y lo vamos hacer con ustedes o sin ustedes, nuestro Estado jamás se arrodilla.

¡Y si no pueden o no quieren renuncien!

¡¡¡Una sociedad unida, jamás de rodillas!!!

 

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