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En las últimas tres décadas, el trabajo de investigación de científicos dedicados en descubrir más y mejores tratamientos en beneficio de la salud de la población, han encontrado que las células madre son una de las opciones más seguras y prometedoras para tratar diversos tratamientos.

Tan es así que, la condromalacia rotuliana, también conocida como “síndrome de la rodilla del corredor”, enfermedad degenerativa en la que el cartílago de la rodilla se desgasta por una fricción menor y repetitiva, produciendo dolor articular; es posible atender con terapias de células madre mesenquimales para de esa manera ayudar a estimular el crecimiento del cartílago.

Criopreservación que protege

Las células madre pueden regenerar y reemplazar de manera natural las células que se dañan o mueren. Esto se debe a que cuentan con la propiedad de Homing, lo que significa que cuando circulan por el torrente sanguíneo, detectan las señales químicas de los tejidos dañados, se alojan en ellos y producen células para su reparación.

Pero ¿cómo se consiguen las células madre? El proceso para la obtención y el resguardo de las mismas es mediante bancos de células madre, los cuales las recolectan y criopreservan en un laboratorio a temperaturas por debajo de los -150º.

La Asociación Vida y Células Madre, organización sin fines de lucro, cuyo objetivo es concientizar a la gente sobre la importancia de preservar las células madre, informa que el procedimiento lo realizan dos tipos de bancos, uno de ellos son los públicos, los cuales reciben de donantes las células del cordón para que puedan ser utilizadas por un paciente compatible que lo requiera. Mientras que los bancos privados ofrecen el servicio a particulares que deciden resguardar las células de la sangre del cordón umbilical de sus hijos desde el momento de su nacimiento.

El viaje de las células madre

Para un procedimiento con dichas células es necesaria una evaluación médica con expertos en su administración, como es el caso de ProgenCell, clínica especializada en tratamientos con células madre, en la que sus expertos determinan si una persona es candidata o no, en caso de serlo, entrará a un proceso de búsqueda de compatibilidad o de transfusión autóloga (obtenido del mismo paciente).

Cuando el paciente con “síndrome de la rodilla del corredor” opta por una terapia con células madre, la clínica y especialista que hará el procedimiento, solicita las células al banco que las resguarda, posteriormente se descongelan, se expanden y preparan para su aplicación mediante una inyección directa o por una infusión sanguínea.

Las células madre al ingresar al paciente, comienzan a generar más condrocitos (células del cartílago) y después de varias semanas el cartílago se recupera parcialmente y se reduce el dolor articular.

¿Por qué escoger un tratamiento con células madre?

Las terapias con células madre representan una alternativa de tratamiento que pueden llegar a postponer o inclusivo evitar las cirugías de reemplazo de articulaciones, es por ello que es importante la divulgación de la información veraz, despejando cualquier duda y mito sobre ellas. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es líder nacional en trasplantes de células madre, al realizar 500 trasplantes al año[1].

A continuación se mencionan ventajas que tienen las terapias con células madre para tratar el “síndrome de rodilla del corredor”:

• Procedimientos cortos, en menos de 2 horas se realiza la infusión de las células.
• Recuperación rápida y sencilla en 36 horas.
• Es menos dolorosa que una cirugía y su invasión es mínima.
• Es un tratamiento con elementos naturales y la molestia postoperatoria es tolerable facilmente pues se complementa con descanso, hielo, compresión y elevación.
• No deja cicatrices.