Con discapacidad visual y ceguera 2 mil 200 millones de personas en el mundo

En Hipólito Contreras

En estos tiempos de pandemia, la prevención y atención de la salud visual enfrenta nuevos retos para detener el incremento de discapacidad visual y ceguera, que hoy día afecta a 2 mil 200 millones de personas en el mundo y de las cuales, al menos mil millones podrían haber sido prevenidas o aún no han sido tratadas, afirmó la Dra. Claudia Palacios Pastrana, presidenta de la Sociedad Mexicana de Oftalmología.

Indicó que hoy millones de personas que viven con un problema de la visión podrían incrementar el riesgo de ceguera si no son diagnosticados y atendidos oportunamente como consecuencia de las limitaciones en los servicios de salud visual derivado de la pandemia.

“Actualmente en el mundo 196 millones de personas viven con degeneración macular relacionada con la edad, 146 millones tienen retinopatía diabética, 43 millones con edema macular diabético, 76 millones glaucoma, y 25 millones cataratas, enfermedades que sin un adecuado seguimiento y tratamiento específico conducirán a debilidad visual y, en algunos casos, a la pérdida de la visión”, expresó.

Señaló que la pandemia por COVID-19 evidenció una insuficiente infraestructura en los servicios de salud en la región de América Latina, al carecer de una cobertura universal en la atención de la salud visual, “y si a esto hay que hay que sumar la justificada decisión de disponer al máximo de los espacios para la atención de pacientes portadores de SARS-COV2, y en consecuencia rezagar la atención de la salud visual, se generará de forma inevitable una sobrecarga de pacientes con déficit visual en los próximos años.”

Para enfrentar este panorama, dijo, es necesario fortalecer los servicios de salud para la atención de otras condiciones de salud no COVID-19; mejorar la atención primaria de pacientes con enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes, que son puerta de entrada a complicaciones visuales severas; posicionar el empleo de la Telemedicina para llegar a la población marginal que no tiene acceso a servicios de atención primaria, así como modificar los programas de enseñanza a las nuevas generaciones de oftalmólogos para la atención de un mayor número de casos por discapacidad visual, expuso.

Si bien tres de cada cuatro casos de discapacidad visual son evitables o tratables, se prevé que el envejecimiento de la población mundial, los cambios en el estilo de vida, errores refractivos como la miopía y enfermedades como el glaucoma, la degeneración macular relacionada con la edad y la retinopatía diabética aumentarán la discapacidad visual en las próximas décadas, afirmó.
La detección temprana y el tratamiento oportuno permite prevenir hasta 98% de daño visual asociado a la diabetes, por lo tanto, la

retinopatía diabética como el edema macular diabético deben ser identificados desde el diagnóstico inicial de la enfermedad a fin de dar un seguimiento oftalmológico puntual y evitar el riesgo de discapacidad visual, agregó.

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