IBERO, SEDESA y SNTSS lanzan curso ‘Atención a salud mental frente a pandemia de la COVID-19’

Staff/Rossi

  • El objetivo general del curso es fomentar la salud mental del personal de salud en el contexto de la contingencia sanitaria

La Universidad Iberoamericana Ciudad de México, la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (SEDESA) y el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) lanzaron el curso Atención a la salud mental frente a la pandemia de la COVID-19, que coordinó la Universidad y en cuyo proceso de diseño y elaboración participaron especialistas en salud mental del Departamento de Psicología de la IBERO, del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz y del Hospital General Dr. Manuel Gea González.

En el lanzamiento del curso, acontecido en las instalaciones del SNTSS, la Dra. Alma Polo Velázquez, directora de la División de Estudios Sociales de la Iberoamericana, dijo que el objetivo general de esta capacitación es fomentar la salud mental del personal de salud, en el contexto de la contingencia sanitaria. Como objetivos específicos, se busca sensibilizar y detectar las condiciones vinculadas al malestar psicológico, y prevenir el deterioro psicológico a través de estrategias que favorezcan la resiliencia.

El curso -que será a distancia- abarcará tres temas fundamentales: desgaste emocional y ocupacional, duelo y violencia; por ser las condiciones psicológicas que han mostrado mayor afectación en el personal de salud durante la pandemia.

La Dra. Polo detalló que, en desgaste emocional y ocupacional, se abordará la afectación psicológica, revisando conceptos como burnout, identificación de síntomas y signos del desgaste, y promoviendo la reflexión acerca de “qué podemos hacer para cuidarnos”.

En duelo, se identificarán los componentes de este proceso psicológico natural ante la pérdida, para estar alerta a detectar condiciones de riesgo y proporcionar estrategias y rituales alternativos para afrontar las pérdidas en esta situación de pandemia. Y en violencia, se fomentará la comprensión de qué es y cómo afecta, dando estrategias de protección y habilidades para lidiar con el estrés, “sin dañarnos o dañar a otros”.

El curso cuenta con dos ejes transversales: resiliencia y tamizaje. Resiliencia, porque se quiere que su orientación esté enfocada principalmente al autocuidado del personal de salud y al fomento de estrategias de resiliencia, para que cuenten con las herramientas básicas necesarias para poder enfrentar de manera saludable las diversas situaciones críticas y, posteriormente, puedan transferir a los y las pacientes y sus familiares los conocimientos, habilidades y competencias adquiridas

Adicionalmente, a través de infografías se brindará información y bibliografía relevante que se pueda consultar posteriormente, y también se proporcionarán directorios actualizados con instituciones y espacios a dónde recurrir o canalizar en busca de ayuda especializada. El fomento de valores como respeto, tolerancia, empatía y responsabilidad, están incluidos en este primer eje transversal.

El objetivo del tamizaje es identificar los niveles de desgaste ocupacional (en sus tres dimensiones: agotamiento, despersonalización e insatisfacción), estrés, ansiedad y depresión, originados por la pandemia de COVID-19, factores de riesgo y protección a la salud mental, consumo de alcohol e ideación suicida. Finalmente, la doctora Polo subrayó la importancia del trabajo conjunto y articulado entre las universidades y el sector salud, para enfrentar problemas complejos.

Por su parte, la Dra. Lilia Elena Monroy Ramírez de Arellano, directora de Formación, Actualización Médica e Investigación de la SEDESA, recordó que el 30 de marzo la pandemia de COVID-19 fue declarada emergencia sanitaria en México, y desde entonces el Gobierno de la Ciudad de México puso en marcha acciones para la atención de la pandemia, priorizando la población susceptible y fortaleciendo al sistema de salud local.

Mencionó: “Está de más decir que en nuestra casa, el sector salud, hemos tenido nuestros propios retos”; y uno de estos nuevos desafíos es la capacitación, “cómo preparar al personal de atención a la salud en medio de la crisis, de las olas, de los reclamos, de los ruegos, de la muerte”.

El curso Atención a la salud mental frente a la pandemia de la COVID-19, indicó, es una muestra pequeña, pero significativa, del esfuerzo que instituciones del sector salud y educativo de la Ciudad de México se han empeñado en llevar a buen puerto y, destacó, “aprendimos todos que la solidaridad y trabajar por el bien común será siempre una gran oportunidad para construir mejores condiciones para todos”.

La Dra. Nayeli Fernández Bobadilla, secretaria de Acción Femenil del Comité Ejecutivo Nacional del SNTSS, compartió que en una revisión sistemática sobre el impacto psicológico de la COVID-19 en los profesionales de la salud en la primera línea de atención en el ámbito occidental, se refirieron niveles moderados altos de estrés, ansiedad, depresión, alteración del sueño y burnout.

Agregó que, esa revisión sitúa la ansiedad entre el 23 y el 44% de los trabajadores en primera línea, que las manifestaciones de estrés están presentes en el 68% de los trabajadores de la salud y la depresión en un 23% de los profesionales, siendo más patente entre las mujeres, en especial las enfermeras, esto, tomando en cuenta la alta feminización del sector sanitario, por lo que consideró, “las medidas de apoyo, intervenciones, para disminuir el impacto psicológico, también tendrían que incluir la perspectiva de género”.

Junto con las personas citadas, en el lanzamiento del curso también formaron parte del presídium: el Dr. Arturo Olivares Cerda, secretario General del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS); la Dra. Rosaura Ruíz Gutiérrez, secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación del Gobierno de la Ciudad de México; y el Lic. Rafael Maauad Abud, director del Centro Nacional de Capacitación y Calidad del SNTSS, quien detalló que tras un primer cierre de inscripciones se tiene un registro, “con nombre, matrícula y adscripción, de 5 mil 670 compañeras y compañeros”.

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