Roberto Desachy Severino
Uno de los principales impulsores de Luis Miguel Barbosa Huerta en el Congreso de Puebla, Emilio Maurer Espinosa, carga con antecedentes muy graves de “marinismo agudo”, como quedó demostrado en el 2007, cuando el hoy diputado local ayudó al “Góber Precioso” a quedarse con el equipo de fútbol a través del “empresario” favorito de Mario Marín Torres, Ricardo Henaine.
La historia no tiene pierde: en el 2007 Mario Marín Torres estaba en la plenitud de su poder y – pese al escándalo internacional por el ataque a Lydia Cacho- quería apoderarse del equipo de fútbol Puebla de la Franja, de los camoteros, que en ese tiempo eran propiedad de Francisco Bernat.
Bernat tuvo el desatino de incluir como socio minoritario de la escuadra al ex dueño de la misma, Emilio Maurer Espinosa, quien –a la cabeza de un grupo de inversionistas- obtuvo el 37 por ciento del conjunto de los Camoteros. En aquél tiempo, con José Luis Sánchez Solá como director técnico, el equipo iba bien, llegó a la liguilla y el “Góber Precioso” vio al Puebla como una oportunidad no solamente de ganar popularidad política y recomponer su pésima imagen nacional, sino también para ganar dinero.
El Puebla FC necesitaba inversionistas y, a través de Emilio Maurer Espinosa, Mario Marín Torres presionó a Francisco Bernat para que aceptara como socio a Ricardo Henaine, según lo relata esta nota informativa de Proceso: Accionistas de Puebla buscan dejar atrás desencuentros“Accionistas del Puebla buscan dejar atrás desencuentros”.
PRIMERO MARINISTA Y LUEGO MORENOVALLISTA
Como Emilio Maurer estaba (y está) declarado “Non Grato” en la Federación Mexicana de Fútbol, puso sus acciones a nombre del hijo, Juan Carlos Maurer Bretón, y comenzó a amenazar a Francisco Bernat con que, si no aceptaba como socio al marinista Ricardo Henaine, él y sus allegados abandonarían a la Franja.
Francisco Bernat cedió a las presiones y, como todo el mundo sabe, Ricardo Henaine lo despojó de la escuadra camotera con argucias legaloides…hasta que el ex gobernador Rafael Moreno Valle le quitó al empresario marinista no solamente el conjunto de fútbol, sino todas las prebendas que había obtenido de Mario Marín y Melquiades Morales, como el manejo del aeropuerto y el edificio público donde estaba las oficinas del periódico de Henaine, El Heraldo de Puebla.
Para ese entonces, según la cadena internacional deportiva ESPN, Emilio Maurer ya se había desmarinizado y vuelto morenovallista, debido a que defendió el hecho de que Moreno Valle le había quitado a Ricardo Henaine el negocio del deporte, el aeropuerto y el inmueble: Maurer: ‘Puebla no desaparecerá’
Ahhh, qué don Emilio tan casquivano en sus afectos políticos, futbolísticos y personales. Sin duda que, como precandidato de Morena a la gubernatura, Luis Miguel Barbosa debiera elegir mejor a sus promotores.