Los Angeles Time
Rusia lanzó el jueves un amplio ataque contra Ucrania y golpeando ciudades y bases con bombardeos aéreos o artillería, mientras los civiles huían en trenes y autos. El gobierno de Ucrania dijo que tanques y tropas rusas cruzaron la frontera en una “guerra de gran escala” que podría reescribir el orden geopolítico y cuyas consecuencias se hacían notar en todo el mundo.
Al iniciar la mayor agresión de Moscú a gran escala desde la invasión soviética de Afganistán en 1979, el presidente ruso Vladimir Putin anunció una gran operación militar en un discurso en el que restó importancia a las sanciones y condenas internacionales e hizo una sombría alusión al arsenal nuclear de su país al amenazar con “consecuencias que nunca han visto” a cualquier país extranjero que intentara interferir.
Se escuchaban sirenas y grandes explosiones en la capital ucraniana y otras ciudades, mientras la gente llenaba las estaciones de tren y las carreteras. El gobierno de la antigua república soviética informó de una anticipada invasión desde el este, el norte y el sur y reportó más de 40 muertos y decenas de heridos. A las pocas horas de la primera noticia del ataque, Ucrania dijo que estaba luchando contra las tropas rusas a pocos kilómetros de la capital por el control de un aeropuerto estratégico.
El jefe de la OTAN dijo que el “brutal acto de guerra” había roto la paz en el continente europeo, mientras la alianza liderada por Estados Unidos movilizaba más tropas hacia el este de Europa. El conflicto ya estaba sacudiendo los mercados financieros mundiales: las acciones se desplomaron y los precios del petróleo se dispararon en medio de preocupaciones de que las facturas de calefacción y los precios de los alimentos se dispararían.
La condena llovió no solo desde Estados Unidos y Europa, sino de Corea del Sur, Australia y más allá, y muchos gobiernos alistaban nuevas sanciones. Incluso líderes amistosos como el húngaro Viktor Orban buscaron distanciarse de Putin.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, cortó las relaciones diplomáticas con Rusia y declaró la ley marcial. Las autoridades instaron a la población, que llevaba un tiempo preparándose para una agresión, a no entrar en pánico. Funcionarios ucranianos indicaron que las tropas rusas estaban entrando en ucrania y se oyeron grandes explosiones en la capital, Kiev; Járkiv, en el este, y Odesa, en el oeste.
“A partir de hoy, nuestros países están en lados diferentes de la historia mundial”, tuiteó Zelenskyy. “Rusia se ha embarcado en un camino del mal, pero Ucrania se está defendiendo y no renunciará a su libertad”.
“Una guerra de gran escala ha comenzado en Europa”, dijo el asesor presidencial ucraniano Mykhailo Podolyak. “Rusia no sólo ataca a Ucrania, sino las normas de la vida cotidiana en el mundo moderno”.
Líderes mundiales condenaron el ataque, que podría provocar enormes bajas, derribar el gobierno ucraniano elegido de forma democrática, alterar el equilibrio en Europa alcanzado tras la Guerra Fría y tener un grave impacto económico en todo el mundo.
En Washington, el presidente Joe Biden convocó una reunión del Consejo de Seguridad Nacional el jueves para discutir nuevas sanciones. Funcionarios estadounidenses han señalado que dos de las medidas que se estaban considerando son castigar a los bancos más grandes de Rusia y aplicar nuevos controles de exportación destinados a privar a las industrias y el Ejército de ruso de semiconductores y otros componentes tecnológicos estadounidenses.
Biden tenía previsto dirigirse a los estadounidenses el jueves tras una reunión del Grupo de los Siete. Se esperaba que el jueves se anunciaran más sanciones.
“Hoy despertamos en un mundo diferente”, dijo la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, mientras la OTAN acordaba reforzar sus contingentes aéreos, terrestres y marítimos en su flanco oriental, cerca de Ucrania y Rusia.
Sin embargo, las potencias internacionales han dicho que no harán una intervención militar para defender a Ucrania.
“Nos enfrentamos a la guerra y el horror. ¿Qué podría ser peor?”, dijo Liudmila Gireyeva, de 64 años, en Kiev. Ella tenía previsto viajar a la ciudad occidental de Lviv y después intentar llegar a Polonia para reunirse con su hija. Putin “será maldecido por la historia, y los ucranianos le maldicen”.
Después de varias semanas en las que negó que tuviera planes de invadir, Putin aseguró que el ataque era necesario para proteger a civiles en el este de Ucrania, una afirmación falsa que Estados Unidos había pronosticado que usaría para justificar una invasión.
El mandatario ruso acusó a Estados Unidos y a sus aliados de desatender las exigencias de Rusia de evitar la entrada de Ucrania en la OTAN y ofrecer garantías de seguridad a Moscú.
Su portavoz dijo el jueves que Rusia no tiene el objetivo de ocupar Ucrania, sino de “desmilitarizarla”.
“Esta es una invasión deliberada, a sangre fría y largamente planeada”, afirmó Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, quien acusó a “Rusia de utilizar su fuerza para intentar reescribir la historia”.
Los ataques comenzaron por aire, pero después la guardia fronteriza ucraniana publicó imágenes de cámaras de seguridad que mostraban una línea de vehículos militares rusos cruzando al territorio bajo control del gobierno ucraniano desde la península de Crimea, anexionada por Rusia.
Con las redes sociales amplificando un torrente de afirmaciones y reconvenciones militares, era difícil determinar exactamente qué estaba sucediendo sobre el terreno.
El jefe militar de Ucrania, Valerii Zaluzhnyi, dijo que sus tropas luchaban contra las fuerzas rusas a solo 7 kilómetros (4 millas) de la capital, en Hostomel, que es el hogar del fabricante de aviones Antonov y tiene una pista lo suficientemente larga como para manejar incluso los aviones de carga más grandes. Funcionarios rusos dijeron que las fuerzas separatistas respaldadas por Rusia en el este habían tomado una nueva franja de territorio de las fuerzas ucranianas, pero no han reconocido tropas terrestres en otras partes del país.
Un fotógrafo de The Associated Press en Mariupol oyó explosiones y vio a docenas de personas con valijas dirigiéndose a sus autos para abandonar la ciudad. Otro reportero de AP vio los restos de una explosión en Kiev. AP identificó daños en otros puntos de Ucrania.
El Ejército ruso afirmó haber inutilizado todas las defensas antiaéreas ucranianas en cuestión de horas y las autoridades europeas declararon el espacio aéreo del país como zona de conflicto activo.
En un principio no fue posible verificar las afirmaciones rusas, ni tampoco las afirmaciones ucranianas de que se habían derribado varios aviones rusos. El sistema antiaéreo ucraniano y su fuerza aérea se remontan a la era soviética y se ven ampliamente superados por la enorme potencia aérea rusa y su arsenal de armas de precisión.
El presidente Zelenskyy instó a los líderes mundiales a prestar asistencia a Ucrania y ayudarla a proteger su espacio aéreo, e instó a sus compatriotas a defender el país. El ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba, dijo que “el mundo puede y debe detener a Putin. Este es el momento de actuar”.
El alcalde de Kiev, Vitaly Klitschko, recomendó a la población de la capital que se quedara en casa salvo que participara en tareas esenciales y les instó a preparar equipajes de emergencia con documentos y artículos de primera necesidad por si debían evacuar.
Anton Gerashchenko, asesor del ministro ucraniano del Interior, dijo en Facebook que el Ejército ruso había lanzado misiles contra centros de mando militares, bases aéreas y depósitos militares ucranianos en Kiev, Járkiv y Dnipro.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que no estaba atacando ciudades, sino que empleaba armas de precisión y “no hay amenaza para los civiles”.
Las consecuencias del conflicto y las sanciones subsecuentes contra Rusia empezaron a repercutir en todo el mundo.
Los mercados mundiales se hundieron y los precios del crudo se dispararon casi 8 dólares por barril. Los índices de referencia bursátil cayeron en Europa y Asia y los futuros estadounidenses se desplomaron. El petróleo Brent superó los 100 dólares el barril el jueves, ante los temores de posibles interrupciones en los suministros rusos. El rublo se hundió.
Anticipando condenas y contramedidas internacionales, Putin advirtió a otros países que no intervengan. “Quien intente detenernos, o simplemente cree amenazas para nuestro país y su gente, debe saber que la respuesta rusa será inmediata y llevará a consecuencias que nunca han visto en la historia”.
En un recordatorio del poder nuclear de Rusia, Putin advirtió que “nadie debería tener dudas de que un ataque directo a nuestro país conducirá a la destrucción y a horribles consecuencias para cualquier agresor potencial”.
El presidente Zelenskyy dijo que pidió concertar una llamada con Putin el miércoles por la noche, pero el Kremlin no respondió.
El ataque comenzó incluso cuando Consejo de Seguridad la ONU se reunía para contener una invasión. Los miembros que aún desconocían el anuncio de Putin sobre la operación le pidieron que se retirara. El secretario general Antonio Guterres inauguró la reunión de emergencia y le dijo a Putin: “Dele una oportunidad a la paz”.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, prometieron responsabilizar al Kremlin.
“En estas horas oscuras, nuestros pensamientos están con Ucrania y las mujeres, hombres y niños inocentes mientras enfrentan este ataque no provocado y temen por sus vidas”, dijeron en Twitter.
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