LA JORNADA
Acapulco, Gro., A casi un año de ser devastado por el huracán Otis, Acapulco quedó nuevamente bajo el agua a causa de las lluvias de tres días consecutivos provocadas por el huracán John y sus remanentes.
El 24 de octubre de 2023, el puerto fue azotado por un meteoro que adquirió fuerza de ciclón categoría 5 en menos de un día, mató a más de 50 personas y dejó daños por 15 mil millones de dólares.
Habitantes de la ciudad, uno de los destinos turísticos más importantes de México, manifestaron su temor de que la incesante lluvia llegue a causar afectaciones mayores.
Ya no sé qué es peor, el viento o el agua, expresó Raquel mientras, desesperada, sacaba líquido de su miscelánea, en la esquina de la avenida Costera y la colonia Icacos.
Las copiosas precipitaciones, que iniciaron el lunes a las 21:40 horas, han ocasionado daños materiales en sectores diversos de Acapulco por la gran cantidad de agua acumulada en las partes bajas.
Grandes corrientes descienden desde los cerros y colonias populares del anfiteatro de la ciudad, así como por canales y vialidades principales, en las que se forman torrentes que arrastran ramas, piedras, tierra, basura, etcétera.
La avenida Costera Miguel Alemán, a la altura de Icacos, frente al acceso a la Base Naval, se convirtió en una gran laguna de líquido café, donde convergen canales de la parte alta de esa zona, aunado al agua que baja de la avenida Escénica, desde las colonias Joyas de Brisamar y Cumbres de Llano Largo.
En la avenida Escénica, convertida en una trampa mortal, cada temporada de lluvias bajan cascadas desde los cerros devastados por Otis; también se desprende tierra y hasta gigantescas rocas.
¡No vaya para allá arriba!, gritó una mujer al volante al conductor de un vehículo compacto que intentaba circular por la Escénica, prácticamente desierta.
Sólo unos cuantos camiones urbanos circulan en el puerto. Los valientes se atreven a caminar y sortear calles y aceras con múltiples obras inconclusas.
El sector productivo, por su parte, comienza a hacer cuentas en un mes de por sí malo para las ventas.
Desde la plaza Canadá, en playa Icacos, se observa gran parte de la franja de arena desolada, con olas de gran tamaño, color oscuro, estrellándose contra la arena y el mobiliario de playa, aferrado con cuerdas desde los condominios en la zona de arena.
Rapiña, otra amenaza
En otros puntos, la rapiña comienza a ser la preocupación. En redes sociales circularon imágenes de personas saqueando comercios bajo la tormenta, en la colonia Zapata; en la Renacimiento, la Guardia Nacional detuvo a sujetos que intentaron saquear una tienda Oxxo.
El temporal ocasionó anegamientos en las colonias Emiliano Zapata y Renacimiento; en el bulevar Vicente Guerrero; en la zona suburbana; las avenidas Costera Miguel Alemán, a la altura de la Diana, y Cuauhtémoc, en Las Anclas. En ambos puntos, coinciden canales y arroyos.
También se inundaron vialidades de conjuntos habitacionales ubicados a un costado de la carretera Cayaco-Puerto Marqués, en el Llano Largo, Piedra Roja y la unidad habitacional Coloso, en colonias y fraccionamientos como La Marquesa, Real del Palmar, Misión del Mar y Colosio.
Asimismo, se suscitó desprendimiento de lodo y rocas en la avenida Escénica, que comunica a las zonas Dorada y Diamante; conductores reportaron anegamientos en el bulevar de las Naciones, en la zona Diamante.
Prestadores de servicios de la playa Pie de la Cuesta alertaron de un incremento en el oleaje, al igual que en otras playas del puerto.