En el frente de batalla; Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias

Aunque la pandemia de 2009 curtió al INER, su lucha actual es contra un virus mucho más agresivo. Excélsior recorrió las áreas donde atienden a enfermos críticos de covid-19

Excélsior

En el INER no lo dudan: la actual pandemia es mucho peor que la de la influenza.

La alta carga de trabajo, el estrés, el miedo de los pacientes y el escepticismo de un sector de la población que no acata las medidas preventivas complican la labor de un equipo curtido en la atención de virus letales, como el ébola.

En exclusiva, Excélsior recorrió el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, reconvertido hoy en la mayor área de terapia intensiva de Latinoamérica para tratar el coronavirus.

Su personal coincide en que el covid-19 se contagia más que el AH1N1, al que combatieron hace 11 años. Esa lucha dejó experiencias valiosas. Por ejemplo, en la protección personal ponen más énfasis en los ojos.

Tenemos que ser más estrictos porque las cargas virales son más altas, tenemos muchos más pacientes”, explicó Édgar Sevilla, presidente del Comité de Bioseguridad del INER.

También, a diferencia de hace una década, hoy hay mayor capacidad de respuesta médica y plataformas de comunicación más veloces que ayudan a organizar el sistema de salud.

EL INER LUCHA CONTRA SU SEGUNDA PANDEMIA

El Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) Ismael Cosío Villegas es referente por su papel en la atención de la pandemia del 2009 de influenza AH1N1 y ahora contra el covid-19, por el cual reconvirtió sus instalaciones en la mayor área de terapia intensiva de México y Latinoamérica.

Médicos, enfermeras y químicos que trabajan en este instituto nacional, fundado en 1936 por el entonces presidente Lázaro Cárdenas, como el Sanatorio para Enfermos Tuberculosos en Huipulco, coinciden que la influenza de hace una década les brindo la experiencia para poder actuar contra la enfermedad del covid-19, pero el virus SARS-CoV-2, que originó esta pandemia, es mucho más contagioso y de mayor impacto por la enorme cantidad de pacientes.

Excélsior hizo un recorrido por el INER donde actualmente hay 130 camas destinadas a la atención de pacientes con covid-19, de las cuales, 102 son para pacientes que están con apoyo mecánico ventilatorio, es decir, el 78.46% de su capacidad en terapia intensiva.

Acompañados por personal de bioseguridad y con el Equipo de Protección Personal certificado, se conoció una parte del área de terapia intensiva y de la rutina de médicos y enfermeras de la Unidad Crítica de Cuidados Postquirúrgicos, adaptada para terapia intensiva, en donde se atiende a 18 pacientes cuyas edades son de 35 a 55 años.

Édgar Sevilla, presidente del Comité de Bioseguridad del INER, tiene en su experiencia haber colaborado en el reto de 2009 y, de nueva cuenta, es encargado de implementar los protocolos y el uso de Equipo de Protección Personal, para que los trabajadores atiendan a los pacientes desde que son entrevistados, se toman sus pruebas, el análisis en el laboratorio, hasta el cuarto de batalla en terapia intensiva.

El especialista en seguridad consideró que la influenza AH1N1 los preparó en la capacitación contra las pandemias. Dijo que en INER también se previno la pandemia del virus del ébola (2014-2016) que mantuvo en la incertidumbre al mundo.

José Luis Sandoval Gutiérrez, subdirector de Servicios Auxiliares de Diagnóstico y Paramédicos, destacó que, a diferencia de hace una década, ya existe una mayor capacidad de respuesta médica y hoy el mundo cuenta con plataformas de comunicación más veloces que han contribuido en la atención y organización del sistema de salud de manera más oportuna.

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