El Dr. Luis Arriaga Valenzuela, S. J., toma posesión como Rector de la IBERO CDMX

Staff/Rossi

“Hoy regreso a esta, mi casa, para servir como Rector”, dijo

Las 5 prioridades de su Rectorado serán: la excelencia humana integral, la incidencia social, la internacionalización e interculturalidad, el fortalecimiento de la identidad ignaciana, y la eficiencia y sostenibilidad
El Dr. Luis Gerardo Moro, Provincial de la Compañía de Jesús en México, dijo al Dr. Arriaga que hoy la Provincia le confía la dirección de la IBERO. Señaló además, los acentos en temas prioritarios que la IBERO deberá abordar

“Hoy regreso a esta, mi casa, para servir como Rector”, dijo el Dr. Luis Arriaga Valenzuela, S. J., egresado de la Licenciatura en Derecho y de la Licenciatura en Ciencias Religiosas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, al asumir el Rectorado de esta institución de educación superior confiada a la Compañía de Jesús.

A su toma de posesión, llevada a cabo este lunes en la explanada central del campus, asistieron, entre otros: el Dr. Luis Gerardo Moro Madrid, S. J., Provincial de la Compañía de Jesús en México; el Mtro. Javier Arrigunaga Gómez del Campo, en representación del Lic. Valentín Díez Morodo, Presidente de la Asamblea General de Asociados de la Universidad Iberoamericana A.C; y la Mtra. Lorena Giacomán Arratia, Asistente de Educación de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús.

También acudieron a su ceremonia de investidura: miembros de la Asamblea General de Asociados de la Universidad Iberoamericana A.C y del Senado Universitario, integrantes del Patronato Económico y de Desarrollo FICSAC, directivos de la IBERO, rectores y directores de la IBERO Tijuana, Prepa Ibero, Tecnológico Universitario del Valle de Chalco e instituciones que conforman el Sistema Universitario Jesuita (SUJ), entre otros invitados e invitadas especiales.

En el discurso que dirigió, el Dr. Arriaga compartió que las cinco prioridades de su Rectorado -que coinciden con los ejes de la planeación a mediano plazo que recientemente elaboró la Comunidad Ibero y la misión de los nuevos planes de estudio- serán: Excelencia humana integral, Incidencia social, Internacionalización e interculturalidad, Fortalecimiento de la identidad ignaciana, y Eficiencia y sostenibilidad; con las que “podremos avanzar con un rumbo claro durante los próximos años”.

A propósito de la excelencia humana integral, dijo que la razón de ser de la IBERO es la formación de personas competentes, conscientes, compasivas y comprometidas, que proponen soluciones a los problemas de un mundo al que le urge ser más equitativo, justo y sostenible. Por ello, una de las metas del Dr. Arriaga es robustecer y dinamizar las capacidades académicas de la IBERO, por medio de la integración de los más altos estándares de calidad y pertinencia.

Como el conocimiento debe impulsarse con la contribución de todos los sectores sociales, “creemos en la colaboración conjunta con el Estado, la iniciativa privada y la sociedad civil”; el trabajo en alianza entre dichos ámbitos suma a la generación de iniciativas para mejorar la calidad de vida de los grupos tradicionalmente excluidos. Se privilegiará y potenciará el diálogo, pues “nos interesa tender puentes de comprensión y colaboración porque lo que está en juego es el legado para las siguientes generaciones; el hacer realidad la justicia social y el futuro de México”.

En tanto que la innovación pedagógica y las oportunidades que brinda el uso de nuevas tecnologías son una línea de trabajo en cuya exploración se debe profundizar, con la convicción de poner a las personas en el centro de los procesos formativos.

Se seguirá fomentando la formación integral de las personas, es decir, el desarrollo de la espiritualidad, el compromiso social, la cultura, el arte y el deporte, rasgos constitutivos de la propuesta educativa de la IBERO, para la cual sus alumnas y alumnos seguirán siendo el centro de su labor educativa, y a quienes “desde la promoción de la excelencia humana integral, la IBERO les seguirá invitando a construir ese mundo nuevo”.

Sobre la incidencia social comentó que, las instituciones de educación superior jesuitas están obligadas a contribuir a ensanchar las posibilidades de la dignidad humana. “Con la mirada compasiva puesta en las situaciones de mayor vulnerabilidad y deterioro, la universidad debe generar espacios para hacer audibles las voces de quienes resisten, viven y afrontan riesgos y amenazas”.

Pero el reto para la IBERO es grande, ya que la crisis de derechos humanos no ha disminuido, y la siguen interpelando las voces de las familias de las personas desaparecidas, de los migrantes y de quienes han sido despojados de sus territorios.

“Como universitarios nos corresponde proponer soluciones, denunciar injusticias y preparar a las nuevas generaciones para que asuman su compromiso con la sociedad a través de la consolidación de nuestro modelo de Transformación y Acción Social”. También se buscará incidir en las políticas públicas para que promuevan la justicia, la equidad, los derechos humanos y el cuidado del medio ambiente.

Como integrante que fue de las obras sociales de la Compañía de Jesús que defienden derechos humanos, laborales e indígenas, el Dr. Arriaga estuvo más de una vez en el campus de la Universidad para compartir experiencias y recibir la solidaridad de la Comunidad Ibero, “sé por ello que la universidad debe ser un espacio de encuentro activo, para la reflexión multi e interdisciplinar, donde se perfilen soluciones y alternativas a los problemas más apremiantes de México”.

Para este propósito, se reforzarán los vínculos de la IBERO con el Sistema Universitario Jesuita, con otras universidades, con organizaciones de la sociedad civil, asociaciones empresariales, y con autoridades de los tres órdenes de gobierno y de los tres poderes de la Unión.

En torno a la internacionalización e interculturalidad, expresó que el carácter global se encuentra en el germen mismo de la Compañía de Jesús – su fundador, San Ignacio de Loyola, envió a sus compañeros a los más recónditos lugares del mundo-. El llamado es a formar personas que comprendan la importancia que implica la interculturalidad, y la diversidad de los pueblos y formas de vida.

El trabajo internacional y en red debe ocuparse de temas importantes que conciernen a la fe, justicia y ecología, que son retos que trascienden países y continentes -como dijo el Padre General de los jesuitas, Adolfo Nicolás-. Así que, “los fenómenos migratorios, el calentamiento global, la crisis sanitaria, la desaparición de las personas, el hambre y la desigualdad son desafíos que debemos atender de manera urgente, articulada y en red con otros organismos del mundo”, subrayó el Rector.

Por eso se fortalecerá el trabajo con las instituciones hermanas que forman parte de la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL, misma que preside el propio Arriaga), que en su Asamblea celebrada en noviembre pasado formuló una agenda de temas prioritarios, “a la que contribuiremos desde la IBERO”.

Se ampliarán los vínculos con universidades de otros países y se propondrán estrategias que fortalezcan a la IBERO como generadora de conocimiento e impulsora de soluciones. Asimismo, la IBERO facilitará y propiciará mayores intercambios internacionales de su estudiantado y apoyará la movilidad del profesorado. También se impulsarán iniciativas encaminadas a atraer docentes de alto perfil de universidades extranjeras, para que realicen periodos sabáticos y estancias de investigación en la IBERO.

Con estas y otras iniciativas se buscará hacer más competentes y competitivos al estudiantado y claustro académico de la IBERO, para que puedan desempeñarse mejor en cualquier contexto cultural.

“Creo firmemente en el poder transformador de estos intercambios. Mis estancias en la Universidad de Santa Clara y en la Universidad de Stanford, así como mi actual responsabilidad en AUSJAL, me han permitido experimentar la riqueza de la internacionalización”. Igualmente, el tiempo en que tuvo el honor de servir en las comunidades tseltales de Chiapas, fue sumamente importante en el Dr. Arriaga “para entender cabalmente el reto de la interculturalidad”.

En cuanto al fortalecimiento de la identidad ignaciana, mencionó que éste es el fundamento en el que la IBERO basa su quehacer cotidiano. “Tenerlo claro nos da horizonte y sentido. Seguiremos impulsando el cultivo de la interioridad, la justicia, el diálogo intercultural y la reconciliación en el quehacer universitario, para lograr una comunidad inclusiva”.

Recordó que la identidad ignaciana, como quería San Ignacio, debe expresarse más en las obras que en las palabras, para buscar siempre en todo amar y servir. “Su concreción, por tanto, se juega en nuestro día a día; en nuestras relaciones cotidianas con la trascendencia, con nosotras y nosotros mismos, con las y los demás, y con la naturaleza, siempre con apertura a la pluralidad”, mencionó el Padre jesuita, quien dijo le motiva ser Rector de otra universidad confiada a la Compañía de Jesús -antes encabezó el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, ITESO- que es guardiana de estos valores y que ha buscado incansablemente ser ejemplo de esta diversidad.

“Por eso, nuestra identidad tiende puentes, no impone, no silencia; encuentra amigas y amigos en quienes, incluso no compartiendo nuestra fe, sí comparten nuestra ética. Esa que sostiene que las personas somos fines, no medios, que afirma que podemos equivocarnos y levantarnos, y que entiende que nos realizamos en el servicio a las y los demás, sobre todo a quienes menos oportunidades y recursos tienen”.

Y al referirse a la eficiencia y sostenibilidad, a la importancia de las finanzas sanas y de una administración eficiente, expresó que el cuidado de los recursos económicos y su eficiente gestión es un imperativo que permitirá fortalecer a la IBERO, impulsar sus proyectos, para invertir y para contar con mejores instalaciones, equipos y personal de vanguardia. “Desde esta lógica procuraremos la sobriedad en los procesos universitarios, entendida como el gasto razonable y responsable, de forma que se maximice el uso de estos recursos a la Universidad, pero también a la sociedad”.

Las radicales transformaciones que implican las nuevas tecnologías, como se ha experimentado en la pandemia, obligan a la IBERO a fortalecer sus procesos de digitalización, tanto para ampliar el alcance de sus acciones universitarias como para facilitar sus procesos de gestión institucional. Ello impulsa a la IBERO a conocer su funcionamiento y favorecer su desarrollo, pero también a una profunda reflexión social y ética sobre los impactos de las nuevas tecnologías, para mantener una distancia crítica y no caer en la racionalidad tecnocrática.

Aunado a esto, la sostenibilidad de la Universidad supone el cuidado de las personas. “Por eso menciono especialmente mi compromiso personal con seguir mejorando las condiciones para que todas las mujeres y las personas de la diversidad sexo-genérica vivan un entorno seguro aquí en la IBERO”.

“En los últimos años, las mujeres, sobre todo las más jóvenes, han hablado con claridad, en las instituciones y en las calles, y en esta Universidad las escuchamos y tomamos en serio su llamado. Continuaremos actualizando y reforzando las áreas dedicadas a la consecución de la igualdad y los mecanismos internos de prevención, atención y sanción de las violencias de género”.

La universidad debe hacerse cargo de la realidad

Por otra parte, el Dr. Luis Arriaga Valenzuela S. J., dijo que los jesuitas entienden la universidad como un espacio que debe hacerse cargo de la realidad. “Y mirando lo que ocurre más allá de nuestro campus, a nadie debe escapar el momento de intensa redefinición de lo público que vivimos en México y en el mundo”.

Frente a estos desafíos, la IBERO pondrá su quehacer y su capacidad a disposición de todas las iniciativas existentes que permitan afrontar los más acuciantes problemas locales, nacionales e internacionales; y optará, de modo preferencial, por aquellas que beneficien a quienes menos tienen. “Anuncio que expresaremos con libertad nuestra voz crítica. Es parte del ser de las universidades confiadas a la Compañía de Jesús”.

El Rector Arriaga resaltó que: “En un país en el que crece la tentación de reducir la conversación pública a dos extremos irreconciliables, la universidad está llamada a ser puente, a ser lugar de encuentro. A ser ágora abierta a la discusión, donde todo puede debatirse y donde todas y todos podamos dialogar, dentro de un marco de respeto a las libertades fundamentales y a las formas democráticas de convivencia”.

“En un mundo en el que crece la relativización del conocimiento científico ante las diversas expresiones de la así llamada posverdad, la universidad debe redoblar su apuesta por la razón. Queremos fortalecer el debate informado y educar a nuestro alumnado para que participe activamente en el mismo. Así lo ha hecho la IBERO desde su fundación. Así lo haremos quienes ahora colaboramos en este gran proyecto universitario. Y con ello honraremos y continuaremos el legado de quienes nos precedieron”.

El Dr. Arriaga pondrá toda su energía para ser un digno Rector de la IBERO

El Padre Luis Arriaga resaltó que toma con gusto la estafeta que proviene de una trayectoria institucional sustentada “sobre una enorme nube de testigos que nos han precedido y que aún están aquí. El amor, la justicia, la honestidad, la libertad, la solidaridad, la verdad y el respeto, nos motivan a ser perseverantes en la misión para transformar un mundo roto en el que impera el egoísmo y la desigualdad”.

Dijo sentirse de veras muy consolado de llegar a esta gran Comunidad Ibero que, durante casi 80 años, se ha mantenido fiel a su Ideario y que, en sus aulas, ha puesto el sello humanista y solidario que es reconocido por propios y extraños. “Estaremos a la altura del desafío de formar las miradas que nuestro país exige: perspectivas críticas, propositivas, compasivas, que tienden la mano y que hacen uso productivo de los privilegios de una educación universitaria integral”.

“Pondré toda mi energía y capacidad, mi memoria, mi libertad, mi entendimiento y voluntad, para ser digno Rector de esta institución”. Porque, como lo dice su formación jesuita, el servicio de la fe va de la mano de la promoción de la justicia.

Como esta tarea no puede acometerla nadie de forma individual, invitó a todas las personas que integran la Comunidad Ibero a construir en conjunto esta nueva etapa de “nuestra querida institución”. Él, por su parte, ofrece escucha, humildad y apertura a todas las voces.

También les invitó a abrazar, aquí, “la luz más alta en la continuidad de la vida. Trabajaremos con entusiasmo en la verdad que nos hace libres”, concluyó el nuevo Rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, Dr. Luis Arriaga Valenzuela, S. J.

La IBERO necesita “un jesuita con carisma y visión institucional”

El Dr. Luis Gerardo Moro Madrid, S. J., Provincial de la Compañía de Jesús en México, dijo al Dr. Luis Arriaga Valenzuela que hoy la Provincia le confía la dirección de la IBERO, “esta preciada obra apostólica”, y que su primera misión será la de velar y construir un cuerpo universitario, unido entre jesuitas, religiosos, religiosas, laicos y laicas.

Le expresó que hoy la Universidad Iberoamericana necesita un Rector vinculante, con capacidad de diálogo, de escucha, de trabajo en equipo. “Un jesuita con carisma y visión institucional que anteponga ante todo el interés y el bien de la comunidad, que sea capaz de orientar la nueva visión apostólica de la IBERO, en función la misión histórica que se demanda hoy”.

Un Rector resiliente, con la capacidad de aprovechar las dificultades de los tiempos, y de poder guiar y facilitar que la Universidad se recupere del periodo complicado que vive, y continúe avanzando hacia el futuro de manera eficaz.

Un líder de cambio, que lejos del acomodo y el estatus, muestre experiencia en procesos de innovación y gestión en las áreas académicas, administrativas, financieras, relacionadas al ámbito universitario.

Una persona sólida en su formación universitaria y visión estratégica, que no busque reconocimiento, y que sí sea capaz de mantener y de elevar el posicionamiento de la Universidad como un referente en el sector educativo, que impulse a la universidad en el ámbito nacional e internacional, y la lleve a la innovación en todos los campos.

Acentos en temas prioritarios que la IBERO deberá abordar

Por otra parte, el Padre Moro Madrid señaló algunos acentos en los temas prioritarios que la Universidad Iberoamericana tendrá que abordar “a partir de hoy y en el futuro próximo”:

El acento imperativo. Es un llamado a la reinvención, a la acción ante el cambio de paradigma que ha quedado expuesto por la pandemia, y que ya venía gestándose. Es una invitación a impulsar, renovar y fortalecer integralmente el modelo educativo y financiero de la Universidad.

El acento de la identidad. “Volver a nuestras fuentes, tener una visión social a la luz de la trayectoria histórica de las universidades confiadas a la Compañía de Jesús”. El reto es innovar sin traicionar el propio espíritu que le da sustento a una universidad jesuita. Pero también significa dotar de ignacianidad a las y los colaboradores, en especial al profesorado, y de una espiritualidad liberadora al alumnado.

El acento en el horizonte. Contar con estrategias y planes consensuados de acción para prevenir y mitigar los riesgos que, hoy por hoy, tienen todas las instituciones educativas, especialmente las privadas. “Significa abrirnos al mundo e internacionalizar a nuestros estudiantes”.

El acento en la realidad nacional. Estar presente en los ámbitos externos a la Universidad, en los sectores sociales y gubernamentales con una estrategia de voz colectiva y universitaria presente, pertinente, clara y muchas veces contundente.

El acento en la comunidad educativa. Se requiere construir el tejido universitario, que permita armonizar las relaciones y la colaboración, con la finalidad de resarcir las posibles fracturas que se hubiesen generado dentro de la Universidad. Valorar las distintas manifestaciones al interior de la Universidad, dando voz y cabida a lo que las y los jóvenes quieren manifestar.
El acento en la unidad institucional. Concebir las seis entidades (Ibero CDMX, Ibero Tijuana, Tecnológico Universitario del Valle de Chalco, Prepa Ibero, Centro Meneses y Centro de Exploración y Pensamiento Crítico) en sinergia, con presencia en los distintos ámbitos, geográfico, educativo, cultural, social y político de México. Es necesario impulsar su autonomía, respetar lo específico de cada obra y atender sus necesidades, para transitar hacia una visión en la que cada una de ellas, desde sus diferencias, se complementen en torno a una misma misión.

El acento en la innovación educativa. Garantizar que el rumbo de la IBERO sea la excelencia en la formación humana y profesional. Y la revisión curricular, actualizada, de todas las licenciaturas, maestrías y doctorados.

El acento en la transparencia y rendición de cuentas, desde la gestión administrativa y financiera. Hay una necesidad clara y puntual de evolucionar hacia prácticas administrativas, financieras y de recursos humanos de la Universidad.

El acento en la incidencia. Procurar que toda la comunidad educativa comprenda el apostolado intelectual al que está llamada la IBERO, y colocar en el centro de su acción, las cuatro Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús (Mostrar el camino hacia Dios mediante los Ejercicios Espirituales y el discernimiento; Caminar junto a los pobres, los descartados del mundo, los vulnerados en su dignidad en una misión de reconciliación y justicia; Acompañar a los jóvenes en la creación de un futuro esperanzador; y Colaborar en el cuidado de la Casa Común).

“Luis, te pido atender con especial esmero estos acentos y dar continuidad a los proyectos que tuvo a bien vislumbrar nuestro hermano Saúl Cuautle (anterior Rector de la IBERO Ciudad de México), así como también responder con creatividad a los desafíos que implican la consolidación de la IBERO y el cometido de ofrecer una educación integral de excelencia”.

Ceremonia de entrega-recepción de la Rectoría

Previo a la toma de posesión en la explanada, en la Sala de Juntas del Senado Universitario se llevó a cabo la Ceremonia de entrega-recepción de la Rectoría de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, en la que la Mtra. Lorena Giacomán Arratia, Asistente de Educación de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, leyó una carta enviada por el Dr. Luis Gerardo Moro Madrid, S. J., Provincial de la Compañía de Jesús en México.

En el documento, llamado Procedimiento de entrega-recepción para Obras Educativas de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, el Padre Moro menciona que el escrito responde “al Plan de Juego que queremos impulsar en la Planeación Provincia 2021–2025: Ordenarnos como personas, comunidades e instituciones con una gestión ignaciana, innovadora y eficaz; y a una de las Capacidades diferenciadoras: Institucionalizar los procesos de gestión y operación de la Compañía”.

Posteriormente, la Mtra. Sylvia Schmelkes del Valle, Vicerrectora Académica de la IBERO Ciudad de México, mencionó que la entrega de la IBERO consta de tres actas: el acta de la entrega de la IBERO Ciudad de México, que incluye la información de entrega de la Prepa Ibero; el acta de la entrega de la IBERO Tijuana; y el acta de la entrega del Tecnológico Universitario del Valle de Chalco (TUVCH).

Por su parte, el Dr. Luis Arriaga Valenzuela S. J., dijo: “Más allá de la información que se me entrega, me siento muy honrado en recibir una IBERO que se compromete con su Misión”. Reconoció que recibe la Universidad, “con mucha alegría, muy consolado, muy contento y, sobre todo, muy agradecido”. Asimismo, externó “mi gran gratitud por el voto de confianza que me han brindado”.

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