Dinero 

Los países occidentales golpean donde más duele, el sector financiero, y tras un primer paquete de sanciones bloquearon este viernes los haberes del presidente ruso Vladimir Putin y de su ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, en respuesta la invasión de Ucrania.

Se busca “cortar todos los vínculos entre Rusia y el sistema financiero mundial“, explicó el viernes el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire.

¿Qué medidas ?

La Unión Europea (UE) y el Reino Unido anunciaron el viernes el bloqueo de los haberes de Vladimir Putin y de Serguéi Lavrov, una medida que Washington también tiene en mente.

Todos los miembros de la Duma, la cámara baja del parlamento ruso, también han sido incluidos en la lista negra de la Unión Europea, junto a otras 26 personalidades del mundo de los negocios.

Se prohíbe a los bancos de la UE aceptar depósitos de ciudadanos rusos superiores a 112.000 dólares, así como financiarse en entidades europeas a varias empresas estatales.

Canadá también va a sancionar a “58 personas y entidades” rusas, incluidos “miembros de la élite rusa”, de “grandes bancos rusos” y

“miembros del Consejo de Seguridad ruso”.

Japón anunció “congelar activos y la suspensión de la entrega de visas a personas y organizaciones rusas”, así como el bloqueo de haberes de instituciones financieras rusas.

Londres y Washington ya ha actuado contra ciertos actores financieros, entre ellos los dos principales bancos rusos, Sberbank y VTB Bank. Este último anunció que era “imposible” actualmente usar sus tarjetas tipo Visa y Mastercard en el extranjero.

Excluir a un banco del sistema financiero estadounidense equivale a impedirle efectuar pagos en dólares” explica Stephen Le Vesconte, abogado del gabinete Linklaters.

Algo que, sin embargo, es más improbable con el euro “porque existen exoneraciones en los pagos para la energía”, matiza Le Vesconte.

¿Cuán lejos van?

No mucho, según el presidente ucraniano Volodimir Zelenski. “La presión sobre Rusia debe aumentar” tuiteó.

Por ejemplo, los países occidentales no han cortado a Rusia de la red bancaria SWIFT, que permite recibir o emitir pagos en todo el mundo.

Además, más allá de SWIFT, las sanciones evocadas no son “ni potentes ni flojas”, resume Stephen Le Vesconte, sino fruto “de un compromiso para hacer daño sin dispararse en el pie”.

Rusia dispone de reservas de cambio de unos 640.000 millones de dólares, al 18 de febrero (el doble de lo constatado en 2014, según una nota de Natixis), y de un fondo soberano de 175.000 millones. Suficiente para financiar a empresas estratégicas, en gran parte publicas.

¿Qué consecuencia para los bancos occidentales en Rusia?

Varios bancos europeos tienen filiales en Rusia. Las más expuestas son la francesa Société Générale, la italiana Unicredit y la austriaca Raiffeisen Bank International.

Sufrieron el jueves en la bolsa, pero “de momento no padecen consecuencias jurídicas” explica Le Vesconte, aunque “van a operar en un país donde la divisa pierde valor, y la inflación puede aumentar drásticamente”.

Tendrán que poner de lado a sus clientes si los haberes de algunos de ellos están congelados.

En materia de contribución al volumen de negocios, “la exposición de los bancos europeos es bastante menos fuerte hoy que ante los bancos griegos en 2010”, relativiza también Éric Dor, director de estudios económicos del IESEG, interrogado por la AFP.

¿Es posible eludir las sanciones?

En la práctica, sí, responde a la AFP Julien Martinet, abogado de Swiftlitigation.

Toma el ejemplo de Irán, sometido a sanciones aún más duras, y constata que “se implementan sistemas con la instauración de un tercer pagador. Pero en el ámbito de la lucha contra el blanqueo de capitales y de financiación del terrorismo, no es ni oficial ni aceptable para las grandes instituciones bancarias”.

Las empresas se arriesgan mucho al no respetar las sanciones. La francesa BNP Paribas fue condenada a pagar una colosal multa de 8.900 millones de dólares por haber hecho transitar de 2004 a 2012 por Estados Unidos dinero a nombre de clientes sudaneses, cubanos o iraníes.

La alternativa al dólar es destacada por los productores de petróleo como Rosneft y Gazprom Neft, que “han declarado que la opción del pago en divisas alternativas estaba incluida en varios contratos de suministro” explica John Plassard, analista de Mirabaud.

Nicolas Fleuret, especialista de la industria financiera del gabinete Deloitte, imagina la utilización de criptomonedas (que Rusia cada vez produce cada vez más) “como vehículo de pago” alternativo.