Por: Dr. Óscar Rosas Carrasco
Se trata de un medicamento sintético para uso clínico, con el fin de reemplazar a la morfina y a otros opioides
Es importante tener en mente que los opiáceos son fármacos que pueden cambiar la calidad de vida del paciente con dolor y cuando son administrados de forma responsable
El fentanilo es un medicamento sintético, que se introdujo en 1960, para uso clínico (como anestésico y para el tratamiento del dolor crónico e intenso) con el fin de reemplazar a la morfina y a otros opioides (derivado del opio, el cual es una mezcla de sustancias que genera la flor de amapola o adormidera (Papaver somniferum). Fue sintetizado por primera vez por el Dr. Paul Janssen y su aprobación por la Janssen Company de Beerse de Bélgica, se realizó en diciembre de 1960 y por la FDA de los Estados Unidos de América (Food Drug Administration) en 1968.
El fentanilo, como todos los opioides, se une a receptores que se encuentran situados en la membrana de las neuronas que al unirse envían diversas señales a las neuronas para producir diferentes cambios neurológicos y en diferentes partes de nuestro cuerpo.
El fentanilo, (cuando se administra por especialistas médicos) produce un efecto anestésico que junto con otros anestésicos puede ayudar a inducir o mantener una anestesia adecuada. Además de este efecto anestésico también tiene un efecto potente contra el dolor (analgésico) de hasta cien veces mayor que el de la morfina.
Sin embargo, también puede producir efectos negativos en nuestro organismo como: fatiga, somnolencia, náuseas, vómitos, mareos, excitación temporal, pupilas pequeñas, diarreas, depresión respiratoria, bradicardia (frecuencia cardiaca lenta), debilidad muscular, baja de presión arterial, estreñimiento, crisis convulsivas, entre otros efectos; todo dependiendo del modo de administración y dosis
Consumo de fentanilo e implicaciones en el estado nutricional
Cuando una persona consume fentanilo o algún tipo de medicamento opioide prescrito por un especialista para el control del dolor, se deben tener en cuenta algunas recomendaciones:
El estreñimiento es una de los efectos más frecuentes en pacientes con cáncer y que toman opiáceos regularmente. Se puede aliviar siguiendo hábitos adecuados, como dieta rica en fibra, líquidos suficientes y realizar actividad física evitando el sedentarismo. Aunque si persiste se pueden utilizar laxantes, pero la mayoría de los pacientes tienen mejoría con estas medidas.
No se debe consumir jugo de toronja mientras se esté usando fentanilo, ya que puede afectar la forma en que el organismo metaboliza este medicamento (interacción fármaco-nutrimento).
El fentanilo es un anestésico potente y seguro. El aumento de las sobredosis mortales se ha debido al uso indebido por parte de los pacientes, las indicaciones inapropiadas de los profesionales de la salud y el abuso.
De igual manera, se prohíbe el consumo de alcohol durante el tratamiento, ya que puede aumentar el riesgo de efectos adversos graves. Se podría considerar que dentro de estos efectos secundarios del fentanilo, las náuseas y el estado de inactividad en el aletargamiento llegan a ser un factor potencial para la pérdida de apetito y por consiguiente una pérdida de peso. Esto puede traer como consecuencia un consumo insuficiente de nutrientes que deterioran el estado de nutrición; la desnutrición puede conducir a un manejo deficiente del dolor en pacientes con cáncer que reciben este tratamiento, sin embargo hacen falta investigaciones concretas acerca de este tema.
Efectos secundarios o negativos del fentanilo
Es importante tener en mente que los opiáceos son fármacos que pueden cambiar la calidad de vida del paciente con dolor y cuando son administrados de forma responsable, siguiendo las recomendaciones del médico y previniendo o tratando las complicaciones relacionadas con su uso, se consideran seguros y efectivos.
Estos efectos adversos se pueden clasificar de acuerdo a la intención de uso:
1.- Uso clínico apropiado
2.- Uso terapéutico inapropiado (uso indebido)
3.- Abuso
El abuso se define como el uso inapropiado intencional del farmaco en cuestión, para fines distintos a aquellos para los que se diseño o recetó el fármaco.
Si bien el fentanilo es un anestésico potente y seguro, el aumento de las sobredosis mortales se ha debido al uso indebido por parte de los pacientes, las indicaciones inapropiadas de los profesionales de la salud y el abuso.
Según la CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos) existe un incremento de muertes por sobredosis de fentanilo en Estados Unidos; los CDC estiman que 47 mil personas han muerto por sobredosis con opioides. Más de la mitad por opiodes sintéticos, como el fentanilo y sus derivados.
Según la CDC el fentanilo ilegalmente puede ser mezclado con heroína, cocaína o ambas, las cuales podrían potenciar la adicción y los efectos negativos en nuestro organismo.
En definitiva se requieren mayores investigaciones sobre el origen, la distribución, y el consumo de fentanilo a nivel mundial; además de intensificar las estrategias de promoción de un estilo de vida saludable y prevención de adicciones, que eviten que medicamentos desarrollados con fines clínicos como el fentanilo sean utilizados ilegalmente con fines abuso. Debido a la utilidad clínica demostrada del fentanilo, su prohibición o retiro del mercado para su uso clínico limitaría las opciones de tratamiento a los pacientes que lo requieren y disminuir su calidad de vida.
* Oscar Rosas Carrasco. Médico especialista en Medicina Interna y Geriatría, profesor investigador nacional nivel II, en el Departamento de Salud de la Universidad Iberoamericana.
Lucero Nataly Navarrete Flores, Médico cirujano, Especialista en Nutrición Gerontológica, Maestra en Nutrición aplicada.
Kassandra Anahí Lechuga Azdar, Nutrióloga, Especialista en Nutrición Gerontológica, Maestra en Nutrición aplicada
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