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Mayra Sánchez Medina impartió una conferencia magistral durante el Primer Congreso Internacional “La investigación estética actual”

BUAP. 6 de marzo de 2019.- A partir de una mirada contra-histórica de las edades de la estetización planteadas inicialmente en el libro La estetización del mundo. Vivir en la era del capitalismo artístico de Gilles Lipovetsky, Mayra Sánchez Medina explicó la enunciación eurocéntrica y unilateral que ha primado en los estudios estéticos a lo largo de la historia.

Su conferencia magistral, “Mirar los intersticios. Una lectura contra-histórica de las edades de la estetización del mundo”, forma parte del Primer Congreso Internacional y Sexto Nacional “La investigación estética actual”, organizado por la Maestría en Estética y Arte, de la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP.

Al hablar de la estetización como “la exacerbación de lo sensible”, la investigadora del Instituto de Filosofía de La Habana y la Universidad de las Artes partió de una mirada decolonial para reconocer los rasgos de subalternidad y exclusión presentes en una división histórica del proceso de estetización. Estas características están basadas, afirmó, en ópticas que solo consideran los hechos transcurridos en Europa.

Asimismo, al analizar el problema de la estetización desde una perspectiva epistemológica, la doctora en Ciencias Filosóficas identificó que ciertos autores hacen un uso indiscriminado entre los términos estético y artístico. “De alguna manera, los hacen intercambiables y, para hablar de la estetización, desde mi punto de vista, independientemente de que el arte participa de este proceso, no necesariamente parte de él para explicarla”, aseveró.

Por esta razón, al considerar la estetización como un asunto ligado a la sensibilidad, Sánchez Medina afirmó que este es un concepto transversal que debe ser visto desde otras áreas para explorarlo desde distintas aristas. Además del diálogo interdisciplinar, la importancia de eventos como este congreso es “que nos reconozcamos y veamos los intereses comunes. La estética cubana le debe mucho al intercambio, específicamente a la estética mexicana.

“En ese intercambio nos hemos ido construyendo mutuamente. Creo que es muy importante pensar además desde la región, pensar desde nuestras ópticas, desde nuestros problemas y no seguir reproduciendo el discurso oficial eurocéntrico. Por eso es importante que veamos cuántas cosas podemos decir desde aquí”, explicó