Hipólito Contreras
El Parque Nacional de la Malinche, declarado así en 1938, tiene una superficie superior a las 46 mil hectáreas, es compartido por los estados de Puebla y Tlaxcala, es el principal abastecedor de agua para la capital de Puebla, forma parte de la cadena montañosa del Popo e Izta. Es el cuarto Volcán en el estado y está a cuatro mil 420 metros sobre el nivel del mar.
La tala incontrolada, la contaminación del agua, los incendios forestales, han sido los peores enemigos de la Malinche, principalmente en la parte de Puebla, problema que afectan no sólo el abastecimiento de agua en la capital sino la calidad de la misma, la acumulación de residuos peligrosos está dañando los mantos freáticos del valle de Puebla.
La Malinche representa agua y oxígeno para la capital
El parque representa para la entidad la posibilidad de tener agua, oxígeno, una flora endémica importante, desde el punto de vista económico representa un ingreso por el potencial turístico.
Uno de los problemas que enfrenta la montaña es la extracción de carbón por parte de campesinos de la región, porque si bien esto les representa un ingreso, el bosque es afectado porque es una tala constante durante todo el año.
Fabián Baltasar Nieto, investigador del Colegio de Postgraduados, afirmó que es necesario regular esta actividad de los carboneros, los que bajan todos los días de la montaña con su cargamento de carbón mismo que se comercializa en los mercados de la capital.
Se requiere un manejo integral de la montaña
Destacó que se requiere un manejo integral de la montaña, es necesario que se metan recursos para proteger los recursos de la misma, su bosque, fauna y el agua.
Consideró que en los últimos cincuenta años la Malinche ha perdido hasta el 50 por ciento de sus bosques, y se sigue perdiendo por las diferentes actividades que se realizan tanto por la cuestión agrícola como la tala de árboles.
Impacto del crecimiento de la mancha urbana
Reconoció que se han hecho algunas acciones por parte del gobierno federal y estatal pero no han frenado los daños, el crecimiento demográfico ha provocado asentamientos humanos en la zona de Canoa la grado de que ya no hay espacios libres, los programas de reforestación no han logrado su objetivo ya que no hay cuidado de las plantaciones, los arbolitos se mueren.
Hay que pensar en un plan integral en donde la población esté involucrada, si esta no participa, las acciones que se desarrollan no funcionan, hay que pensar por ejemplo en el empleo temporal.
Menos agua para la capital
Destacó que como consecuencia de la deforestación llueve cada vez menos en la montaña, hay menos agua en el subsuelo, menos agua para la capital y la zona metropolitana, esto ha generado una escasez de agua en la capital.
Comentó que los daños mayores a la montaña están del lado de Puebla por el crecimiento de la mancha urbana, en la parte de Tlaxcala hay más bosque pese a que hay más comunidades.
Gran parte de la Ciudad de Puebla y su zona metropolitana depende de la Malinche como fuente abastecedora de agua a través de los pozos, otra parte del agua viene de la zona de Nealtican que forma parte del Izta-Popo.
Reiteró que se requiere de un plan integral participativo con la población de Canoa y municipios conurbados como Amozoc, Acajete, Tepatlaxco, para darle sostenimiento a las acciones.
Afirmó que los mayores daños que se causan a la Malinche, es la tala incontrolada, la actividad de los carboneros y agrícola, otro factor es el crecimiento de la población que va hacia la montaña.
Indicó que dentro de las acciones que hay que realizar en la Malinche es regular la actividad de los carboneros para que cuiden el bosque, debe de haber un reglamento, norma, con el fin de proteger el bosque.
Su actividad, dijo, no se les puede prohibir, es una forma de vida, pero sí regular, lo que debe hacer es un manejo sustentable del bosque.
La gente de allá, afirmó, depende de la montaña, por lo que deben cuidarla, para la ciudad es una fuente de vida por al agua, el oxígeno, el paisaje, somos parte del problema por lo que tenemos que participar como citadinos con alguna aportación para cuidar el bosque de la Malinche.
2 mil hectáreas de ejido y propiedad privada en la Malinche
Por la parte de los ejidatarios de Canoa se asegura que no hay tala sino conservación de los bosques, sólo se aprovechan los árboles maduros.
Clemente Tlaxca Pérez, presidente del comisariado ejidal, indicó que el ejido de Canoa tiene unas 500 hectáreas, de propiedad va de 1500 a 2 mil hectáreas, el cultivo principal es el maíz de temporal, la producción promedio es de 4 a 5 toneladas por hectárea.
Explicó que la producción tiene un costo alto, hay que pagar tractor, fertilizante, éste cuesta casi 500 pesos el bulto, una hectárea se lleva seis bultos, el maíz se los pagan a 6 pesos el kilo, pero a veces baja hasta 4 pesos, la ganancia es mínima. En Canoa la gente se defiende un poco más con la venta de gorditas, esto les deja más ganancia.
El clima, señaló, ha cambiado mucho desde hace muchos años, no hay tala como tal, vamos quitando uno que otro árbol, se usa como leña para bañarse, para hacer tortillas, al bosque lo cuidamos, pero no todo el tiempo porque tenemos que trabajar.
Antes, dijo, había especies de animales como coyotes, víboras, aves como zopilotes y otras. Afirmó que el programa federal Sembrando Vida no se aplica en Canoa, nadie les ha informado del mismo, consiste en reforestar mediante un apoyo económico, “aquí hay mucha gente sin empleo, necesitamos apoyos del gobierno”.
EN LA MALINCHE SE PUEDEN REFORESTAR 35 MILLONES DE ÁRBOLES
El gobierno federal a través de la CONAFOR, Secretaría de Agricultura, SEMARNAT, PROFEPA, no tiene un solo programa de bienestar, el programa Sembrando Vida para sembrar árboles no funciona. La Malinche tiene una capacidad para que pueda ser reforestada con 35 millones de árboles, afirmó Rafael Cabrera Cruz, dirigente social en la zona de la Resurrección.
Si no hay árboles no hay agua, ni oxígeno, expuso, una sola planta pequeña genera mucho oxígeno, las autoridades del municipio deben autorizar obras, uso del suelo, permisos de negocios con la obligación de que tengan plantas, macetas, señaló.
Consideró que debe haber plantas en las azoteas, techos, barandales, bacones, patios, banquetas, con árboles, para combatir el efecto invernadero.
La Malinche, dijo, es la montaña más grande que tiene Puebla y que comparte con Tlaxcala, se pueden sembrar ahí de 35 a 40 millones de árboles.
Indicó que la organización de leñeros y carboneros de la Malinche siempre están preocupados con la ecología, las dependencias sólo sirven para extorsionara a los campesinos que venden carbón y tierra para maceta, los detienen.
El gobierno no tiene ningún plan para regenerar y dar una solución al cambio climático, afirmó, sólo detienen a los campesinos, ellos son los que cuidan más la ecología, lo que pido es que los dejen trabajar y que funcione el programa Sembrando Vida.
Aseguró que Protección Civil del municipio y del estado no funcionan, cuando se presentan incendios en la montaña, tardan más de 4 horas en llegar.
Indicó que municipios como Acajete, Tepatlaxco, están organizados para combatir incendios en la Malinche, “lo que pedimos es que el gobierno se ponga sembrar vida como dice el programa, no nos han dado nada, a nadie tienen ocupado para combatir incendios o sembrar árboles, no hay reforestación”.
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