Rossi A. G.
Clases teóricas, trabajo de laboratorio y de cómputo, una práctica de campo en la laguna de Alchichica, así como diversos seminarios integran el programa de la V Escuela Mexicana de Astrobiología (V EMA), que este año cuenta con la participación de 32 estudiantes de todo el país.
La Escuela es organizada cada dos años por la Sociedad Mexicana de Astrobiología (SOMA). La quinta edición cuenta con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE). Una de las motivaciones centrales de realizar el evento en este centro de investigación radica en la gran tradición astronómica de Tonantzintla y en las indudables capacidades del Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano de hacer investigación para buscar vida (o sus precursores) fuera de la Tierra.
La Dra. Irma Lozada Chávez, investigadora en temas como bioinformática, origen y evolución de la vida de la Universidad de Leipzig, Alemania, es una de las organizadoras de la Escuela este año. La Astrobiología, comenta en entrevista, es un área científica de reciente creación cuyo objetivo es tratar de entender cómo se originó y evolucionó la vida en la Tierra y averiguar si ese mismo proceso puede ocurrir en otros lugares del Universo. “Es un área transdisciplinaria”, subraya.
Este año, agrega, la Escuela se enfoca en dos principales temas: por una parte, la identificación y caracterización de planetas fuera del sistema solar (exoplanetas), enfocándose en las características que podrían hacerlos habitables, y por otro lado los organismos extremófilos y ambientes extremos análogos a la Tierra. Los extremófilos son organismos que habitan en ambientes extremos respecto a la temperatura, alcalinidad, acidez, presión, entre otros factores físicoquímicos. “Esto es importante porque la combinación de estos dos temas permite investigar si un exoplaneta u otro lugar en el sistema solar como la luna Europa, de Júpiter, o el planeta Marte, tienen potencial de habitabilidad”, destaca.
Además de las clases teóricas, los asistentes tendrán una práctica de campo en Alchichica, laguna de agua salada en Puebla que representa un ambiente extremo y que puede ser un potencial análogo de algún otro lugar en el Universo donde pudiera existir la vida. “En Alchichica habitan estromatolitos, que son organismos fotosintéticos, cianobacterias. Se piensa que los ancestros de las cianobacterias fueron importantes para el origen de la vida. Por ser Alchichica un ambiente cuya habitabilidad depende de la luz solar y de la alta salinidad de la laguna, este ambiente y los organismos que lo habitan son candidatos importantes para entender la vida en ambientes extremos. En esta práctica vamos a analizar los suelos alrededor de Alchichica, colectar e identificar los organismos de la laguna, así como estudiar estrategias de exploración espaciales”.
Uno de los invitados estelares de la Escuela es el Dr. Julio Valdivia Silva, invitado de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC), de Perú, quien ha trabajado en diversos proyectos de exploración de ambiente análogos a Marte y de diseño de misiones espaciales de la NASA. El Dr. Valdivia hablará del tipo de herramientas, mediciones y robots que se requerirían para una llevar a cabo una misión espacial en un lugar extraterrestre análogo a Alchichica.
Para concluir, la Dra. Lozada comenta que los científicos ya cuentan con muchas de las herramientas para buscar vida fuera de la Tierra: “Es fascinante ver cómo en los últimos 30 años en cada una de las áreas existe un desarrollo tecnológico muy importante. En Astronomía y Astrofísica es relevante el diseño y construcción de telescopios terrestres y espaciales para la detección de exoplanetas. Hace diez años se habían detectado alrededor de unos 200 exoplanetas, y a la fecha se han confirmado más de cuatro mil. En el área de ciencias biológicas aún hay muchos paradigmas que limitan nuestro entendimiento sobre el posible desarrollo de vida fuera de la Tierra, sobre todo en el tema evolutivo. Para la astrobiología ese paradigma de poder entender cómo es que con una historia evolutiva diferente se podrían generar adaptaciones en estos ambientes extremos, todavía es algo que está en construcción. Pero el tratar de romper este paradigma ya representa todo un avance”.
Por su parte, el Dr. Miguel Chávez Dagostino, Director Científico del Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano y otro de los organizadores de la Escuela, indica que una de las principales motivaciones de coorganizar esta escuela es el GTM, y las capacidades que tiene y que tendrá con su nueva instrumentación para detectar transiciones moleculares. “Especialmente nos interesa detectar moléculas que se puedan asociar con precursores de la vida”.
El astrofísico del INAOE explica: “Los cuerpos celestes emiten energía prácticamente en todos los colores, pero aquellos con temperaturas muy bajas (digamos, 240 grados centígrados bajo cero), radian principalmente luz infrarroja y milimétrica. La baja temperatura está asociada a la formación de estructuras en prácticamente todas las escalas del Universo: planetas, estrellas y galaxias. Si el objeto emisor posee en su entorno o atmósfera gas con moléculas, es posible identificar esas especies con la instrumentación apropiada. Las moléculas emiten radiación a través de diversos procesos, que en física se conocen como transiciones vibracionales, rotacionales y electrónicas. El intervalo milimétrico es muy rico en este tipo de transiciones que incluye, entre otras, del monóxido de carbono, agua, metano, metanol y de moléculas más grandes, que es lo que nos gustaría a nosotros descubrir. En particular, el GTM puede observar regiones de formación estelar que se caracterizan por ser muy ricas en moléculas, algunas de ellas tan complejas que podrían ser precursoras de aminoácidos, que son la base del ADN”.
El GTM, concluye, será un instrumento valioso para estos estudios de la Astrobiología. Tiene un enorme potencial para estudiar objetos que, se sospecha, pudieron originar la vida en la Tierra al depositar en nuestro planeta moléculas por impactos. “También podrá hacer estudios de los discos que circundan estrellas muy jóvenes e inclusive en estrellas maduras. Muchos de estos discos están asociados a moléculas que probablemente provienen de cometas en esos sistemas”.
La V Escuela Mexicana de Astrobiología concluirá mañana viernes con un Seminario de Investigación a partir de las 11 horas, y con la exhibición de la película Aliens of the Deep a las 18:30 horas. Ambos eventos son abiertos y gratuitos al público; el programa se puede consultar en la página del INAOE (www.inaoep.mx), y las pláticas podrán verse en vivo en el canal de youtube del INAOE (https://www.youtube.com/channel/UCRt8TS2qItD2Bdj_D3ZKdZA). Mayor información de la V EMA se puede consultar en la página http://web.soma.org.mx/escuela-mexicana-de-astrobiologia.html
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