Staff / IMR
- El Covid-19 ha vulnerado los estados de ánimo e incrementado la ansiedad y la depresión. Sin embargo es posible recobrar la estabilidad emocional mediante ayuda profesional y buenos hábitos de sueño, de ejercicio y de alimentación, señalan expertos.
La aplicación de rutinas, ejercicios y hábitos como la actividad física, una correcta alimentación, la regulación de las horas de sueño o mantener las relaciones familiares y de amistad, son de gran ayuda para cuidar la salud mental en un contexto dominado aún por la pandemia de Covid-19, coincidieron especialistas en psicología del ITESO.
Claudia Vega Michel, académica del Departamento de Psicología, Educación y Salud (DPES), recomienda monitorear las acciones diarias para evitar alguna afectación de salud. Considera que adoptar rutinas ayuda a recuperar la normalidad de ciclos muy importantes de nuestra vida como el sueño o la alimentación, que han sido afectados por el encierro y el confinamiento sanitario del coronavirus, y que a su vez afectan la estabilidad emocional de los seres humanos.
“Se detectó (durante la pandemia) un aumento del consumo de alcohol, con el daño que esto causa a la persona y con quienes interactúa, por lo que hay que evitar el consumo de drogas”, consideró Vega, quien también rescató la importancia de la actividad física o el ejercicio, los cuales se pueden hacer sin necesidad de pagar una mensualidad en un gimnasio, como salir a caminar al parque más cercano.
Fernando Alcaraz Mendoza, también académico del DPES del ITESO, brinda tres sugerencias a las personas que se sienten afligidas o ansiosas: aceptar que la situación actual por la pandemia no se puede cambiar, empezar a adoptar rutinas benéficas aún si no se tiene ganas de hacerlas y cubrir las necesidades básicas humanas como la alimentación y el sueño.
“Si empiezo a hacer algo que es benéfico, como una actividad física o divertirme y relacionarme con los que tengo cerca (amigos, familiares) a pesar de que no se me antoja hacerlo, eso puede llevar hacia un estado de ánimo más favorable”, explica.
Si el problema mental de la persona es más agudo y prolongado, pedir ayuda profesional es la decisión más importante por tomar. La línea de ayuda 075 del Instituto Jalisciense de Salud Mental (Salme) está disponible para quienes requieran sobrellevar crisis emocionales y también sirve para canalizar casos de violencia doméstica y contra la mujer.
El próximo 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, cuyo énfasis para este año es intensificar los apoyos y servicios profesionales para ayudar a todos los sectores de la población. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que los trabajadores de la salud, estudiantes, personas que viven solas y las que tienen afecciones psicológicas preexistentes se han visto especialmente afectados por la pandemia.
Ansiedad y depresión, las principales afectaciones
La mayoría de las poco más de 26 mil llamadas que recibió la línea gratuita 075 para apoyo emocional entre abril de 2020 y febrero de 2021 fueron por trastornos de ansiedad generalizada y episodios depresivos de moderados a recurrentes. Ambos padecimientos, ya presentes antes de la pandemia, se acentuaron por las restricciones sanitarias y el miedo a contagiarse de coronavirus.
“Se han disparado los problemas de depresión y de ansiedad, esto acarrea otro tipo de cuestiones como los reportes de alteraciones de sueño, que se incrementaron, y una serie de efectos como el sedentarismo, el aumento del consumo de alcohol, los conflictos dentro de casa, las alteraciones alimenticias”, mencionó Alcaraz.
“La ansiedad tiene que ver con la incertidumbre de que llevamos un tiempo prolongado sometidos a esta situación de tensión y estrés”, puntualizó Vega, quien añadió que los niños están siendo especialmente afectados.
La depresión, en cambio, tiene que ver con la “disminución de los efectos gratificantes del día a día, incluyendo principalmente los que tienen que ver con pequeños logros personales que dan sentido a la vida. Al caer estos, los estados de ánimo decaen”, explicó Alcaraz.
Otras consecuencias del Covid-19 que afectan directa o indirectamente nuestra salud mental son las secuelas neurológicas. En personas que se contagiaron del coronavirus hay casos de problemas de memoria, de concentración o inflamaciones en el cerebro. Además se presentan otras secuelas físicas como la insuficiencia renal o dificultades respiratorias.
También se reporta una menor intensidad y frecuencia de las relaciones sociales e interpersonales, afectando especialmente a los jóvenes.
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