La vacuna de la COVID-19, una carrera de fondo

Universitat Oberta de Catalunya

En plena crisis de la COVID-19, las empresas farmacéuticas se encuentran en el punto de mira a escala mundial. ¿Cuándo tendremos lista la vacuna que nos inmunice del coronavirus? La genetista Gemma Marfany firma un artículo en el que explica el estado actual de la investigación de vacunas en el mundo y expone las razones por las que la diversificación de esfuerzos en este campo se vuelve tan importante. En resumen, hoy en día, hay más de 90 grupos de investigación a escala mundial que se encuentran haciendo investigación avanzada contra el SARS-CoV-2, tanto en el ámbito público como privado, estas últimas constituidas principalmente por las empresas farmacéuticas.

La industria farmacéutica se caracteriza por ser fuente de ciencia, investigación e innovación de productos. En los últimos años, la tendencia del sector farmacéutico a nivel mundial ha ido enfocada hacia una fuerte concentración de las empresas, mediante un conjunto de fusiones y adquisiciones que ha trastornado el sector. El objetivo: conseguir medicamentos innovadores de compañías que tengan una cartera de productos en investigación atractiva.

Según datos del informe Top 100 Companies: Pharma & Biotech referido a marzo de 2019, el mercado de las 100 primeras empresas farmacéuticas y de biotecnología del mundo, por volumen de facturación, estaba dominado por los Estados Unidos, China, y Japón. España está representada por Grifols (posición 35) y Almirall (posición 88).

En el gráfico siguiente se puede visualizar una representación de la localización de estas empresas a nivel mundial. Se puede destacar la poca presencia de empresas en África o en América Latina, mientras que Europa representa una tercera parte del total

El proceso de desarrollo de una vacuna

Pero, ¿cuál es el proceso para desarrollar una vacuna efectiva para hacer frente al SARS-CoV-2? Podríamos llegar a tener una a finales de este año, tal como prevén los laboratorios y la OMS? Siempre hemos sabido que hacer un medicamento o una vacuna conlleva un proceso muy largo. ¿Por qué ahora parece que la conseguiremos en un tiempo récord?

Aunque existen diferentes tipos de vacunas, el funcionamiento es, en todos los casos, muy similar: se trata de exponer el organismo a dosis seguras del virus, por lo que el sistema inmunológico lo reconozca y tenga disponible un mecanismo de defensa ante un posible contagio. Para una mejor comprensión del proceso y de la ya conocida como «carrera» para el hallazgo de la vacuna SARS-CoV-2, se puede consultar un artículo de Nature con una guía gráfica de todas las etapas que conlleva una búsqueda de estas dimensiones. Las diferencias del tiempo de aprobación de una vacuna tiene diferentes causas, entre las que destacan que los requisitos reguladores a escala mundial no están armonizados y los cronogramas de revisión pueden variar significativamente de un país a otro.

Por su parte, la Revista Vacunas explica en un artículo publicado recientemente, el esquema secuencial tradicional para obtener una vacuna. Según la publicación, el esquema tradicional para su obtención es de entre 5-10 años. Entonces, ¿cómo es posible que las previsiones sean que en dieciocho meses tengamos una disponible? El trabajo de Urbiztondo, Borràs y Miranda explica como una posible razón la creación de organizaciones, como la Coalition for Epidemic Preparedness Innovation (CEPI), que, con el objetivo de dar respuesta a desafíos como los de la actual pandemia, tienen como misión acelerar el desarrollo de las vacunas y permitir un acceso equitativo para las personas durante los brotes de las enfermedades infecciosas. Además, justifican que «ante el esquema clásico de desarrollo de vacunas, las estrategias actuales consisten en desarrollar diferentes fases en paralelo, en lugar de hacerlo de forma secuencial, hacer uso de múltiples plataformas tecnológicas, algunas todavía no autorizadas para la vacuna que se pretende producir, e iniciar el desarrollo clínico sin haber completado la experimentación en animales «.

Según confirma la CEPI, el desarrollo de una vacuna tendrá un coste estimado de 2.000 millones de dólares en los próximos 12 a 18 meses, habiendo destinado, hasta el 10 de mayo de 2020, 924 millones de dólares a este fin. A fecha 16 de marzo de 2020 la hoja de ruta y la estimación de costes de la vacuna.

En todo caso son datos que cambian rápidamente. El camino de creación de una vacuna, como se ha mencionado anteriormente, depende del desempeño escrupuloso de la legislación sanitaria de cada país y de las directrices de la OMS.

La siguiente infografía de Statista muestra las empresas que cuentan con un mayor volumen de negocio procedente de la comercialización de vacunas según datos de la consultora Evaluate. La británica GlaxoSmithKline es el actual líder del mercado con unos ingresos de 8.326 millones de euros en vacunas en 2019. Del listado que aparece en la infografía, tan sólo Pfizer y Sinovac se encuentran inmersas en la búsqueda de la vacuna por el SARS-CoV -2.

Vacunas COVID-19 en fase pre-clínica y clínica:
Según la Organización Mundial de la Salud existen más de 100 projectes que ya han encontrado un candidato a la vacuna que se encuentran en fase pre-clínica. Con fecha 5 de mayo de 2020 hay un total de ocho proyectos que han pasado a fase clínica, es decir, haciendo pruebas con humanos. En la tabla siguiente se especifican los proyectos con las empresas y entidades desarrolladoras:

Según los expertos, hay que destacar que, a pesar de los avances, ninguna de estas vacunas en fase experimental se encontrarán en uso, al menos hasta el 2021, ya que aún quedan diferentes fases posteriores para que puedan ser aprobadas y puedan ser administradas a la población mundial.

Adicionalmente, también se están probando otros tratamientos en formato de medicamentos para la lucha contra el coronavirus. En total, hay entre 150 y 200, que se dividen entre aquellos que están destinados a impedir que el virus progrese dentro del organismo, aquellos destinados a calmar la respuesta de sistema inmunológico y los basados ​​en anticuerpos. El Remdesivir, el fármaco de la compañía estadounidense Gilead Sciences, utilizado inicialmente para el virus del ébola, ha pasado a la fase 3 como tratamiento para los pacientes más graves para la enfermedad. Rodeado de polémica para «la autorización de emergencia» que recibió por parte de la FDA de Estados Unidos (US Food and Drug Administration), la misma empresa afirma que aún no se ha probado que el medicamento sea seguro.

Intentando dar respuesta a la pregunta que planteábamos inicialmente, cuando tendremos lista la vacuna que nos inmunice del coronavirus ?, a pesar de los esfuerzos conjuntos a escala mundial con el fin de conseguirla, no parece que llegará antes de mediados del 2021 afirman los expertos Elasri y Serradell de la UOC.

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