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Durante rueda de prensa en Ginebra el portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU Oficina, Jens Larke, afirmó este viernes que “en este momento, Yemen se encuentra al borde del precipicio. La situación es extremadamente alarmante, y hablan de que el sistema salud está colapsado. Dicen que tienen que rechazar a la gente porque no tienen suficientes equipos para suministrarles oxígeno. Tampoco tienen suficiente equipo de protección personal”
A continuación, añadió que su Oficina trabaja con el supuesto de que está ocurriendo una amplia transmisión comunitaria.
Larke explicó que con sólo la mitad de los centros sanitarios funcionando en su totalidad, la financiación de las operaciones de ayuda humanitaria se antoja más crucial que nunca y que se necesitan hasta 2000 millones de dólares hasta finales de año. El próximo 2 de junio, las Naciones Unidas y Arabia Saudita organizarán un evento virtual de promesas de contribuciones que busca contribuir a la obtención de fondos.
“Nos dirigimos a un precipicio presupuestario”, dijo el portavoz de la Oficina. “Si no conseguimos que llegue el dinero tendrán que cerrar los programas que permiten mantener con vida a la gente y que son esenciales para la lucha contra la COVID-19. Y entonces, el mundo tendrá que ser testigo de lo que sucede en un país sin un sistema de salud funcional luchando contra la COVID-19, y no creo que sea algo que quiera ver”, especificó.
Falta equipo sanitario y peligro de amplia transmisión comunitaria
Larke explicó que, durante las próximas semanas, más de 30 de los principales programas de la ONU corren el riesgo de cerrar por falta de fondos. Los Equipos de Respuesta Rápida de la COVID solo cuentan con financiación para las próximas seis semanas.
Según las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud, Yemen tiene 184 casos y 30 muertes.
Pese a ello, “la incidencia real es mucho más alta casi con toda seguridad”, declaró Laerke. “Las pruebas de detección continúan siendo escasas, los organismos de ayuda operan sobre la base de que la transmisión comunitaria se produce en todo el país, y sólo la mitad de los centros sanitarios están en pleno servicio. El sistema de salud en Yemen necesita mucha ayuda para contrarrestar la amenaza de la COVID-19. Las agencias de ayuda humanitaria se ocupan de ampliar la divulgación, la prevención y la gestión de los casos”, detalló.
Simultáneamente, llegaron al país árabe unas 125 toneladas métricas de suministros, mientras se encuentran en camino más de 6600 toneladas métricas de pruebas de diagnóstico, equipo de protección personal y suministros para las unidades de cuidados intensivos.
Sin embargo, la necesidad más urgente son los tanques de oxígeno y los equipos de protección personal junto a la conservación de los programas de salud, agua y saneamiento de amplio alcance.
La guerra en el Yemen se inició el año 2014 cuando los hutíes tomaron el control del norte del país y capturaron la capital Sanaa, obligando al Gobierno reconocido por las Naciones Unidas a huir a Adén. Desde el año 2015, una coalición liderada por Arabia Saudita, compuesta en su mayoría por países árabes, lucha contra los rebeldes hutíes para reinstaurar el Gobierno del presidente Abd-Rabbu Mansour Hadi. Esta situación desembocó en la peor crisis humanitaria del mundo provocando una escasez de alimentos y medicamentos para millones de personas.
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