Más allá del terror
Fritz Haarmann confesó sus crímenes, admitiendo haber matado y practicad canibalismo con cerca de 40 niños. En 1925 le decapitaron por orden del juez. El carnicero de Hannover no pidió clemencia, pero si que insistió en que alguien que desconocía tomaba posesión de su cuerpo y era el que le incitaba a matar