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El arzobispo Justin Welby, líder espiritual de la Iglesia de Inglaterra dijo que el servicio contiene “nuevos elementos que reflejan la diversidad de nuestra sociedad contemporánea”

Será una coronación de muchas religiones y muchos idiomas.

El rey Carlos III, deseoso de demostrar que puede ser una figura unificadora para todos en el Reino Unido, será coronado en una ceremonia que por primera vez incluirá la participación activa de otras religiones además de la Iglesia de Inglaterra.

Líderes budistas, hindúes, judíos, musulmanes y sijs participarán en varios aspectos de la coronación, dijo este fin de semana la oficina del arzobispo de Canterbury, al revelar detalles de un servicio que describió como un acto de adoración cristiana que reflejará la sociedad contemporánea.

La ceremonia también incluirá obispos mujeres por primera vez, así como himnos y oraciones cantadas en galés, gaélico escocés y gaélico irlandés, así como en inglés.

“El servicio contiene nuevos elementos que reflejan la diversidad de nuestra sociedad contemporánea”, dijo en un comunicado el arzobispo Justin Welby, líder espiritual de la Iglesia de Inglaterra. “Es mi oración que todos los que participan en este servicio, sean de fe o no, encuentren sabiduría antigua y nueva esperanza que traiga inspiración y alegría”.

La ceremonia de coronación refleja los esfuerzos de Carlos por demostrar que la monarquía de 1.000 años sigue siendo relevante en un país que es mucho más diverso de lo que era cuando su madre fue coronada hace 70 años. Si bien el rey es el gobernador supremo de la Iglesia de Inglaterra, el último censo mostró que menos de la mitad de la población ahora se describe a sí misma como cristiana.

Basado en el tema “Llamados a servir”, el servicio de coronación comenzará con uno de los miembros más jóvenes de la congregación, un miembro del coro de la Capilla Real, saludando al rey. Charles responderá diciendo: “En Su nombre y siguiendo Su ejemplo, no vengo a ser servido sino a servir”.

El momento está destinado a subrayar la importancia de los jóvenes en el mundo de hoy, según Lambeth Palace, la casa del arzobispo de Canterbury.

El servicio también incluirá muchos elementos históricos que subrayan las antiguas tradiciones a través de las cuales se ha transmitido el poder a nuevos reyes y reinas a lo largo de los siglos.

En la parte más sagrada del servicio, el arzobispo de Canterbury ungirá al rey con aceite, consagrándolo y apartándolo de sus súbditos.

Una pantalla cubrirá a Charles en este momento, y la unción no será visible en la televisión ni para la mayoría de las personas en la abadía, a excepción de algunos miembros importantes del clero.

“Cuando se retira la pantalla que rodeará la silla de la coronación, el rey se nos revela a todos como alguien que ha asumido la responsabilidad de servir a Dios y al pueblo”, dijo un portavoz del Palacio de Lambeth mientras hablaba bajo la condición habitual de anonimato.

A esto le seguirá la presentación de los ajuares de coronación, objetos sagrados como el orbe y el cetro que simbolizan el poder y las responsabilidades del monarca.

En otra innovación que refleja el panorama religioso cambiado en Gran Bretaña, los miembros de la Cámara de los Lores de las tradiciones hindú, judía, musulmana y sikh le obsequiarán al rey objetos sin un simbolismo cristiano explícito.

Luego, el nuevo rey será coronado y el estribillo “God Save the King” resonará en la Abadía.

Después de la coronación de Carlos, el tradicional homenaje de los pares será reemplazado por un “homenaje del pueblo”, en el que se invitará a la gente de la Abadía y a los que estén viendo la televisión a afirmar su lealtad al rey.

Luego, Camilla será ungida, en una forma similar a la de la reina Isabel, la reina madre, en 1937. Sin embargo, la unción de Camilla no estará oculta detrás de una pantalla.

La congregación también será invitada a rezar el Padrenuestro en el idioma de su elección.

Justo antes de que Carlos parta en el Gold State Coach para una procesión en las calles de Londres, los líderes y representantes de las comunidades religiosas saludarán al unísono. El saludo no será amplificado por respeto a aquellos que observan el sábado judío y tienen prohibido el uso de dispositivos eléctricos, dijo Lambeth Palace.