Sergio Bonilla platica sobre su personaje Diego Altamirano en “Mujer de nadie”

  • Esta telenovela se estrena el próximo lunes 13 de junio a las 21:30 horas por “las estrellas”.

Por Mino D’Blanc.

Sergio Bonilla da vida a Diego Altamirano en la telenovela “Mujer de nadie”, producida por la experimentada Giselle González, para Televisa.

Diego es el mejor amigo de Fernando (Marcus Ornellas) desde la infancia y es socio en la empresa de transporte. Tiene una hermana de quien se ha hecho cargo desde que su madre murió. Este compromiso de ser cabeza de familia lo ha llevado a confundir la responsabilidad con control, se ha convertido en un ser celópata, violento y macho recalcitrante. No permite que ningún hombre se acerque a ella, además de pretender manejar, decidir y controlar su vida en todos los aspectos, incluso llegando a golpearla, convirtiendo un infierno dentro de su propia casa. A pesar de mostrarse ante todos como una persona excesivamente tradicionalista y estricto con los valores, a escondidas acostumbra a relacionarse con prostitutas del negocio de Alejandra (Azela Robinson) de donde se ha convertido en socio frecuente, paradójicamente es ahí donde conocerá a Claudia (Alejandra Müller), la mujer que le robará el corazón.

Platicamos con Sergio Bonilla gracias a las finas atenciones de la licenciada Denisse Cabrera, de Televisa.

MD’B: Ahora sí estás haciendo un personaje de doble moral; muy derechito en la vida normal, pero en las noches como que se delibera.

SB: ¿Qué te digo? Mucho más allá de eso que evidentemente todo es bajo el contexto de un melodrama televisivo, te plantea una historia de amor y todos los ingredientes que ya conocemos, pero sí afortunadamente me toca hacer un personaje lleno de contradicciones en las que podemos asomarnos a este tema que está tan en ebullición hoy en día y tan necesario. Es una asomadita nada más a este universo violento y machista que vivimos día a día en todas sus caras y todos sus sectores y del que todos formamos parte y es que no se trata de decir “mira, ahí va el machista”, sino más bien “¿qué estoy haciendo yo que no está bien? ¿qué estamos haciendo como sociedad?”. No es por supuesto la idea del proyecto cuestionar sobre este tema, la idea es una historia de amor como tal, pero sí a mi me permite como actor asomarnos un poquito a ese universo.

MD’B: ¿Qué le aprendes a Diego, tu personaje?

SB: Yo contrario a mi padre que él dice “todos mis personajes los interpreto porque yo como una rana de laboratorio los abro, los examino, veo quién es y entonces los interpreto” y yo procuro ver en qué punto nos conectamos para acercarme desde mi manera de hacer las cosas lo más que pueda, de decir en dónde coincidimos y tratar de sacar las cosas oscuras y las no tan oscuras, en fin, entre los dos tratar de sacar a un ser vivo y llevarlo a su destino. Qué le aprendo, pues todas estas cosas que hacemos que no están bien, identificar cuándo no estamos actuando de manera saludable, cuándo no nos estamos relacionando de manera saludable y enterarme cómo es el lado enfermo para que el personaje viva por sí mismo.

MD’B: ¿Por qué crees que el personaje hace esto? ¿Qué encuentras en el personaje para que tenga una vida normal en el momento que está frente a la sociedad, pero cuando no está tenga esa vida en la que llega hasta a enamorarse de una mujer de la vida galante?

SB: Siempre es necesario darle una revisada básica a las heridas de los personajes para ver cómo reaccionan de determinada manera. A mí me parece que Diego Altamirano tiene un conflicto con su papá, no está muy decidido entre los directores y yo qué fue lo que le pasó, pero sí tiene un claro desencuentro con él. Él asume el liderazgo de su casa porque muere su madre y se vuelve como el hombre de la casa, entonces carga con una gran responsabilidad y se hace cargo de su hermana, por eso la controla, por eso la cela, porque él considera que es lo que tiene que hacer, que es su forma de amar, controlándola, y eso es lo que lo va llevando a una serie de desencuentros consigo mismo, está lleno de vida y no identifica en qué no pudo trabajar y evidentemente no sabe relacionarse sanamente con las mujeres y de pronto se enamora de una chica que trabaja en una casa de citas y entonces no sabe cómo comportarse con ella, no sabe cómo enfrentar que ella es una prostituta y no sabe cómo manejarlo y ahí es donde viene su conflicto.

MD’B: ¿En qué se parece y en qué no se parece a Sergio Bonilla el personaje de Diego Altamirano?

SB: (ríe) Creo que los puntos de encuentro con mi personaje trato de localizarlos muy internamente. En una forma de vida, en un estilo de vida somos muy distintos, incluso nos vestimos, procuro que hablemos y cantemos distinto. Hay muchas diferencias pero sí procuro rascarle en momentos más oscuros o de mayor composición para identificarlos. En qué se parece a mí, yo diría que todos nos parecemos en mayor o en menor grado, siempre he pensado que todos somos un poco lo mismo nomás que nos han revolcado distintas olas. Trato de identificarme con él sobretodo en sus heridas, en sus emociones, cuando se siente triste y entender por qué se siente triste, cuando se siente enojado por qué y acercarme cuando yo he tenido momentos similares.

MD’B: ¿Qué tanto cambia el personaje desde que inicia la historia hasta que termina? ¿Vienen cambios muy fuertes en el personaje o sigue sobre esa misma línea?

SB: Sí tiene un arco dramático interesante y tiene una transformación. Vive sus transformaciones y eso lo vuelve rico e interesante.

MD’B: ¿Por qué el público tiene que ver esta telenovela desde el estreno hasta que acabe?

SB: Es una historia que los va a entretener, que los va a divertir. Es una historia de amor como todas las telenovelas, que tiene sus toques de suspenso, de dramatismo, en fin, tiene enredos sentimentales. La van a pasar bien, se van a divertir y además están todas las ventanas a este mundo que nos toca vivir hoy en día y que nos toca también responsabilizarnos como sociedad y que estamos haciendo más que señalar y segregar, espejearnos.

MD’B: ¿Qué te está dejando la conducción de “La Hora Nacional”?

SB: Fue una gran sorpresa porque el casting estuvo duro. Hubo muchas personas y un proceso de dos semanas, en fin, un proceso complejo para elegir pero cuando me avisaron que estaba yo dentro fue una gran sorpresa y un gran compromiso. Ha sido un gran aprendizaje, yo que he hecho mucho tiempo conozco bien la manera de hacer radio pero no en ese formato como tal y tampoco conduciendo entrevistas. Y Fernanda Tapia que es un monstruo de la conducción, que es una mujer muy culta y que siempre tiene algo interesante que decir, ha sido un reto como irlo llevando. Estoy aprendiendo mucho y estoy muy contento de estar en este programa de “La Hora Nacional” que comenzó desde Lázaro Cárdenas e implica todo un compromiso por lo que significa desde que inició que trata de acercar a la gente al gobierno, escuchar el vínculo y contagiarnos de nuestra cultura, de nuestros quehaceres y de nuestro amor a nuestro país.

“Mujer de nadie” se estrena este lunes 13 de junio a las 21:30 horas por “las estrellas”.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Categorías