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Las vacunas salvan millones de vidas cada año y funcionan entrenando y preparando las defensas naturales del cuerpo, el sistema inmunológico, para reconocer y combatir los virus y bacterias a los que atacan. Si el cuerpo se expone posteriormente a esos gérmenes que causan enfermedades, entonces está inmediatamente listo para destruirlos y prevenir enfermedades.
En medio de la pandemia actual, las vacunas son vitales no solo para salvar vidas, sino también para prevenir los efectos a largo plazo del COVID-19, que apenas los científicos comienzan a comprender.
Actualmente el número de vacunados contra la enfermedad ya supera el número de casos nuevos, estas son buenas noticias, pero la proporción de personas protegidas por ahora alcanza aproximadamente solo el 1,5% de la población de los países de Europa donde ya se ha comenzado un programa de inmunización, por ejemplo.
Mientras avanzan las campañas de vacunación para los trabajadores de salud y los grupos de alto riesgo alrededor del mundo, las medidas de salud como utilizar mascarilla, mantener el distanciamiento físico, evitar multitudes y lavarse las manos continúan siendo la herramienta más fuerte para disminuir los contagios y a la vez evitar que aparezcan nuevas mutaciones, posiblemente más peligrosas, del virus SARS-CoV-2.
Pero ¿y qué pasa con las personas que ya han sido vacunadas?, ¿ya pueden volver a su vida “normal”?. Esto es lo que dicen dos expertas de la Organización Mundial de la Salud.
¿Cuándo se activa la inmunidad y cuánto tiempo protegerá al vacunado y a los demás?
Las vacunas aprobadas actualmente contra el COVID-19 son todas de dos dosis. Después de la primera dosis, existe una buena respuesta inmune que se activa aproximadamente dos semanas después de ser aplicada.
Sin embargo, es realmente la segunda dosis la que luego aumenta esa respuesta inmune y la inmunidad ya adquirida se vuelve aún más fuerte después de su aplicación dentro de un período de tiempo más corto.
“Todavía no sabemos cuánto tiempo dura la inmunidad de las vacunas que tenemos a mano en este momento. Estamos siguiendo a las personas que han recibido vacunas para averiguar si su respuesta inmunitaria es duradera y para saber el tiempo durante el cual están protegidas contra la enfermedad. Así que realmente tendremos que esperar a que pase el tiempo para ver cuánto dura la efectividad de estas vacunas”, explica la doctora Katherine O’Brien, experta en vacunas de la OMS.
Después de ser vacunado, ¿puedo contraer COVID-19 y también puedo infectar a otros?
Los ensayos clínicos demostraron que las vacunas protegen a las personas contra el desarrollo de la enfermedad de COVID-19, que puede ser leve, moderada o grave.
Lo que aún no se sabe de los ensayos clínicos es si las vacunas también protegen a las personas de simplemente infectarse con el virus SARS-CoV-2 y si protegen o no contra la transmisión a otra persona.
“Entonces, esta es una parte realmente importante de nuestra comprensión sobre lo que hacen estas vacunas. ¿Solo protegen contra enfermedades o también protegen contra la infección y la transmisión a otra persona, incluso si no tiene ningún síntoma?”, explica O’Brien.
¿Por qué es necesario continuar con las precauciones incluso después de la vacunación?
La comprensión científica del efecto de las vacunas va evolucionando a medida que surgen más estudios.
“Estamos aprendiendo sobre la protección de las vacunas y una cosa que está clara es que la mayoría de los ensayos clínicos han reportado una protección contra la enfermedad grave que significa hospitalización y muerte. Y en los ensayos clínicos que se han realizado hasta ahora con los siete u ocho candidatos que conocemos, no ha habido ningún caso de muerte o caso grave en el grupo de los vacunados, sin importar cuál recibieron”, asegura la científica jefa de la OMS, la doctora Soumiya Swaminathan.
La experta explica que recientes informes indican que aquellos que han sido vacunados y se infectan podrían tener una carga viral menor, y, por lo tanto, menos posibilidades de infectar a otros.
“Pero hasta que no sepamos completamente sobre esto, es importante que las personas, incluso después de la vacunación, tomen precauciones, usen una mascarilla, se laven las manos, y mantengan el distanciamiento físico, porque incluso si tienen una infección asintomática y puede que no se enfermen porque recibieron la vacuna, aún podrían portar el virus y contagiarlo a otras personas. Por tanto, debemos asegurarnos de controlar la propagación de la infección”, afirma Swaminathan.
La doctora O’Brien por su parte ha recordado que además tampoco ninguna vacuna es 100% eficaz.
“Ahora es el momento de intensificar todas las medidas de protección, mientras se distribuyen las vacunas, porque cuanto más circule el coronavirus más posibilidades hay de que mute a una variante que responda peor a las vacunas”, dice.
Y, ¿entonces para qué vacunas si tenemos que seguir tomando precauciones? ¿O será solo un tiempo?
Ahora mismo, el mundo se encuentra en una situación en la que todavía hay una transmisión muy amplia en muchos países, es decir, aún está fuera de control, explica la experta Katherine O’Brien.
“Por lo tanto, el tiempo que necesitemos para continuar con estas precauciones dependerá realmente de lo que las comunidades y los países puedan hacer para realmente aplastar este virus, para acabar con la transmisión. Y de esa manera, las vacunas pueden hacer un mejor trabajo para prevenir la enfermedad”, agrega.
O´Brien señala que tampoco existen pruebas todavía para usar la vacuna en algunos grupos de edad, como por ejemplo los niños.
“Así que, por el momento, esos grupos de edad seguirán estando en riesgo de contraer enfermedades e infecciones y podrán transmitirlo a otras personas”.
Otra razón para cuidarse es que las vacunas escasean, por lo que todavía no hay suficientes en la comunidad para proteger a todos.
“¿Por cuánto tiempo debemos continuar esas intervenciones? El tiempo lo dirá. Una vez que tengamos una amplia cobertura de vacunación en la comunidad, cuando sepamos más sobre lo que realmente puede hacer la vacuna para prevenir la infección, y podamos comenzar lentamente a quitar el pie del pedal de estas otras intervenciones y asegurarnos de que la transmisión, nuevamente, no ocurra”, concluye O’Brien.
Recomendaciones de las vacunas
Hasta la fecha, El Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización de la Organización Mundial de la Salud (SAGE por sus siglas en inglés) ha emitido recomendaciones para tres vacunas específicas: Pfizer, Moderna, y Oxford/AstraZeneca.
Para los tres productos, la recomendación ha sido la misma: no existen datos sustantivos relacionados con el impacto en la transmisión o la diseminación viral. La inmunidad persiste durante varios meses, pero aún no se conoce la duración completa, por lo tanto, deben seguirse utilizando las medidas de salud.
Mitos y respuestas sobre las vacunas
Hay muchos rumores y mitos sobre las vacunas y COVID-19 que circulan en redes sociales, y han hecho a las personas reacias a aplicárselas a pesar de que científicamente se ha comprado que son seguras y efectivas, la doctora O’Brien respondió sobre algunos.
Las vacunas causan infertilidad
“Las vacunas que administramos no pueden causar infertilidad. Este es un rumor que se ha difundido sobre muchas vacunas diferentes y no hay nada de cierto en el rumor. No existe una vacuna que cause infertilidad”.
Las vacunas cambian el ADN
“Hemos escuchado mucho este rumor. Ahora tenemos dos vacunas que se conocen como vacunas de ARNm, y no hay forma de que el ARNm pueda convertirse en ADN. Y no hay forma de que el ARNm pueda cambiar el ADN de nuestras células humanas.
¿Qué es el ARNm?, son las instrucciones al cuerpo para producir una proteína. La mayoría de las vacunas se desarrollan al administrar una proteína o un componente pequeño y diminuto del germen contra el que estamos tratando de vacunar. Y este es un nuevo enfoque en el que, en lugar de dar esa pequeña parte, simplemente le damos las instrucciones a nuestros propios cuerpos para hacer esa pequeña parte y luego nuestro sistema inmunológico naturalmente responde a ella”.
Los químicos de las vacunas son peligrosos
“Las vacunas que tenemos son vacunas seguras. Todos los componentes que forman parte de las vacunas se someten a pruebas rigurosas para garantizar que todo lo que contiene, en la dosis que contiene, sea seguro para los seres humanos.
Las vacunas contienen una serie de elementos diferentes y cada uno de ellos se prueba. Antes de que se administren a un ser humano, se prueban en animales y se prueban para detectar cualquier tipo de problema en el animal. Y solo entonces entran en seres humanos, donde realizamos pruebas en ensayos clínicos con decenas de miles de personas que reciben las vacunas antes de que se autoricen para su uso en el público en general.
Y la seguridad es la parte más importante de esos ensayos clínicos. Cada vacuna pasa por una evaluación de seguridad para asegurarse de que sea segura antes de que se use en el público en general. Además de eso, la fabricación de las vacunas tiene una supervisión constante de la calidad, de modo que se garantiza que cada ingrediente que se incluye en la vacuna sea de la más alta calidad y seguro para su uso en humanos”.
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