Hipólito Contreras

Hirián Axel Segura Vázquez, joven de 35 años, padre de una hija, por la diabetes que padece le amputaron una pierna, su salud no es buena, tiene recaídas constantes, como miles de discapacitados en Puebla, enfrenta problema económicos, conseguir empleo ha sido complejo, las empresas casi no contratan discapacitados a pesar de que hay estímulos fiscales, Axel ya había obtenido un empleo en una empresa de maquinaria y equipos, pero hace unos meses fue despedido.

En entrevista Axel denuncia irregularidades en el programa federal de apoyo para discapacitados que en campaña se comprometió impulsar el presidente Andrés Manuel López Obrado, han pasado seis meses, señaló, y no nos entregado los apoyos prometido en la Secretaría del Bienestar argumentan muchas cosas, pero de apoyo nada.

Me dediqué a buscar apoyos para las personas discapacitadas pero mientras más me adentro no encuentro soluciones como inclusión laboral, no hay ayuda para los discapacitados, hay problema hasta para adquirir prótesis, no haya trabajo, llegar al centro de la ciudad es difícil, está lleno de ambulantes, no hay acceso al transporte, los camiones no dan el tiempo para bajar, afirmó.

En la Secretaría del Bienestar nos dan fecha, se pierden los datos, hay que empezar de nuevo, desde enero hicieron el censo pero a la fecha no han sabido responder.

El problema es que no haya transparencia, comentó, nos dicen cualquier cosa, como, no estás en el sistema, hay que volver a mandar la solicitud o el trámite.

Agradece a la empresa que lo contrató pero que posteriormente lo despidió sin que le dijeran por qué, las empresas no están obligadas a contratar discapacitados, sólo existe el beneficio fiscal, les exigieron poner instalaciones adecuadas, “quizás eso ya no les gustó y por eso me despidieron, no existen leyes que nos ampare contra este tipo de cosas”

Para nosotros, dijo, es más difícil el traslado, el transporte, no hay una base concreta para un discapacitado, debe haber reformas a las leyes para proteger a este sector, queremos que nos den una segunda oportunidad de vida, muchas cosas podemos hacer, no existen apoyos, hicieron algunas rampas frente a negocios pero los ambulantes ponen sus carritos y no permiten el acceso, tenemos que bajarnos a la banquetas.

Falta cultura y educación en la gente, señaló, nos obstaculizan el acceso, les pedimos que no nos ponga obstáculos para poder pasar por ejemplo en las calles del Centro Histórico.

Indicó que en dos ocasiones intentó hablar con la presidenta municipal, Claudia Rivera Vivanco, pero no tuvo respuesta, “mandé correos, menajes, intenté acercarme, pero no fuimos escuchados, sólo me han dicho que ellos se comunicaban”.

Buscamos un trabajo, algo que hacer para poder salir adelante, queremos valernos por nosotros mismos como discapacitados, sin embargo, no vemos apoyo por parte del gobierno.

No existe una organización de discapacitados en Puebla que permita a este sector buscar apoyos del gobierno, somos pocos los que estamos organizados, afirmó, somos cuatro cinco personas, un pequeño grupo, para defender nuestros derechos.

Expuso que intentarán entrevistarse con el gobernador electo Luis Miguel Barbosa, con el fin de exponerle sus demandas, “queremos demostrar que somos capaces pero necesitamos apoyo, que haya una ley que nos proteja y nos pueda amparar, trataremos de hablar directamente con el gobernador electo”.

Explicó que el apoyo anunciado por el presidente López Obrador es de mil 300 pesos mensuales, pero desde enero nada se nos ha dado, “voy cada mes a preguntar y me dicen lo mismo, nos dicen que no estamos en el sistema”.

No hay transparencia en el programa, reiteró, al presidente le dan otras cuentas, no sabe lo que está pasando, siendo Puebla una ciudad en problemas de seguridad, debe saber lo que pasa con los discapacitados.

Expuso que sólo algunas empresas están contratando personas discapacitadas, por ejemplo el Grupo Salinas hizo algunas contrataciones, son pocas las empresas las que lo hacen ya que el gobierno les piden que tengan las instalaciones adecuadas para los discapacitados, “en la empresa donde trabajé nunca tuvo esas instalaciones”.

Lo único que nos queda, expresó, es alzar la voz hasta que nos escuchen, hay bastantes desventajas para nosotros.