Murió Enrique Metinides, el prodigio que hizo belleza de la tragedia

EL ECONOMISTA

El legado del fotoperiodista que por muchos años fue el secreto mejor guardado de la nota roja en México es reconocido por compañeros, funcionarios e instituciones.

La mañana de este martes se anunció la muerte a los 88 años de Enrique Metinides, hoy reconocido como uno de los prodigios de la fotografía en nuestro país pese a que su trabajo quedó invisibilizado por décadas por el estigma de la labor fotoperiodística de nota roja.

La noticia sobre su muerte de inmediato generó reacciones de respeto y reconocimiento de instituciones de cultura, funcionarios, miembros del gremio y de los medios de comunicación.

“Una leyenda viva del periodismo mexicano. En paz descanse y que su obra sea más conocida por las nuevas generaciones”, escribió Jenaro Villamil, presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano.

“Nos sumamos a las condolencias por el fallecimiento de Enrique Metinides, cuya mirada fotográfica captó el lúgubre y bello ritual de la muerte, aquel que se identifica con las crónicas sensacionalistas de la prensa mexicana”, escribió por su parte el Centro de la Imagen.

La Coordinación de Cultura de la UNAM también se refirió al maestro: ”a los 8 años –contaba- ya le publicaban las fotos que, más que juego, eran su pasión: escenas de calle, un choque. Enrique Metinides llevó la fotografía de nota roja a una dimensión artística. Celebramos su obra: toda una vida en la prensa mexicana. Descanse en Paz”.

Dueño de una lente inconfundible, de una mirada instintiva e inmediata, capaz de fundir la tragedia de una mancha urbana tan convulsa como la Ciudad de México con la belleza de la perspectiva y la luz, el trabajo de Metinides quedó reivindicado en las últimas décadas y no antes. Por su archivo fotográfico se convirtió en maestro de la técnica y la reacción para las nuevas generaciones de fotoperiodistas en nuestro país.

Su vida y obra quedó de plasmada en el largometraje documental “El hombre que vio demasiado”, filmado en 2015 por la realizadora Trisha Ziff y merecedor del Ariel a Mejor Largometraje Documental y del Ariel a Mejor Música Original.

Sobre su trabajo, el crítico y escritor Iván Farías dijo que Metinides fue un “poeta de la catástrofe, coleccionador compulsivo, personaje único, niño precoz de la nota roja. Nunca quiso ser artista y sin embargo, nos entregó las más bellas postales de la desgracia mexicana”.

Un genio precoz

Hijo de padres griegos y nacido el 12 de febrero de 1934, Metinides inició su trabajo periodístico desde muy joven. Antes de cumplir los 10 años comenzó con su labor como fotógrafo de accidentes viales con una cámara que su padre le obsequió y publicó sus primeras imágenes como si se tratara de un experimentado. No mucho tiempo después comenzó a trabajar como asistente en el periódico La Prensa, medio para el que trabajó por décadas. La resto es historia.

Varias de sus obras se han convertido en verdaderos iconos de la labor periodística y se les ha expuesto en México y el extranjero, por ejemplo, en Casa de las Américas, en Madrid; The Photographers Gallery, en Londres, y la galería Anton Kern, en Nueva York.

También se han publicado libros sobre su trabajo fotográfico, como la edición “101 tragedias de Enrique Metinides” y “Enrique Metinides: el teatro de los hechos”. Asimismo, se le incluyó en la antología “Una crónica de la nota roja en México: de Posada a Metinides, y del Tigre de Santa Julia al crimen organizado”, de Rafael Barajas.

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