Probablemente esta fue la participación más baja en una elección en Puebla

Mundo Rural

Hipólito Contreras

Algo muy importante caracterizó a la elección extraordinaria del domingo 2 de junio para elegir gobernador del estado, la baja participación de los ciudadanos, el Instituto Nacional Electoral informa que acudieron a votar entre el 31 y el 33 por ciento, es decir, el abstencionismo se acercó al 70 por ciento.

En la historia de las elecciones en el estado de Puebla no se ha registrado un porcentaje más bajo de participación, o al menos no se conoce, siempre se habla de participaciones bajas que llegan a la 45 por ciento, peor en este elección casi se llega al 30 por ciento de votantes.

Se dice para justificar la baja presencia de ciudadanos que esta fue una elección extraordinaria en la que se elegía sólo gobernador del estado, cuando por lo general se eligen al mismo tiempo presidentes municipales y diputados locales o federales. Sin embargo, esto o es una excusa para que la gente no haya ida votar, la elección era importante pues se venía de la muerte de una gobernadora y había que elegir nuevo titular del poder ejecutivo, se trataba de una elección extraordinaria que los poblano debieron valorar.

Sin embargo, no fue así, de cada cien ciudadanos sólo 30 acudieron a votar, los otros 70 se quedaron cómodamente en casa, salieron de casa, se fueron al fútbol, o lo que sea , pero no quisieron votar.

No se sabe pero fueron muchos millones de pesos los que se gastaron para organizará la elección, a esto se suma el debate oficial de los candidato, fueron obviamente recursos públicos los utilizados, impuesto que todos pagamos.

En esta elección se demostró que esta sociedad no es participativa en todos los niveles, no valora casi nada, no le interesan los problemas que enfrentamos, ni siquiera es capaz de regar las plantas que el gobierno municipal colocó en muchas calles del Centro Histórico, las plantas se mueren por falta de agua, nadie les pone nada porque creen que no es su obligación, este es sólo un ejemplo de irresponsabilidad y baja participación de la sociedad.

Este elección extraordinaria fue definida por una minoría, de los 4.5 millones de ciudadanos con credencial de elector que forman el listado nominal, sólo fueron a votar un millón 350 mil más o menos, el 30 por ciento, la gran mayoría se ausentó.

Mientras la gente se aleja de las casillas, al mismo tiempo se queja de los problemas como la inseguridad, le exige al gobierno que atienda esta situación porque la inseguridad crece, no se vale exigir sin participación de los ciudadanos en elecciones, es ahí donde se ve el interés por los problemas que enfrentamos.

En esta elección las mayorías dejaron la responsabilidad en las minorías, permitieron que decidieron los meno por problemas que interesan a todos.

Sí, esas minorías decidieron, votaron y decidieron el rumbo del estado de Puebla, de las tres opciones política que se le presentaron, optaron por una que creen es mejor a las otras.

Esas minorías participativas casi se dividen el voto, unos se fueron con el candidato de Morena, y otros por los del PAN, al final esas minorías decidieron que Morena debe gobernar Puebla.

¿Qué hubiera pasado si la participación hubiera sido del 80 por ciento de los ciudadanos? A lo mejor el resultado habría sido diferente, o quizás el mismo, peor habría sido una decisión mayoritaria, irrebatible, destacada.

Un gobierno que es electo por el 30 por ciento de los votante no debería ser legítimo, debería de alcanzar por lo menos el 51 por ciento para ser legítimo, debería trabajarse una ley en este sentido lo que llevaría a una mayor participación de los ciudadanos.

Hay países en América Latina en las que hay un segunda elección si en la primera no se logró determinado porcentaje, se habla de una segunda vuelta.

Si los ciudadanos critican y exigen al gobierno que atiendan determinados temas que interesan a todos, de la misma forma deben participar en los procesos cívicos, en elecciones para que el gobierno que elijan no sólo esté legitimado por las mayorías, sino que se vea obligado a cumplir sus compromisos, sus promesas de campaña.

Un gobierno electo por la mayoría de la población se ve presionado y obligado a cumplir, de lo contrario sería destituido por incapaz.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Categorías