Debate

Por Roberto Desachy Severino

La gente está cada día más preocupada. Y con razón, porque ni siquiera un viejo lobo de mar de la política, como su presidente municipal, José Luis Márquez Martínez, muestra capacidad para detener la ola de violencia y delincuencia que azota a esa bella ciudad.

Como pueblo mágico, Zacatlán se ha convertido en uno de los destinos turísticos más importantes de la Sierra Norte y de la entidad poblana, su gastronomía, su comida tradicional, sus artesanías y sus atractivos naturales lo posicionan entre los pueblos mágicos con mayor popularidad a nivel nacional. Se estima que cada año arriban a este municipio más de 460 mil turistas, que dejan a los prestadores de servicios una derrama económica del orden de los 304 millones de pesos; sin embargo, hay algo que empaña esta importante trayectoria.

En 2021 los delitos de alto impacto se han incrementado al grado que estos hechos se registran de manera casi cotidiana a consecuencia, supuestamente, de las violentas prácticas de organizaciones delictivas que operan en esa zona: Ejecutan a otro hombre en Zacatlán

Según datos del Semáforo Delictivo Estatal, en Zacatlán los delitos de mayor incidencia son homicidio, robo de vehículo, extorsión y violación, aunque también alcanzan cifras altas los crímenes de lesiones y violencia intrafamiliar.

VIOLACIONES, ROBOS, HOMICIDIOS, LESIONES

Lamentablemente la incidencia de estos delitos genera que el encanto de este famoso pueblo mágico se disuelva entre carpetas de investigación y denuncias justo cuando restan pocos días para que el año termine y cuando la afluencia turística está en su apogeo. En ese sentido, en la tierra de las manzanas se han abierto 15 denuncias por asesinatos violentos entre enero y octubre de este año, de acuerdo a la incidencia delictiva de la Fiscalía General del Estado (FGE).

Otro delito con números altos es el robo de vehículo, en promedio los ladrones se apoderan de diez autos al mes, 2.5 por semana; muchos de ellos propiedad de los turistas que llegan de paseo. La FGE lleva un recuento de 80 unidades robadas en los primeros 10 meses del año, mientras que la cifra de lesiones dolosas es de 62: Ejecutan a un hombre a balazos en Zacatlán

El indicador estatal señala que, de enero a octubre de este año, 80 autos fueron robados: En enero se reportaron ocho, febrero 9, marzo 8, abril 6, mayo 6, junio 7, julio 10, agosto 4, septiembre y octubre cerraron con once mensuales.

El semáforo delictivo también mantiene en color rojo el delito de violación, con un total de 19 denuncias, 15 simples y 4 equiparadas, pero todas trágicas y que pueden desembocar en hechos peores, como lamentablemente le tocó comprobarlo a una mujer el pasado 19 de noviembre, cuando fue degollada por tratar de defender a su hija, que en pleno centro de Zacatlán era violentada por la ex pareja: Muere degollada en pleno centro de Zacatlán por la ex pareja de su hija

Desde luego que la ola de violencia en Zacatlán no inició el 15 de octubre y tampoco se puede culpar de ella a José Luis Márquez Martínez y su administración, que llevan menos de dos meses en funciones. Pero a ellos les toca enfrentarla y los prestadores de servicios necesitan que, ya, empiecen a aplicar estrategias de seguridad que sí funcionen.

EL ABORRECIBLE ASESINATO DE MARÍA DE LA PAZ MARTÍNEZ LARA

Otro presidente municipal de la Sierra Norte que, al parecer, tampoco ha podido con la inseguridad es Rogelio López Angulo, el de Huauchinango, cuyos ciudadanos –que ya están curtidos en cuanto al tema de la violencia- quedaron impactados el pasado 29 de noviembre por el homicidio de una mujer de la tercera edad, María de la Paz Martínez Lara.

Lo que se comenta es que no fue un asalto el móvil de ataque, como en un principio se manejó, sino que lo sucedido en la junta auxiliar Venta Grande se habría motivado por un asunto de problemas en la disputa de una propiedad: En presunto robo, asesinan a balazos a mujer en Huauchinango

Información recabada por mi compañero Abelardo Domínguez apunta a que en el hecho delictivo registrado en el domicilio marcado con el número 39 de la calle Ignacio Zaragoza él o los presuntos agresores no robaron nada y únicamente utilizaron la camioneta Renault Duster color café, propiedad de la víctima, para huir del sitio.

La mujer, de aproximadamente 80 años de edad, fue agredida con un arma blanca, que le provocaron tres lesiones mortales en el área del pecho y cuello que terminaron por quitarle la vida en cuestión de segundos. Fuentes policiales confirmaron que la camioneta Renault Duster fue localizada abandonada en un paraje de la comunidad de Ocojala, en el municipio de Chignahuapan.

PASITA, LA DE LA IGLESIA Y LOS POSTRES

La unidad quedó a resguardo de la Fiscalía, cuyos agentes realizan las indagaciones que puedan completar la carpeta de investigación sobre el homicidio. María de la Paz, o “Pasita” como la conocían en la comunidad, era amable y participativa, se ganó el aprecio de la gente desde que llegó a vivir a esa casa propiedad de su hermano, el padre Abraham (qepd), ampliamente conocido en varios municipios de la Sierra Norte donde predicó la religión católica.

La gente relata que a la víctima “le gustaba asistir al Centro Comunitario para formar parte de los talleres de repostería que ahí se llevan a cabo. Ahí aprendió a hacer galletas y postres que ofrecía en el pueblo y bajaba a vender a la cabecera municipal, además de participar en las clases de zumba en las que mostraba su talento para bailar” refieren.

La tarde del crimen, cuando los vecinos vieron las patrullas afuera de la casa, pensaron que había muerto por causas naturales, jamás imaginaron que la habían matado. Una mujer señala que, al correrse el rumor sobre el supuesto robo y las detonaciones de arma de fuego, no se podía creer lo sucedido, sobre todo porque “Pasita” no se metía con nadie.

En Huauchinango se clama justicia por la fallecida, piden se agilice la investigación y se detenga a los criminales, solamente así doña Paz podrá descansar, aunque en el pueblo será difícil resanar el vacío que su muerte ha desatado en quienes la conocían y apreciaban.