Staff/Rossi
Los Simpson es una de las series televisivas más entrañables e influyentes en la historia. A lo largo de 33 temporadas, la familia amarilla de Springfield ha representado, analizado, criticado, e incluso predicho, diversos acontecimientos de la cultura pop y la sociedad. En más de 700 capítulos, los personajes del programa nos han dado más de una lección aplicable tanto a nuestra vida personal como profesional.
Por esta razón, este 19 de abril, en el marco del Día Internacional de Los Simpson, Apolo 25, agencia especializada en RRPP, diseño, desarrollo web y marketing para Pymes y startups, enlista 7 tipos de founders, según los personajes de esta emblemática serie. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Homero J. Simpson. ¡D’OH! Homero es uno de los personajes con más emprendimientos a lo largo de la serie, casi siempre con resultados desastrosos. Al arrancar el negocio de ‘Don Barredora’, el patriarca de la familia Simpson identificó una necesidad y ofreció una solución, lo cual le redituó de manera inimaginablemente positiva… al principio. Sin embargo, como founder se mostró perezoso, desinteresado en seguir innovando y aprendiendo, es decir, se casó con su producto.
Después llegó la competencia con Barney Gómez ‘El Rey de las Barredoras’, un servicio más sofisticado, con equipo más avanzado, y lo venció en su propio juego.
Para Paul Cano, Director de Innovación y Diseño de Apolo 25, lo destacable de Homero es que siempre se divierte. “Lanza su idea de negocio sin tenerlo súper planeado y resuelve sobre la marcha. Aunque prototipar y validar una idea de negocio es fundamental para aprender y mejorar; aun en el fracaso, Homero nunca pierde la buena actitud”.
Ned Flanders. El vecino de la familia Simpson, dueño del Zurdorama de Springfield, es un founder con varios aciertos, pero un gran error que casi lo lleva a bajar las cortinas. El negocio de Flanders está dirigido a un nicho especializado (los zurdos), cuenta con un gran producto y es innovador. Hasta aquí todo ‘perfectirijillo’. Sin embargo, Ned representa al emprendedor abnegado: es un pésimo vendedor. Las personas van a su local solamente a sellar su boleto de estacionamiento. Si no sabes vender, no tienes clientes.
Apu Nahasapeemapetilon. El dependiente del Kwik-E-Mart es un one show man: un personaje que busca controlar cada mínima parte del negocio, no sabe delegar y no tiene tiempo para otra cosa que no sea trabajar. “Apu vive por y para el trabajo. De acuerdo con el escritor Tim Ferriss, autor del libro Herramientas de Titanes, estar ocupado es otra manera de ser flojo para organizar y delegar, además de que denota una gran cantidad de desconfianza en la capacidad de los demás”, señala Jorge Sánchez, Socio Director de Apolo 25.
Este tipo de founder incapaz de delegar responsabilidades demuestra que no confía en sus colaboradores y que no confía en sí mismo para gestionar y enseñar a sus equipos.
Charles M. Burns. A menudo el Sr. Burns es identificado como uno de los grandes villanos de la serie, pero como founder hay más de una cosa que admirarle. Burns es el empresario más próspero de Springfield, construyó un sistema de negocio sofisticado y encontró un nicho en una industria específica (energética) donde no hay competencia. Tiene capital, un plan de negocios, disciplina y habilidades directivas.
Asimismo, el dueño de la planta nuclear cuenta con su mano derecha, Waylon Smithers, a quien delega una gran cantidad de funciones y en muchas ocasiones sirve como contrapeso. ¡Excelente!
Lisa Simpson. En el episodio “El viejo y Lisa”, el Sr. Burns y Lisa tejen una improbable amistad, lo que origina el nacimiento de la planta de reciclaje Pequeña Lisa. En este escenario, la mayor de las hermanas Simpson toma el papel de consultora, con grandes habilidades técnicas, pero sin habilidades de negocios. Burns, un empresario con todo el expertise del mundo, se convierte en el complemento perfecto para construir un negocio grande.
Este tipo de founder escucha las ideas de sus equipos, contratan apoyo externo para mejorar e innovar y buscan talento complementario.
El sujeto de las historietas. Su verdadero nombre es Jeff Albertson, pero la mayoría lo conoce como el dependiente del Calabozo del Androide, una tienda especializada en cómics, artículos de colección y cultura pop. El sujeto de las historietas enseña algunas lecciones que los founders deben tener en consideración: uno de los secretos de los negocios exitosos es tener una audiencia nicho, con nombre y apellido, como lo hizo él.
“La especialización es clave. Si vas a vender artículos coleccionables, enfócate en tarjetas de béisbol antiquísimas o novelas gráficas importadas. Además de la especialización, hay que seguir apostando por la actualización e innovación”, añade Sánchez.
De otra manera, la competencia te puede arrasar, como le pasó a Jeff en el episodio ‘Esposos y bisturís’.
Moe Szyslak. La Taberna de Moe es el punto de reunión favorito de Homero y sus amigos. Su secreto como founder está en la estrategia. El local de Moe tiene una audiencia que conoce muy bien, a la que ha logrado fidelizar y le genera ingresos recurrentes. Cuando ha tratado de cambiar de giro su fracaso ha sido estrepitoso.
¿Por qué los conceptos del restaurante familiar del Tío Moe o el antro cosmopolita MO’s no tuvieron éxito a largo plazo? Esto se debió a que Moe no conocía a otra audiencia tan bien como a la suya.
Moe conoce a sus clientes y les ofrece lo que buscan; sin embargo, no va por más clientes y tampoco sabe como hacer crecer su negocio en el mercado que ya domina. “Las emociones, la percepción de sí mismo, la falta de capacitación han sido clave para que Moe tenga un negocio que no muere pero tampoco es exitoso. En muchos capítulos deja claro que su sueño es tener un gran negocio, lo cierto es que su proyecto lo consumió, sin él no es nada, se conformó con 5 clientes y no está dispuesto a ir por más”, asegura Paul Cano.
Para el Director de Innovación y Diseño de Apolo 25, el eje transversal de todos los personajes está en las emociones y esa es la lección que nos dejan. “Así como nos preocupamos por un plan de negocios, por un producto mínimo viable o por entregar un diferencial a la cadena de valor, como founders debemos atender la parte emocional. Difícilmente podremos tener un proyecto exitoso si no nos preocupamos por lo que necesitamos como seres humanos”, concluye.