Cuando vivamos la nueva normalidad, tendremos que ser mejores: Rector

Staff/Rossi

  • El Maestro David Fernández Dávalos, S. J., exhorta a la Comunidad Universitaria a la esperanza y al optimismo
  • En un mensaje videograbado destaca que la Universidad ha mostrado que puede adaptarse y seguir destacando

El Maestro David Fernández Dávalos, S. J., Rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México·Tijuana, exhortó a las y los integrantes de ambas comunidades universitarias a tener esperanza y optimismo frente al coronavirus, que ha trastocado la vida individual y generacional. Y pese a ser “una experiencia nueva para nosotros, para nuestra generación”, recordó que la humanidad ya ha pasado por otras pandemias a lo largo de su historia, que ha superado y de las cuales ha salido fortalecida.

En un mensaje videograbado que compartió, “en medio del alejamiento social al que nos hemos visto obligados para salvaguardar la seguridad, la salud nuestra y la salud de nuestras comunidades”, reconoció que se tienen todavía muchas dudas sobre la vida universitaria, sobre la vida social, sobre lo que sigue acerca de cómo y cuándo van a ocurrir las cosas; y por eso, “entendemos la frustración y la angustia”.

La contingencia provocada por el COVID-19, destacó, está marcada por una gran incertidumbre; en gran parte porque se vive una situación dinámica en la que constantemente las autoridades establecen medidas nuevas o modifican las medidas existentes. Y como en muchas instituciones en México, “en la IBERO estamos tomando decisiones conforme a la información que tenemos disponible cada día, y con la premisa central y principal de actuar siempre con responsabilidad, para la mejor protección de nuestra comunidad”.

En su mensaje el Rector también agradeció, a nombre de la Universidad, a todas y todos los integrantes de la Comunidad IBERO, estudiantes, docentes y personal administrativo, “por la respuesta inmediata que dieron, con capacidad, con profesionalismo, con dedicación, ante una situación imprevista que nos hizo migrar al mundo en línea y a distancia de una manera intempestiva”.

Pese a que apenas hubo tiempo de aceptar esta nueva realidad y no se tuvo mucha preparación, “nos volcamos a enseñar, a aprender, a atender las necesidades de nuestros alumnos y alumnas, en línea”.

De esta experiencia, agregó, en la IBERO ya se está generando conocimiento “acerca de cómo enseñamos, cómo aprendemos y cómo trabajamos en un ambiente diferente y en condiciones distintas a las de siempre”. Y, “nos estamos mostrando que podemos adaptarnos y que podemos seguir destacando”.

Además de estar actuando de la mejor manera posible, “para protegernos, para aprender de esta situación y para estar en las mejores condiciones de levantarnos”, la contingencia es una ocasión que se está aprovechando “para repensar nuestra vida universitaria, para poner la Mirada de la IBERO en un nuevo futuro, en un nuevo modo de ser Universidad”.

El Mtro. Fernández Dávalos añadió que espera, al igual que todas y todos los miembros de la Comunidad IBERO, “poder volver pronto a encontrarnos en nuestra Universidad”. En tanto eso sucede, mencionó que la Iberoamericana seguirá informando lo relativo a ella, a través de sus canales oficiales, conforme el desarrollo de la contingencia lo vaya permitiendo.

Y aunque, sin duda, no se regresará al mundo de antes de la pandemia, sino a una nueva normalidad, probablemente las personas e instituciones serán mejores. “Seremos mejores porque habremos aprendido un poco más de humildad, de sencillez; habremos aprendido sobre nuestra unidad como humanidad, sobre nuestras limitaciones y potencialidades; seremos entonces más solidarios. Las lecciones de la historia son siempre lecciones de humildad; ahora nos toca aprender de la que actualmente estamos recibiendo”.

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