Se prepara gabinete de Lorena a donar mitad de su sueldo a Morena

  • Víctor Cánovas, el morenovallista convertido en el todopoderoso en Tlaxcala

Arturo Tecuatl

Víctor Cánovas, el “genio consejero” de Lorena Cuéllar es el “autor intelectual” de la renuncia de todos los integrantes del gabinete. “Tiene que entenderse que aquí nadie es indispensable”, dejaría bien claro el mensaje.

En una jornada de filtraciones, señalamientos y reclamos, integrantes del gabinete legal y ampliado, pasaban de malas experiencias a pésimos augurios de su economía pues, comenzará a ser vigente la reducción general en un 50 por ciento de todos los salarios.

De hecho la caótica administración de Cuéllar Cisneros ocasionó el retraso de dicha medida en los ingresos de la burocracia en esta entidad federativa, única pendiente de las nueve donde ganó Morena el pasado seis de junio.

De hecho sería el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) el destino de aquél consistente ahorro de la mitad del Capítulo 1000, acción sobre cuyo conocimiento de la parte laboral afectada hay un verdadero ocultamiento pues, esperan reacciones poco gratas de quienes todo lo invirtieron para formar parte del “gobierno del verdadero cambio”, con la idea de mejorar su economía, no de verse afectados.

Entre nostálgicos y conformes (algunos lo rechazan) vimos gestos de coraje y de frustración: “con razón nos pasaron en Palacio el sobre con nuestra renuncia para firmarla y ‘sellarla” en presencia de personal de la Contraloría del Ejecutivo, otra propuesta del genio Cánovas a quien sus de confianza llaman cariñosamente Clarence (ignoramos la causa, tal vez sea su código asignado).

Se supone que el movimiento se encuentra en una etapa de consolidación doctrinaria y busca financiamiento de parte de quienes han sido empoderados gracias a su fuerza electoral.

Por eso llegó al área de finanzas del Movimiento una diputada de la pasada Legislatura con una excelente reputación y honestidad a toda prueba. Esa es la respuesta que saldrá del partido pero de manera muy discreta para no hacer pública otra fuente de dinero desconocida por el Instituto Nacional Electoral (INE).

La administración de Lorena Cuéllar Cisneros no sólo vulnera los derechos laborales de sus miles de empleados de confianza, sino que, a contrapelo de las políticas de la 4T se comporta en forma aspiracionista considerando al trabajador poco menos que un despreciable elemento del cual se puede prescindir en cualquier momento, sin explicación, sin liquidación y sin prestaciones de Ley.

Esta práctica de subcontratación se conoce como “outsourcing” y es una de las formas de corrupción e injusticia laboral combatida por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Cientos de empleados serán cesados en diciembre, justo cuando tendrían que pagarles su parte proporcional de aguinaldo, vacaciones y otras ayudas.

De mayor jerarquía, los lorenistas habrán de anteponer lealtad a su lidereza y generosidad con el partido que, cargado con la mitad del Capítulo 1000 podrá hacer donaciones a las clases más necesitadas o aportar recursos en importante cuantía a obras mal vistas por la oposición “moralmente destrozada”.

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