Egresados de Arquitectura construirán el futuro Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria

Staff/Rossi

Héctor Mendoza y Mara Partida ganaron el Concurso de Ideas para la construcción del nuevo espacio cultural, impulsado por la Vicepresidencia del Gobierno de Cantabria, en España.

“Estratos” es el nombre del proyecto de los arquitectos Héctor Mendoza y Mara Partida, egresados de la Licenciatura en Arquitectura del  ITESO, que ganó el Concurso de Ideas para la Construcción del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (Mupac) y que tendrá su sede en Santander, España.

El proyecto del futuro Mupac, impulsado por la Vicepresidencia del Gobierno de Cantabria, con más de 18 mil metros cuadrados de construcción albergará al museo y un edificio administrativo.

Los egresados de Arquitectura del ITESO en 1997, fundadores del despacho internacional Mendoza Partida, con sede en Barcelona, siempre han apostado por una arquitectura que se caracteriza por la sensibilidad para entender e interpretar múltiples contextos.

Su camino de Guadalajara a Barcelona, y de ser egresados a arquitectos de un museo, sucedió tras finalizar el Máster en Arquitectura y Urbanismo en la Architectural Association School of Architecture de Londres. Ambos viajaron a estudiar el Doctorado en Proyectos Arquitectónicos en la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), entre los años 2001 y 2005. Actualmente son profesores de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona de la UPC. Partida es profesora lectora del Departamento de Proyectos Arquitectónicos y Mendoza es profesor agregado en el Departamento de Representación Arquitectónica.

En 2005 ganaron su primer concurso en Europa para el proyecto del Centro Federico García Lorca en Granada. Esta fue su oportunidad para probar suerte, quedarse en Barcelona y fundar el despacho.

Los arquitectos destacan que el ITESO les otorgó una visión muy humana para aproximarse a los proyectos. Valoran también que esta casa de estudios tenía muy cercana la obra de Luis Barragán, lo cual les ofrecía una dimensión emocional en la que ambos creen y potencian en su trabajo en Mendoza Partida.

El arte de diseñar un museo

El espacio para construir el museo es privilegiado, coinciden, por su ubicación céntrica, a pocos metros del frente marítimo y a una distancia caminable de una red de espacios culturales como el Centro Botín, diseñado por Renzo Piano, arquitecto y ganador del Premio Pritzker, o el Palacio de los Festivales, diseñado por Francisco Javier Sáenz de Oiza, entre otros. De este modo, el Mupac será fácilmente accesible y reconocible en el tejido urbano de la ciudad.

También se les premió por resolver las complejidades topográficas y del terreno, así como los usos que el solar debía permitir, un espacio público al frente y dos inmuebles con programas independientes: un edificio administrativo y un museo.

Más que inspiración, los egresados cuentan que abordaron el proyecto mediante un sistema de prueba y error, es decir, trabajaron en muchos esquemas, probaron distintas soluciones, descartaron muchas y aprendieron de cada una.

En cuanto a geometría y estética, los arquitectos cuentan que siempre buscaron una relación con el arte, y uno de sus grandes referentes es la obra del escritor Pablo Palazuelo.

Diseñar un espacio que albergue temas y piezas de prehistoria y arqueología es un reto, por lo que integraron en su equipo a Joan Eusebi García Biosca y Queralt Garriga, expertos museólogos, para asesorarse. En cuanto a la estructura se propuso dejar espacios que dejan pasar la luz, libres de pilares y usar losas apoyadas en muros mixtos de hormigón y mampostería. Las cubiertas son ligeras, resueltas con armaduras de madera laminada.

También estaba el reto de integrar un proyecto arquitectónico entre edificios que respondan a su propia época y a su contexto. Por ejemplo explican que el Centro Botín se puede leer como una infraestructura portuaria, por su posición literalmente flotando en voladizo sobre el agua, que simultáneamente se divide, de forma muy elegante y sensible, en dos volúmenes que se alinean de acuerdo con el entramado urbano del centro de Santander. Este edificio se abre desde el interior a una relación visual directa hacia el mar por una parte y hacia la ciudad por otra.

El edificio de Mendoza Partida también hace una lectura de su tiempo, con un lenguaje propio, del lugar donde se implanta y comparte una conciencia y compromiso con el entorno en cuanto a la sustentabilidad y el uso eficiente de los materiales, que en su caso será el ladrillo cerámico como elemento principal de fachada.

La oportunidad de diseñar este museo también, coinciden ambos arquitectos, fue un gozo. Consideran que la arquitectura es el resultado de un proceso creativo, una cadena de intuiciones, emociones y trabajo duro de prueba y error. Cada fase supone un aprendizaje.

La sala de exposiciones de la segunda planta representa un reto interesante para ellos por su sección, por sus fugas visuales, su calidad técnica y espacial. También el vestíbulo vertical, entendido como un espacio urbano interior. En el exterior, los arquitectos creen que la vista de la calle de San Vicente de la Barquera aportará una variedad interesante, diferente a lo que podría ser una previsible parte trasera de museo.

Sobre “Estratos”

El jurado que seleccionó el proyecto “Estratos”’ fue presidido por José Javier de la Pedraja, arquitecto de la Consejería de Cultura, junto con Roberto Ontañón, el director del Mupac; Marina Chinchilla, directora adjunta del Museo del Prado; Pilar Fatás, directora del Museo Altamira; Juan Carlos González y Moisés Castro, arquitectos del Ayuntamiento de Santander y del Colegio de Arquitectos, y la arquitecta Fuensanta Nieto.

Mendoza Partida apuesta por la esencia arqueológica, una serie de capas que hablan de las etapas de la historia teniendo como intención su imagen y representatividad, de ahí que la materialidad de la propuesta se lleve a cabo.

El Mupac dispondrá de 18 mil 441 metros construidos, de los cuales 7 mil 500 metros cuadrados se destinarán a un edificio administrativo. El Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria tendrá tres plantas. En la primera se situarán los espacios más públicos de la cafetería y el restaurante, la tienda, una sala multiusos y la biblioteca. En las plantas superiores se ubicarán la exhibición permanente y una sala de exposiciones temporales con una terraza con vistas a la bahía de Santander.

El planteamiento museístico en cada planta apuesta por un discurso de combinar los espacios de compresión para la introspección y la concentración en las zonas de la colección Mupac con la alternancia de espacios de descompresión o extroversión, en los que el visitante puede conectar con la ciudad y sus vistas urbanas mediante miradores o puntos de contemplación.

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