Los dos Méxicos: Ricardo Homs

Los perfiles partidistas de los gobiernos que hoy ejercen el poder a lo largo del territorio nacional definen las características de nuestros dos Méxicos.

Donde aún persiste la pobreza hay oídos abiertos a las propuestas populistas de la 4T. Pero donde hay trabajo y desarrollo, el ciudadano valora su libertad y no cree en las falacias ni en las buenas intenciones.

Nuevo León, Jalisco, Chihuahua, Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes, Yucatán, Durango, Coahuila, y las alcaldías más productivas de la Ciudad de México, se han resistido a la morenización populista. Estas entidades representan las economías sustentadas en industrialización, -en cualquiera de sus facetas-, lo cual significa empleos estables y bien pagados.

En contraste, los 22 gobiernos estatales de color guinda representan los intereses de MORENA y si añadimos a este mapa geopolítico a San Luís Potosí, gobernado por el Partido Verde, suman 23.

Ahora la experiencia de la elección del Estado de México nos refleja que esta entidad federativa tiene cinturones de pobreza densamente pobladas, y por otra parte colinda con Michoacán y Guerrero donde hay zonas tomadas por el crimen organizado.

EdoMéx es un estado de grandes contrastes, -como lo mostró la votación del 04 de junio-, donde conviven zonas con alta calidad de vida, con otras donde aún existe marginación y pobreza.

El EdoMéx es un área metropolitana de grandes diferencias. Sus casi dieciocho millones de habitantes le dan un gran peso en la visión de futuro de México.

Lo peligroso de la morenización es que el gobierno de la 4T carece de un programa nacional de desarrollo. Sus acciones de gobierno son guiadas por las ocurrencias, -convertidas en proyectos-, que surgen desde Palacio Nacional.

Pareciera ser que fuera del Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, el AIFA y ahora el Corredor Transístmico, este gobierno agota su capacidad de generar desarrollo y no deja lugar para más proyectos con visión de futuro.

El impacto directo de los cuatro proyectos presidenciales en la economía nacional y el potencial para generar oportunidades para mejorar la calidad de vida de la población radicada en esa región del país, -donde se ubican los cuatro-, es casi nula. Estas obras faraónicas enriquecerán aún más a los beneficiarios de siempre, pero al resto de la población la dejará como hasta hoy está.

Por tanto, todas las acciones de este gobierno van enfocadas a conservar el poder, pues es la única obsesión de la 4T, lo cual nos confronta y divide.

Antes del 2018 existía un país que avanzaba y tenía proyectos de desarrollo regional. Cada funcionario en el nivel de su decisión tenía su proyecto centrado en las necesidades y oportunidades locales. En contraste, hoy el país está pasmado.

A partir del 05 de junio en el país no habrá más tema que las corcholatas. La agenda nacional girará en torno a la sucesión presidencial. Esto nos representa un salto al pasado, -a las épocas del presidencialismo sexenal-, en las cuales, durante el último año de gobierno de cada presidente, México resentía una parálisis económica, con freno de inversiones y crecimiento.

Este fenómeno se neutralizó a partir del inicio de la alternancia partidista del año 2000, cuando la sucesión presidencial adquirió un sello institucional, donde los partidos mostraban autonomía. A partir de esa fecha México adquirió la estabilidad económica que aún hoy disfruta.

Sin embargo, ya regresamos a los tiempos del “tapado” priísta, o sea la exhibición de posibles candidatos presidenciales, en un proceso controlado totalmente por el presidente de la república, quien en esas épocas asumía el control total de su propio partido político.

Hoy nadie duda que MORENA tiene una cabeza y esta es el presidente López Obrador. Además, este partido es encabezado por un operador sin capacidad de decisión, que siempre está esperando instrucciones que salen del Palacio Nacional, como si él fuera una marioneta.

La actual geografía socioeconómica de México nos refleja cómo la polarización va más allá de las palabras, las narrativas y la demagogia, e impacta el futuro de las diferentes zonas de nuestro País.

Los estados gobernados por partidos de oposición mantienen el dinamismo de su vida productiva, pues el gobierno estatal se convierte en un promotor de la inversión y facilitador de la productividad.

En contraste, -donde la 4T se asienta-, el estado queda pasmado, pues la sociedad pierde su libertad de acción y el desarrollo se frena, pues los gobernadores se asumen como súbditos del presidente de la república, convertido en el líder y guía moral. El estado pierde su autonomía y entra en una dinámica centralista, donde las decisiones se toman en Palacio Nacional.

La importancia del Estado de México para la economía nacional es de alto impacto y por ello el país resentirá este cambio de estilo de gobierno.

La gobernadora Delfina Gómez no parece tener el perfil de un gobernante visionario que impulsará el desarrollo económico promoviendo la inversión y dando facilidades para potencializar la actividad productiva. Más bien la veremos haciendo ahorros y esforzándose por lograr el máximo de subejercicio presupuestal, para ganar méritos frente a un presidente que administra el país con visión doméstica.

El Estado de México perderá dinamismo frente a estados como Nuevo León, Jalisco y los del centro de la república, que han logrado defenderse de la invasión populista de la 4T.

Una de las grandes fortalezas del EdoMéx, -para convertirse en el líder económico del país-, es precisamente su fuerte músculo poblacional, pues estimulando el poder adquisitivo de sus 18 millones de habitantes, -convertidos en consumidores de sus propios productos y servicios-, pueden generar un círculo virtuoso estimulado por una economía interna de autoconsumo.

Sin embargo, el cambio de timón en las políticas públicas estatales seguramente frenará esta tendencia que ya llevaba el estado.

Consideremos que los otros polos de desarrollo económico del país carecen de este músculo poblacional, -que además de constituir una dinámica de autoconsumo-, representa oferta de mano de obra.

La Ciudad de México hoy tiene una población de sólo nueve millones y doscientos diez mil habitantes, casi la mitad del EdoMéx.

Nuevo León tiene sólo cinco millones setecientos ochenta y cinco mil habitantes, y Jalisco ocho millones seiscientos ocho mil pobladores.

La visión respecto a estos datos es significativa, pues los dieciocho millones de mexiquenses para la 4T no representan una fortaleza laboral y de consumo, -como debiésemos interpretar estos datos-, sino de votantes cautivos para ser utilizados en las elecciones presidenciales del 2024.

EDOMÉX Y LA ESPIRAL DEL SILENCIO

Hubo un fenómeno que se hizo presente en la campaña electoral del Estado de México: las encuestas erraron en las cifras.

Las encuestas dejaron de ser confiables por diversas razones.

Una de las primeras razones a considerar podría ser que varias hayan sido realizadas por algunas encuestadoras cercanas a la 4T, las cuales intencionalmente hubiesen estado manoseadas para generar anticipadamente la percepción de triunfo de MORENA. Hay quienes atribuyen a ésto las cifras tan disparatadas.

Sin embargo, hay un fenómeno global denominado la “espiral del silencio”, que ha sido estudiado desde hace mucho tiempo y refiere a que por temor la gente ya no dice la verdad cuando es entrevistada. Entonces, -para no comprometerse-, responde como supone lo hace la mayoría.

El mismo presidente López Obrador mandó un mensaje en una mañanera dejando sentir que votar en contra de la 4T podría poner en riesgo los programas de asistencia social y las ayudas de los programas federales que llevan el membrete “bienestar”.

Sin embargo, a la hora de votar, -sintiéndose protegidos por la secrecía del módulo donde está la urna-, muchos electores pueden haber terminado votando por Alejandra del Moral, lo que explica por qué se cerró la brecha, cuando hubo empresas encuestadoras que daban a Delfina Gómez una gran ventaja, muy superior a los ocho puntos.

Esta elección fue particularmente hostigante para los segmentos de población beneficiarios de las ayudas sociales y ello puede incidir en la conducta del ciudadano frente a los encuestadores.

Consideremos que muchas encuestadoras se están alejando de su misión principal, -que es ayudar a conocer las tendencias en la intención del voto-, y se convierten en promotoras de un candidato, buscando impulsar la percepción de que anticipadamente ya se perfila un ganador. Generalmente las mayorías dan la espalda a los perdedores y se suman al triunfador.

EL SAINETE DE LA TESIS

La jueza novena de lo civil, -María Magdalena Malpica Cervantes-, emitió una sentencia adjudicando a la ministra Yasmín Esquivel la titularidad de la autoría de la tesis de licenciatura en derecho, con la que se tituló.

Si la UNAM es una institución autónoma, la resolución de esta jueza constituye un ejercicio indebido de autoridad, pues la única institución que tiene la autoridad moral y jurídica para evaluar temas académicos, es la UNAM.

Esta resolución judicial excede las facultades de la jueza.

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Fotografía del perfil de R. Homs: es de David Ross

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