La BUAP revive una de las tradiciones más emblemáticas del país: el Día de Muertos

Staff/BMR

La Institución realizó el concurso de catrinas, quienes recorrieron las calles aledañas al Edificio Carolino
En el Concurso de Catrinas 2018, organizado por la Vicerrectoría de Extensión y Difusión de la Cultura de la BUAP, catrinas vestidas con las más diversas representaciones desfilaron por el tercer patio del Edificio Carolino para mostrar el rostro de la cultura mexicana en una de las tradiciones más emblemáticas del país: la celebración del Día de Muertos, a través de La Calavera Garbancera creada por José Guadalupe Posada e inmortalizada por Diego Rivera.

Los 73 participantes de la comunidad universitaria, en su mayoría estudiantes, echaron mano de su imaginación para traspasar el lienzo y el grabado, con la finalidad de revivir a este ícono de la cultura mexicana y obtener uno de los tres primeros lugares. Acompañados por el mariachi Sentir Mexicano, de la Facultad de Artes, desfilaron una tras otra luciendo sus mejores galas: desde el tradicional traje azteca, hasta el más colorido vestido de lentejuelas.

Fernando Santiesteban Llaguno, titular de la Vicerrectoría de Extensión y Difusión de la Cultura de la Institución, y Claudia Rivera Vivanco, presidenta municipal de Puebla, entregaron premios a las mejores caracterizaciones de catrina y catrín.

El jurado calificador, conformado por especialistas en arte y cultura, evaluó el vestuario, creatividad y actitud del personaje de cada una de las 73 representaciones. Se premió a los tres primeros lugares con 3 mil, 2 mil y mil pesos, respectivamente. Los premios correspondieron a las catrinas número 17, primer lugar; la 43, segundo lugar; y la 27 tercer lugar.

Al final del concurso, la BUAP se unió al Ayuntamiento de Puebla y a la Secretaría de Turismo para celebrar el tradicional desfile conmemorativo de Día de Muertos, mejor conocido como pasacalles. Las catrinas participantes, en un ambiente de música a cargo de la Banda Minerva, recorrieron las calles aledañas al emblemático edificio de la Máxima Casa de Estudios en Puebla, para terminar en la Casa de las Bóvedas. Las familias poblanas se unieron a los universitarios caracterizados de algún personaje de la tradición mexicana.

Asimismo, se realizaron recorridos nocturnos con grupos de 50 personas por el Edificio Carolino. Los asistentes, quienes se formaron desde las cuatro de la tarde, conocieron la historia de este recinto universitario por parte de un guía, quien además les contó algunas leyendas y la historia de los fantasmas que rondan los pasillos de este inmueble histórico.

Como parte de las actividades alusivas al Día de Muertos, las diferentes unidades académicas de la Institución colocaron altares. Flor de cempasúchil, incienso y copal fueron los aromas que invadieron cada uno de ellos. El color naranja predominó en las ofrendas, en las que la vida rindió culto a la muerte.

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