Senadores tienen oportunidad histórica para salvar el Fondo para el Cambio Climático

Staff/Rossi

Las y los senadores deben evitar la extinción del Fondo para el Cambio Climático, el cual es clave para atender a la emergencia climática y sus impactos a la salud en México.

De eliminarse este Fondo se reducirían aún más los mecanismos de financiamiento para atender el cambio climático frente a un PPEF 2021 que solo destina 1.1% de recursos públicos a este fin.

(Actualización 8 de octubre de 2020). Con 223 votos a favor de las y los diputados de Morena y del PES se aprobó la eliminación del Fondo para el Cambio Climático, con lo que, se pone en riesgo el estado de derecho de la población mexicana, así como limitar aún más, los recursos que se cuentan para la atención de la crisis climática en la República. El dictamen se turna al Senado de la República para su análisis, en su caso aprobación.

El Fondo para el Cambio Climático creado por la Ley General de Cambio Climático en 2012 tiene como objetivo “captar y canalizar recursos financieros públicos, privados, nacionales e internacionales, para apoyar la implementación de acciones para enfrentar el cambio climático”, de acuerdo con el Artículo 80 de la Ley.

La creación del Fondo respondió a la necesidad imperante de incrementar los recursos existentes para la atención del cambio climático, la cual continúa vigente al día de hoy, y que se hace cada vez más necesario ante un Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2021 que contempla únicamente dirigir 1.1% de los recursos públicos a atender el cambio climático. Mientras que los recursos dirigidos a la explotación de combustibles fósiles, principal fuente de emisiones causantes del calentamiento global, representa 11.6% del PPEF total.

En este sentido, la Ley General de Cambio Climático prevé que los recursos que alimentarán el Fondo provengan de diferentes fuentes, además de las previstas en el Presupuesto de Egresos de la Federación y otras aportaciones de otros fondos públicos. Entre ellas se encuentran las contribuciones de pagos de derechos y aprovechamiento previstos en las leyes correspondientes; las donaciones de personas físicas y morales, nacionales e internacionales; las aportaciones que efectúen gobiernos de otros países y organismos internacionales; el valor de las reducciones certificadas de emisiones de proyectos implementados en México que de forma voluntaria el fondo adquiera en el mercado; y los demás recursos que obtenga, previstos en otras disposiciones legales.

Uno de los aspectos centrales de la creación del Fondo ha sido apoyar medidas de adaptación debido a la alta vulnerabilidad a la que México está expuesto ante los impactos de un cambio climático que ya están sucediendo y que se verán agravados en el futuro cercano. De igual forma, el Fondo promueve medidas que tengan un doble impacto, en materia de mitigación y adaptación; además de apoyar medidas de mitigación para reducir las fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero, lo cual es clave para que México cumpla con sus compromisos para reducir emisiones y evitar un aumento de la temperatura global de más de 1.5 grados centígrados, tal como quedó establecido hace cinco años en el Acuerdo de París.

Es importante mencionar que el Fondo opera bajo la gestión de un Comité presidido por la Secretariìa de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en el que participan diversas Secretarías del Gobierno Federal (Hacienda y Creìdito Puìblico, Economiìa, Gobernacioìn, Bienestar, Comunicaciones y Transportes, Energiìa, Agricultura y Desarrollo Rural, y Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano). Ello le da un carácter multisectorial a las decisiones sobre el destino de los recursos del Fondo, fundamental para atender una problemática multicausal y que impacta a todos los sectores de la sociedad.

Hasta ahora el Fondo ha operado a través de convocatorias que han permitido que el recurso llegue a diversos destinos, incluidos proyectos a nivel estatal y local. Si bien es necesario reforzar su gestión y mejorar sus mecanismos de transparencia y rendición de cuentas, así como contar con un plan de recaudación de recursos para fortalecer su operación, acabar con él sería un gran error para la lucha contra el cambio climático y una clara violación al estado de derecho, al poner en riesgo un acceso a un medio ambiente sano. Su cancelación supondría un retroceso importante en el financiamiento de acciones dirigidas a este fin, particularmente porque se ha promovido que el Fondo sea destino de recursos como los provenientes del mercado de carbono y del impuesto al carbono, lo que permitiría tener más recursos disponibles para la atención del problema en México.

En este sentido, también es fundamental fortalecer y no extinguir el Fondo Nacional de Desastres que prevé atender las emergencias, muchas de ellas relacionadas con la creciente crisis climática, como el actual Huracán Delta.

Por todos estos motivos, el Grupo de Financiamiento Climático en Latinoamérica y el Caribe (GFLAC), el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, Fridays For Future México, Extinction Rebellion México, Huerto Roma Verde y Ruta Cívica, organizaciones firmantes, hacemos un llamado a nuestras y nuestros representantes en la Cámara de Senadores para que no aprueben la extinción del Fondo para el Cambio Climático, ni ningún fideicomiso de cultura, ciencia y medio ambiente. Su extinción atenta contra la obligación constitucional de garantizar el derecho a un medio ambiente sano y derechos relacionados a este; en el contexto actual, es imperante tomar decisiones basadas en el bienestar de las presentes y futuras generaciones

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