Violencia de género y estereotipos: Lo “normal” ante la sociedad

Maricela Allende Marcito

Para la sociedad lo normal es que las niñas jueguen con muñecas y a la comidita, en cambio los niños con coches y pelotas.

En diversas ocasiones es la madre la que reproduce este patrón, porque desafortunadamente es lo que le inculcaron sus padres: que la mujer solo puede aspirar a cuidar a los hijos, a diferencia de los hombres que son formados con mayores libertades y son quienes deben salir a trabajar para mantener a la familia.

Si por alguna razón la mujer es quien trabaja, su pareja masculina es catalogado como un ser inferior, “poco hombre”, y si realiza las labores de la casa, es visto como un mandilón. Hay madres que se sorprenden si un hombre es quien cambia el pañal de los hijos, si peina a sus hijas, si va por ellos a la guardería.

En torno a la figura masculina ha sido marcado un estereotipo caracterizado por la fuerza física- Sin embargo, también se presentan casos de violencia contra ellos por parte de sus parejas femeninas o masculinas.

Por desgracia, es menos común que ellos realicen la denuncia ante las autoridades, ya sea por vergüenza o porque se niegan a aceptar el problema, en algunos casos por miedo a reconocer su homosexualidad, por miedo a la discriminación, por miedo a más agresiones físicas o verbales, además de que es poco creíble que un hombre sea agredido por su pareja mujer.

LA IGUALDAD DE GÉNERO SE ENSEÑA (Y SE APRENDE) EN CASA)

Todos estos pensamientos de que el hombre es superior a la mujer se podrían evitar desde casa si los padres promovieran en sus hijos la igualdad con sus hermanas.

Con cambios, como que las niñas y los niños jueguen con coches y muñecas, incluso si dejamos que vistan en los diversos colores no los hace menos hombres y menos mujeres, todo lo contrario, les enseñamos a pensar de forma distinta de cómo nos enseñaron a nosotros.

Si no aspiramos a un cambio real y drástico, estaremos condenados a repetir el modelo machista y patriarcal hasta que la violencia termine con lo poco o mucho que hemos logrado a lo largo de estos años para vernos como iguales.

Ojalá que en algunos años lo normal sea vivir en igualdad y sin violencia hacia ningún individuo de nuestra sociedad.

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