El ‘streaming’ engancha a las teleoperadoras: por qué Netflix, Prime Video o Disney+ eclipsan a la fibra y a las llamadas

 Universitat Oberta de Catalunya

  • La práctica totalidad de las teleoperadoras, incluyendo las low cost, ofrecen ya paquetes convergentes que incluyen el acceso a alguna plataforma de vídeo bajo demanda
  • Expertos de la UOC analizan un fenómeno que ha transformado el mercado de las telecomunicaciones

Los tiempos en los que la cantidad de minutos disponibles para llamar cada mes, o los gigas de internet a máxima velocidad en el móvil marcaban la pauta a la hora de elegir una tarifa parece que han quedado atrás. Las teleoperadoras tienen cada vez menos margen para destacar en el mercado a medida que las tecnologías avanzan y las altas velocidades de conexión en fibra o telefonía móvil se extienden a una gran cantidad de usuarios. Por eso, es posible que una de las grandes batallas del momento entre teleoperadoras esté en las plataformas de streaming. Ni siquiera las compañías de bajo coste se libran de un fenómeno con muchas explicaciones, pero también dudas, sobre su evolución en el futuro.

“En un mercado tan competitivo, la inclusión de estas plataformas las ayuda a diferenciarse y a responder a la demanda de los consumidores, que buscan comodidad y una sola factura”, explica José Antonio Morán, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), y experto en telecomunicaciones. “Incluir plataformas de streaming en sus ofertas permite a las empresas promocionar sus propios servicios y desarrollar nuevas experiencias para el usuario, integrando la televisión con estas plataformas, así como otros servicios relacionados con la tecnología, como alarmas, servicios de salud, etc., que ayudan a generar un mayor volumen de negocio”, añade.

La televisión como gancho

Aunque casi todas las grandes teleoperadoras cuentan con sus propios servicios de televisión de pago, el auge de las plataformas de streaming ha terminado forzando una convergencia que puede ser vista como algo natural o, como mínimo, como un ejercicio de supervivencia. “La saturación de mercado ha complicado muchísimo la captación y retención de clientes. Con este tipo de ofertas, ambas partes ganan: las teleoperadoras completan su oferta y las plataformas amplían la base de usuarios de sus productos”, apunta Elena Neira, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC, y experta en plataformas de vídeo bajo demanda (VoD).

Las plataformas de televisión de las teleoperadoras, como Movistar+, Orange TV o Vodafone TV, son clústeres de canales de pago de emisión lineal que heredan el modelo que popularizaron en España en los años 90 Canal Satélite Digital y Vía Digital. La tecnología ahora permite que los usuarios puedan pausar o rebobinar la emisión en directo, volver a empezar un programa desde el principio sin importar el momento, o disfrutar de todos los contenidos que se hayan emitido en los últimos siete días a la carta. También cuentan con la posibilidad de grabar programas y series en la nube para verlos a través del descodificador o, algo más moderno, en móviles, ordenadores o tabletas. Un catálogo de servicios audiovisuales que se complementa, en ocasiones, con canales y contenidos exclusivos de cada teleoperadora, y que sirven como gancho para atraer y retener a los clientes.

Sin embargo, esa primera ‘guerra’ entre plataformas, que tuvo al cine o a los deportes como elemento de disputa para destacar, está cada vez más protagonizada por la integración de plataformas de streaming. Una de las primeras en abrir la veda fue Vodafone con HBO España, con la que selló un acuerdo pionero de integración en 2016. Dos años después, Movistar integró Netflix, llevando un paso más lejos estos pactos, ya que incluyó los contenidos de la plataforma estadounidense en todo su ecosistema de televisión de pago. Ya no se trataba simplemente de permitir visualizar Netflix a través del descodificador de la teleoperadora, sino que sus contenidos aparecerían incluso en el buscador de contenidos junto con los del resto de canales propios ofertados.

En paralelo, el acuerdo entre Movistar y Netflix puso fin a una batalla que se empezaba a gestar entre las teleoperadoras y las llamadas plataformas OTT (Over The Top), ya que las primeras defendían que las segundas hacían un uso intensivo del ancho de banda de las redes de telecomunicaciones sin sufragar los costes de despliegue de fibra óptica y su costoso mantenimiento. De hecho, un informe de Sandvine cifró en casi un 66 % el tráfico de internet generado por servicios de vídeo, un porcentaje del que Netflix en solitario representaría algo más del 13 %, superando a plataformas como YouTube. “Inicialmente, las teleoperadoras se quejaban de que las OTT se beneficiaban de sus redes sin contribuir a su financiación. Esto generó tensiones y debates sobre quién debía asumir los costes de la expansión de la red para soportar el creciente tráfico de datos”, explica el profesor. “Los acuerdos entre teleoperadoras y OTT ayudan a limar asperezas en estas tensiones iniciales. A través de estos acuerdos, en el futuro las OTT podrían contribuir a la financiación de las redes, ya sea mediante pagos directos o a través de la integración en paquetes convergentes. Este es un tema en el que se tiene que seguir trabajando para que se llegue a un acuerdo justo y las OTT puedan sufragar una parte del desarrollo de infraestructuras que necesitan para la distribución de sus contenidos”, apunta.

Plataformas para todos

La integración de las plataformas en los paquetes convergentes de las teleoperadoras es una dinámica que podría entenderse como un movimiento natural. “Las teleoperadoras, sencillamente, han ampliado su base de colaboradores. En tiempos funcionaban como operadores que integraban canales premium y alquiler de películas. Ahora se han replegado en torno a las plataformas sencillamente porque se trata de unos servicios muy demandados”, asegura Elena Neira. “El auge de plataformas como Netflix o HBO Max ha transformado nuestros hábitos de consumo, y las empresas de telecomunicaciones se adaptan a ello”, añade José Antonio Morán. Pero la integración de las plataformas de streaming en los paquetes convergentes de las teleoperadoras va más allá de la mera adaptación a una dinámica del mercado. Hay beneficios tangibles en ello.

Como destaca el experto, “los paquetes convergentes hacen que los clientes sean menos propensos a cambiar de proveedor, ya que tendrían que dar de baja varios servicios a la vez”, lo cual “reduce la rotación y los costes de adquisición de nuevos clientes”. A su vez, estas integraciones “mejoran el atractivo de las teleoperadoras, al incorporar contenidos que están muy pegados a la conversación”, y lo hacen a un precio “más competitivo, ya que acostumbra a ser más asequible que la contratación por separado de cada producto”, explica, por su parte, Elena Neira. “Además, pueden acceder al contenido desde un único ecosistema, en lugar de tener que estar entrando y saliendo de aplicaciones”, añade, con lo que se gana comodidad a la hora de usar los servicios y, en cierto modo, se incentiva que el cliente contrate todas las plataformas integradas para no perderse contenidos.

En paralelo, la integración de plataformas de streaming abre la puerta a que las teleoperadoras ofrezcan otros servicios diferentes en sus paquetes. “Las operadoras de internet están ampliando su oferta de servicios para incluir áreas como la salud, los seguros, las alarmas y la energía”, destaca el profesor Morán. “El mercado de la conectividad a internet se encuentra saturado, con una competencia feroz que reduce los márgenes de beneficio. Ofrecer servicios adicionales permite a las operadoras generar nuevas fuentes de ingresos y depender menos de la venta de internet”, añade. Una evolución “de simples proveedoras de conectividad a proveedoras de soluciones integrales que satisfacen las necesidades digitales de los clientes en un mundo cada vez más conectado”, explica, y que “les permite diversificar sus ingresos, aprovechar su infraestructura, adaptarse a las nuevas demandas del mercado y aprovechar el potencial de las nuevas tecnologías” para convertirse en empresas multiservicio que han pasado de ofrecer llamadas y datos a integrar plataformas de televisión de terceros y, después, a convertirse en proveedoras de servicios digitales para una vida conectada. Las teleoperadoras del futuro seguirán evolucionando en medio de un mercado muy complejo, fragmentado, saturado y, sin embargo, prometedor.

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