En primera persona: Sobrevivir a un mortal huracán en Nueva York

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Como se pudieron dar cuenta los neoyorquinos el pasado 1 de septiembre de 2021, a medida que aumentan la intensidad y la frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos, no hay ningún lugar que esté a salvo del peligro. Ejemplo de esto fue cuando el huracán Ida se abatió sobre ellos, causando inundaciones que provocaron unas 29 muertes y cerraron gran parte de la red de metro.

Aquel traumático día, Amrita Bhagwandin se encontraba en su casa situada en el barrio neoyorquino de Queens.

“En 1998 migré de Guyana y he vivido en Queens desde entonces. Vivo con mi esposo y mi hija. Somos una familia pequeña, pero tenemos muchas conexiones en Nueva York y Nueva Jersey.

La comida aquí es muy diversa, desde la cocina guyanesa a la bengalí, pasando por la india, la china y la filipina. Somos un grupo muy feliz de gente trabajadora. Plantamos jardines, enviamos a nuestros hijos a la universidad y hacemos todo tipo de cosas para contribuir a la comunidad.

Es tiempo de partir

El primero de septiembre, cuando fui sorprendida, por el huracán Ida estaba trabajando desde casa. Prendí la televisión para recibir las alertas, era claro que una tormenta se estaba gestando. Me centré en el radar y seguí la tormenta en el mapa. Parecía que iba a pasar por el noreste.

Cuando vi la cantidad de áreas en rojo que había en el mapa de la zona, supe que definitivamente nos iba a afectar. Hace un año se hicieron algunas mejoras en los colectores de aguas pluviales de nuestro bloque, así que tenía la esperanza de que los impactos no fueran grandes. Sin embargo, a medida que se acercaba la tarde, vi la cantidad de horas con lluvia que se pronosticaban. Me preocupé mucho y empecé a advertir a los vecinos que tuvieran mucho cuidado esa noche.

Normalmente, si hay una señal de inundación, salgo de casa porque me dan ataques de pánico por la situación. Así que hice una maleta y les dije que nos fuéramos. Al principio, mi marido y mi hija querían quedarse, así que mi marido me dejó en casa de mis suegros, ellos viven en un terreno más alto, justo al final de la manzana.

Más tarde alrededor de las 10:00 de la noche llamé repetidamente a mi esposo e hija y les dije que necesitaban dejar la casa. Justo después de llamarlos, el agujero de la alcantarilla que esta justo delante de mi casa se reventó. A duras penas consiguieron salir y condujeron hasta la manzana de mi cuñada.

“Perdieron su vida en cuestión de segundos”

Nosotros vivimos en la esquina de la intersección, el agua llenó cada lado de esta y se fue en cuatro direcciones. Estaba llamando para asegurarse de que todo el mundo estaba a salvo cuando me dijeron que alguien había desaparecido.

Finalmente, me enteré de que mis vecinos (la madre y su hijo) que vivían al lado mío se ahogaron y murieron en el sótano.

No tengo palabras para contar el dolor que ha sufrido este barrio desde entonces. Veo a ese niño todos los días. Era tan joven y vibrante como su madre.

Perdieron la vida en cuestión de segundos. Incluso hubo buzos tratando de sacarlos, pero fue en vano.

“Nosotros estamos asustados”

Para empezar estas casas no deberían estar aquí, en esta zona baja. Llevamos dando alarma de esto desde hace mucho tiempo.

Espero que para que no se pierdan más vidas en la ciudad de Nueva York, todo el mundo empiece a ser consciente de lo que está pasando con el clima. Estamos atemorizados con la cantidad de lluvias que estamos viendo y el número de tormentas que se esperan para este próximo verano.

No sé qué voy a hacer porque los cimientos de mi casa aún no han sido reparados, porque es muy caro.

Parece que la zona es demasiado baja para las viviendas. Los ingenieros del Plan de Resiliencia Climática de la ciudad de Nueva York trabajaron con nosotros y nos propusieron llevar una prueba para levantar las casas. Hay muchas opciones diferentes, pero la opción no es quedarse, así como está.

Todo el mundo en nuestro bloque vive con un miedo constante. Cuando veo la lluvia en el radar, quiero escapar. Tengo el equipaje preparado para poder irme.

El huracán Ida es una experiencia de lo que deberíamos aprender y no dejar que se repita. El cambio climático va a estar ahí. Los cambios van a ocurrir siempre, y tenemos que prepararnos para ellos.

Quiero saber cuál va a ser el futuro de esta comunidad. ¿Qué va a pasar? ¿Voy a sentarme y preocuparme por las próximas personas que vengan a vivir aquí? Quiero una comunidad más segura para todos, para toda América, para todas las comunidades”.

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