#VIDEO: El Monstruo de los Andes, el asesino serial que mató más de 300 niñas en Ecuador, Colombia y Perú y desapareció del mapa

Pedro Alonso López es el Monstruo de los Andes

Infobae

Pedro Alonso López es el Monstruo de los Andes, un asesino serial que desapareció, violó y asesinó a más de 300 niñas y adolescentes entre Colombia, Ecuador y Perú. Es uno de los tres hombres que más personas ha matado con sus propias manos en todo el mundo durante el siglo XX. En la macabra lista constan Harold Frederick, el médico británico que fue acusado y sentenciado a cadena perpetua por matar a más de 200 de sus pacientes y Luis Alfredo Garavito Cubillos, un pederasta, el mayor asesino serial y agresor de niños de la humanidad, sentenciado a 40 años de prisión por 138 fallos condenatorios en Colombia.

El Monstruo de los Andes decía que quería “arrebatarles la inocencia a sus víctimas”, así como le había sucedido a él, cuya vida estuvo marcada por el sexo, los abusos y la violencia. En sus confesiones se recoge que el delincuente se justificaba diciendo: “Perdí mi inocencia a la edad de ocho años, así que decidí hacer lo mismo a tantas muchachas jóvenes como pudiera”.

Pedro Alonso López nació el 8 de octubre de 1948 en el céntrico municipio de Espinal, a 150 kilómetros de Bogotá, la capital de Colombia. Fue el séptimo de trece hermanos, todos hijos de una mujer que ejercía la prostitución en el mismo lugar que vivia con sus hijos, que testitficaban todos los detalles del trato carnal con sus clientes sexuales. El padre de López murió seis meses antes de su nacimiento.

A los 9 años fue expulsado de su casa cuando su madre lo sorprendió manteniendo relaciones sexuales con una de sus hermanas. Antes de que su madre lo sacara de la casa, le habría quemado las plantas de los pies con una vela. Desde entonces vivió en las calles de Bogotá en donde fue abusado. En 1969 cometió un delito de robo de accesorios que lo llevó a la cárcel donde nuevamente fue violado por tres reclusos. Este hecho fue decisivo en su vida porque degolló a sus victimarios y después decidió desagraviarse a través del asesinato y violación de niñas que capturaba, en su términos, por tener mirada inocente.

En 1978 salió de la cárcel y viajó al Perú donde secuestró y violó en Ayacucho a al menos 100 niñas. Allí un grupo de indígenas lo capturó y entregó a las autoridades judiciales. El gobierno del Perú lo deportó al Ecuador. El Monstruo de los Andes declaró que sus víctimas eran niñas indígenas y no ‘blancas’ porque “sus padres vigilaban demasiado”.

En 1980, el desbordamiento de un río en Ambato, en Ecuador, reveló la existencia de cuerpos de niñas enterrados en los márgenes pluviales y correspondientes con víctimas denunciadas como desaparecidas. Las autoridades policiales abrieron una investigación que no produjo resultados.

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