El INIFAP impulsa nuevas variedades de fresa en el país

Hipólito Contreras

Las investigaciones del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias –INIFAP- se enfocan a cubrir tres vertientes para incidir en un aumento sostenido y de largo plazo en la producción de fresa: variedades adaptadas con alto potencial de rendimiento y buena calidad de fruta, tecnología para producir en México planta categoría certificada, y rediseño del sistema de producción comercial.

El uso integrado de estos elementos permite obtener 60 toneladas por hectárea, incrementar la producción de fruta fresca en 30 por ciento en el periodo de noviembre a febrero, bajar costos del cultivo al menos en 10 por ciento, y reducir la aplicación de pesticidas en el cultivo convencional.

Se avanzó en generar ese tipo de variedades, derivando la resistencia genética de variedades antiguas y de la especie silvestre Fragaria chiloensis, logrando avances importantes. Sin embargo en 2016, por caprichos personales de un ex director del INIFAP del CIR-Centro, se dio la orden de “dar de baja” el banco de germoplasma sembrado en el Sitio Experimental Norte de Guanajuato, donde se estaban propagando las mejores selecciones, con distintos grados de avance genético, producto hasta de 20 años de mejoramiento genético, los cuales se perdieron.

Ante los retos de la insuficiencia crónica de los recursos económicos destinados a la investigación en fresa por el sector oficial, se plantea que los productores pudieran financiar ésta a través de sus organizaciones, esto para protegerse del pago creciente de regalías por usar variedades mejoradas extranjeras. Generar variedades mexicanas puede bajar los costos de producción en forma significativa por el pago de regalías, hay menor costo del material vegetativo y además se puede lograr una programación más apropiada de la siembra de viveros y plantaciones comerciales.

En 1978, el INIFAP demostró que los graves problemas de enfermedades por hongos y virus, reducían de manera notoria la productividad de la fresa. Los lotes de validación sembrados con agricultores cooperantes, permitieron constatar que sólo por usar planta sana propagada en viveros aislados geográficamente, se incrementó la productividad al menos en 40 por ciento.

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