Enrique Carpizo denuncia corrupción en procedimiento para designar Consejero Nacional Anticorrupción

Rossi A. G. 

Tengo información suficiente para una visión clara respecto al funcionamiento actual del Comité de Participación Ciudadana (CPC) dentro del Sistema Nacional Anticorrupción.

Se trata de un sistema mal diseñado que no ha dado resultados acordes al elevado índice de corrupción que se tiene en el país, por lo que la necesidad a corto plazo es demostrar con hechos su eficiencia debido a que el Comité de Selección carece de objetividad e imparcialidad en las designaciones que emite; hay datos que me hacen presumir el nombramiento de personas afines a sus círculos de amistad.

Entre los retos de un SNA no ineficiente, está trabajar arduamente, caiga quien caiga, para evitar lo que hasta hoy se tiene: un cúmulo de personajes, salvo honrosas excepciones, que son parciales en el combate a la corrupción.

Soy candidato idóneo al SNA porque tengo resultados comprobables contra de la corrupción y la impunidad; por ejemplo, sigo investigando y luchando contra del equipo al que presuntamente pertenecen Pedro Salazar, Sergio López Ayón, Juan Pardinas y José Luis Caballero, me refiero al grupo que comandan José Narro, Diego Valadés y Luis Raúl González Pérez, líderes que públicamente han sido cuestionados debido a su mala gestión pública o participación en temas lastimosos para la nación.

Como en toda mafia y ustedes lo saben bien, algunas huestes son señaladas de manera directa y otras simplemente participan detrás de sus apretados corpiños y holgadas faldas.

Un líder de ese comando, para encubrir la ineptitud de uno de sus integrantes, con el trabajo de terceros, autorizó a González Pérez, actual ombudsman, para intentar plagiar una obra de mi autoría para titularse de un doctorado.

Hecho que no permití pese a las amenazas que me hicieron para mantenerme en silencio; denuncié y logré exhibirlos, no obstante correr riesgo mi vida.

También defendí de ellos a Ernesto Villanueva, periodista mexicano, del atentado a balazos que recibió en Ciudad Universitaria y que atribuyó a Diego a Valadez, presunto jefe y amigo del equipo a que pertenecen Pedro Salazar, Director de Jurídicas de la UNAM; Sergio López Ayón, director del CIDE; Juan Pardinas, director del Diario Reforma y José Luis Caballero, director de la Facultad de Derecho de la Ibero, grupo comandado por José Narro, ex secretario de Salud y Luis Raúl González Pérez, actual ombudsman.

A Ernesto Villanueva lo quisieron matar y hay conversaciones grabadas al respecto. ¿Y saben por qué?, porque se atrevió a realizar un documental donde investigó presuntos nexos de corrupción entre Diego Valadés y el Cártel de Juárez.

Tengo más de 10 años de dar resultados en el combate a la corrupción y a la impunidad, sobre todo contra de esos malos universitarios, donde presuntamente 4 miembros de este comité de selección están inmiscuidos.

Mi trabajo es y será buscar más datos y realizar las investigaciones que correspondan, no sólo con respecto a si es o no cierto que algunos miembros de este comité tienen o no alguna relación con tráfico de influencias para otorgar plazas o posicionar a sus amigos, sino también de todo aquel que pretenda seguir los pasos de la corrupción de académicos ambiciosos de poder y sin escrúpulos.

Muchos de los ciudadanos aquí presentes saben perfectamente de qué hablo y cómo operan, otros levantarán la voz por haber sido víctima de alguno de ellos.

Mi perfil y experiencia profesional no es aparente, ni de foto, ni de aplausos, es de firmeza contra del abuso del poder y de compromiso con quienes buscan denunciar a quienes pretenden doblegar la justicia o corromper la educación, algunos apoyados al parecer por instancias nacionales e internacionales de dudosa reputación o por el crimen organizado.

Mi papel en la promoción de vínculos con la sociedad mexicana y experiencia en cuerpos colegiados, me permite tener una red nacional e internacional de expertos al servicio de la transparencia y la rendición de cuentas, y contra de la corrupción, pues en su mayoría, mis fuentes, provienen de un trabajo de investigación que data de más de 10 años y que me fue heredado por mi mentor, el Dr. Jorge Carpizo. Datos que se usan conforme se van legitimando las denuncias por corrupción o impunidad.

No temo por mi vida, pero reconozco que está en riesgo debido al tipo de psicópatas universitarios a quienes denuncio.

Ahora, para acreditar mi lucha en contra de la corrupción y mi batalla contra de la impunidad y la violación a los derechos humanos, recuerdo a este Comité de Selección que estoy aquí gracias a que un Juez de amparo corroboró que ustedes violaron la Constitución y no porque hayan hecho un buen trabajo.

Mis denuncias en contra de Luis Raúl González Pérez, actual ombudsman y su cómplice, Pedro Salazar, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM e integrante del Comité de Selección del SNA, presuntamente ha corrompido la objetividad y la imparcialidad de otros miembros del Comité, entre ellos, su compadre Sergio López Ayón, su buen amigo José Luis Caballero y su posicionado Juan Pardinas, cuya complicidad, en unión de otros dos Consejeros y del propio pleno, terminó por mañosear la valoración de mi candidatura.

Hace dos días, una fuente del propio SNA en el norte del país, me confirmó que el Comité de Selección, presuntamente, ya comprometió la plaza a Consejero, es decir, ya tienen al ganador y esto sólo es un circo, no un procedimiento limpio.

Por esa razón, denuncio la simulación y la hipocresía de este comité, pues en el México del cambio, ustedes tienen una mancha y un gran tache por haber despreciado el derecho y marginado a muy buenos aspirantes.

Hago votos para que este raspón les haga recapacitar y eviten ser cómplices en la designación de quien mejor obedezca al grupo de la UNAM, del CIDE, de Reforma o mejor permita las caricias de la corrupción.

Ya basta de la cara amable, de la ayuda aparente.

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