El acceso a Internet debe incluirse en las encuestas de bienestar: académico

Staff/Rossi

En este sexenio, todo mundo habla de bienestar social pero nadie define qué es, señala el Dr. Óscar Martínez

Las personas temen al escenario de futuro porque actualmente impera el trabajo sin prestaciones sociales, la informalidad en detrimento del bienestar

El acceso a Internet genera bienestar, arroja investigación

El estudio cualitativo exploratorio Repensando el bienestar social a partir de nuevas categorías. Un acercamiento cualitativo, financiado por el EQUIDE de la IBERO, identificó que la familia, la espiritualidad, la calidad de la educación, la calidad médica, el desempleo, las prestaciones laborales, y el envejecimiento y la pensión son temas emergentes para medir el bienestar. El proyecto fue liderado por el Dr. Óscar Martínez, académico del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas.

Las personas temen al escenario de futuro porque actualmente impera el trabajo sin prestaciones sociales, la informalidad. Las personas en edad de trabajar están contratadas sin seguridad social y sin posibilidad de una pensión, resaltó el académico al recomendar que las grandes encuestas nacionales deben considerar otros indicadores fuera de “los clásicos” y añadir la salud física, la salud mental, el acceso a la cultura y al internet, el tiempo libre, el ambiente construido que abarca la caminabilidad y la inseguridad pública.

La investigación se realizó antes de la pandemia y desde entonces se reportaba que el acceso a Internet genera bienestar. Sin acceso a Internet surgen otros problemas como la falta de acceso a la información, a la educación y al trabajo, lo que demerita el bienestar social, detalló.

En una video columna publicada en el canal de YouTube de la División de Investigación y Posgrado, el académico precisó que su equipo de investigación llegó a esas conclusiones luego de analizar el discurso y las temáticas relevantes de 245 entrevistas en profundidad con personas que residen en 71 municipios, marginados y no marginados, en Ciudad de México, Tamaulipas, Estado de México y Oaxaca.

El levantamiento titánico de información permitió constatar que el concepto de bienestar no ha alcanzado un consenso en su definición porque abarca diversas dimensiones: la social, la subjetiva, la objetiva y la comunitaria con sus subcategorías. En este sexenio “todo mundo habla de bienestar pero nadie te dice qué es”, destacó en entrevista.

La investigación intentó recuperar el significado de bienestar a partir de la escucha atenta de las 245 personas entrevistadas que reflexionaron sobre educación, empleo y protección social, ingresos, salud, condiciones de vivienda, bienestar subjetivo, capital social, uso de la tecnología, y cultura y ocio. Para las personas participantes que se distinguieron por su heterogeneidad, ya que provenían de contextos culturales, económicos y educativos contrastantes, el bienestar es diverso y no tiene límites claros.

Esta investigación forma parte de la tercera etapa, la microsociológica cualitativa, de un trabajo de “mediano aliento” que comenzó en 2013 para medir el bienestar social con encuestas nacionales como la BIARE. En una segunda etapa se aplicó una encuesta diseñada en la IBERO que añadió nuevos indicadores para medir el bienestar y elaborar mapeo por manzanas para observar la desigualdad del bienestar en la Ciudad de México.

El Dr. Oscar Martínez es coordinador regional de la Red sobre Desigualdad y Pobreza en América Latina, de AUSJAL, y presidente de la Red Mexicana de Investigación en Política Social.

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