EXCELSIOR

Como una forma de mantener vigentes las tradiciones mexicanas y para resaltar las bellezas de nuestro país, se presentó en La México en espectáculo Jaripeo sin fronteras encabezado por Pepe Aguilar, acompañado de sus hijos Ángela y Leonardo, y de su hermano Antonio Aguilar, quienes a caballo y luciendo trajes tradicionales de nuestro folclor complacieron a las 40 mil personas que se dieron cita en el recinto.

Fue tal la alegría y el buen ambiente que se vivió en el lugar, que incluso Pepe se aventó la puntada de romper una marca y pidió a todos los presentes que chiflaran “la mentada de madre más grande”, como dijo, contra todos aquellos que lo habían atacado en redes sociales porque la venta de boletos estaba muy baja, lo cual finalmente se transformó en un espectáculo totalmente lleno.

Desde temprana hora la zona de la Ciudad de los Deportes se vio invadida de familias, parejas y grupos de amigos que llegaban deseosos de disfrutar del show.

Muchos de ellos vistieron con el tradicional sombrero, las botas, pantalón de mezclilla y camisas a cuadros para disfrutar del

espectáculo que comenzó, a las 21 horas, como estaba anunciado, con la presencia de la banda de guerra y los honores a la bandera.

Y para arrancar qué mejor que un espectáculo de luz, sonido y acrobacia con la aparición de distintos alebrijes y el recuerdo de nuestros antepasados.

Así llegó Leonardo Aguilar, quien montado en su caballo El gallito apareció en el redondel del Coso de Insurgentes para interpretar algunos de sus temas entre los que destacaron éxitos de Joan Sebastian, de quien dijo ser su gran admirador.

A pesar de que le tocó abrir el show musical, demostró la voz y el estilo que tiene, lo que fue muy bien recibido por el público que lo acompañó a cantar y por supuesto lo despidió con fuertes aplausos.

Como una parte de ese homenaje a México preparado por la familia Aguilar, aparcieron los campeones en el floreo, quienes forman parte del equipo El Soyate, nombre del rancho de la familia en Zacatecas.

Y sin que el ánimo decayera, apareció en su equino Antonio Aguilar hijo, quien, según algunos comentarios surgidos entre el público, es muy parecido a su padre.

Interpretó algunos temas de José Alfredo Jiménez, recordando que su madre, Flor Silvestre, nació muy cerca de Dolores Hidalgo, en Guanajuato, de donde era originario el cantautor,

Por supuesto que quiso recordar a su padre, Antonio Aguilar, cantando algunos de sus éxitos.

Para continuar con el Jaripeo sin fronteras, llegó el turno de Ángela Aguilar, quien desde que apareció montando su caballo el público se volcó en aplausos, gritos de admiración y aplausos para la joven.

Y qué mejor que comenzar su actuación con Me gustas mucho, tema de Juan Gabriel que hizo popular Rocío Dúrcal. Para continuar con Dime cómo quieres, canción que grabó a dueto con Christian Nodal y que apareció con escenas del video en las cuatro pantallas que se encontraban colocadas en lo alto de la Plaza de Toros más grande del mundo.

Con transformación del mismo primer atuendo con el que apareció, la joven de 19 años, a quien calificaron como La princesa de la música mexicana continuó con La llorona, dedicada a su abuela, para lo cual aparecieron cuatro bailarines caracterizados de calaveras, mismas máscaras que también se colocaron los músicos, todos iluminados con luz neón, lo cual le dio un toque especial al recinto de la capital del país.

Qué bueno que está la plaza vacía, verdad”, comentó Ángela en un tono de burla, para luego continuar sobre un escenario que estaba colocado dentro del redondel con Que agonía y Como una flor, que fue éxito de Selena.

Fue el momento para los espectáculos ecuestres y la monta de los toros bravos, números que provocaron el nerviosismo del público, pero que fue el pretexto para que aumentaran los brindis con distintas bebidas y así continuar con la fiesta musical.

Y llegó el turno de Pepe Aguilar quien irrumpió el redondel de La México a toda velocidad montado en su caballo, para luego demostrar lo domesticado que lo tiene al ponerlo a bailar al ritmo de la música.

Arriba de la entrada y salida de los animales se montó un amplio escenario en el que estaba el tradicional mariachi, la banda y un grupo para acompañar a Pepe en todas sus interpretaciones.

Comenzó con Chaparrita, con la cual el público se paró a bailar, si el espacio se los permitía, y si no, lo cantaban desde sus lugares.

Luego siguió con Por unas monedas y El amor de tu vida, Ni el fuerte aire que soplaba, ni lo prolongado del espectáculo fue impedimento para que el público siguiera disfrutando de temas como Perdóname, No me hablen de amor, que grabó con Intocable, y de Ni contigo ni sin ti, a ritmo de cumbia. Según platicó fue una nueva versión que le hicieron los Ángeles Azules, luego de que la original no había funcionado.

Los admiradores del zacatecano no cansaban de vitorearlo y de acompañarlo en sus canciones. Acá entre nos y Hermoso cariño se escucharon, pero se vieron interrumpidos por los gritos de “Pepe, Pepe, Pepe” como muestra de la admiración del público y de agradecimiento por el esfuerzo sobre la arena del lugar.

Luego de invitar al cantante El fantasma para un dueto, el hijo de Antonio Aguilar y Flor Silvestre continuó con Mi gusto es, Háblame de ti (con la que recordó la relación que tuvo con Juan Gabriel), Probablemente ya y Mi credo, momento en que la plaza se iluminó con los celulares de todos los presentes.

Después de despedirse, regresó al escenario montado en un caballo pinto para recordar a su padre y el homenaje que le organizó en el mismo recinto, un año antes de su fallecimiento. Y que mejor forma de hacerlo, que cantando 16 años después en La México a dueto con sus hijos Ángela y Leonardo,

Como gran colofón dedicó un tributó a las damas que se encontraban presentes: Por mujeres como tú, que terminó con una lluvia de papeles de colores y fuegos artificiales a manera de despedida de una noche, que calificó de mágica, al poder presentarse con Jaripeo sin fronteras en la plaza más grande del mundo: La México.