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Y entonces, ¿quién será el próximo presidente de EE.UU.?
Aunque desde hace semanas se había alertado que debido a la pandemia, esta vez los resultados demorarían más que en años anteriores, lo cierto es que muchos esperaban tener algún tipo de pistas a esta altura.
Sin embargo, no lo sabemos, porque todavía no se han contado suficientes votos para que Donald Trump o Joe Biden se proclamen vencedores.
De hecho, debido al tiempo que lleva contar la gran cantidad de votos por correo emitidos durante esta “elección pandémica”, podría llevar días.
Y si existen impugnaciones legales a los resultados, incluso podría tardar semanas. Así que el panorama podría complicarse.
¿Hay alguna una pista?
Para convertirse en presidente, un candidato en realidad no necesita ganar el voto popular.
En cambio, tiene que ganar la mayoría en un sistema llamado colegio electoral, donde cada estado obtiene un cierto número de votos o “electores” aproximadamente en proporción a su población.
Entonces, salvo dos excepciones (Nebraska y Maine), si ganas ese estado, ganas sus votos.
Hay 538 de estos votos estatales en total: el candidato que obtenga 270 se convertirá en presidente.
Sin embargo, hay algunas claves:
Donald Trump se está desempeñando mejor de lo esperado y Joe Biden no ha podido ganar los estados decisivos que cuentan los votos rápidamente, lo que significa más incertidumbre mientras esperamos algunos estados clave, como Michigan, Wisconsin y Pensilvania.
Se proyecta que Biden y Trump ganarán los estados que se esperaba que ganaran cómodamente.
En algunas de esas carreras reñidas, los funcionarios ni siquiera han comenzado a contar los votos por correo y eso podría cambiarlo todo.
Qué pasa en los estados más disputados
Arizona: El estado no ha votado a los republicanos desde 1996, pero parece una ganancia potencial para Biden, quien apuntó a los jóvenes latinos progresistas que viven allí.
Wisconsin y Pensilvania: estos estados ni siquiera han comenzado a contar los votos por correo y eso podría llevar días.
Qué ha pasado con el Senado
El control del Senado aún pende de un hilo:
Se prevé que el senador Lindsey Graham, aliado de Trump, gane a su retador demócrata Jaime Harrison en Carolina del Sur, una carrera que en un momento parecía que podría perder.
La republicana Marjorie Taylor Greene, la primera defensora abierta de la teoría de la conspiración de QAnon, ganó un escaño en el Congreso; se mantuvo sin oposición.
También en la carrera por ganar el control del Senado, los demócratas perdieron Alabama, su escaño más vulnerable, pero ganaron Colorado a los republicanos.
Estados Unidos eligió por primera vez a una persona transgénero a un senado e Sarah McBride fuera elegida para un escaño en la legislatura estatal de Delaware.
¿Y ahora qué?
Puede que no sepamos un resultado final durante los próximos días.
Al parecer, este es el escenario más probable, ya que esta batalla se trasladará a los votos por correo que aún no se han contado en lugares como Michigan, Wisconsin y Pensilvania.
Los abogados de ambas campaña podrían involucrarse.
Donald Trump ha dicho anteriormente que plantearía desafíos legales si el resultado es cercano. Esto significa que potencialmente podría llevar semanas.
Una pregunta que queda es si llevará la incertidumbre a disturbios.
Definitivamente habrá incertidumbre, pero aunque muchos estadounidenses han hablado de sus preocupaciones, es demasiado pronto para decir si habrá algún malestar significativo.