Staff/RG
- ESET explica por qué este hábito de difundir detalles personales en las redes sociales puede poner en peligro la privacidad y seguridad.
Ciudad de México, México – Cientos de millones de personas se conectan cada día a sus redes sociales favoritas para comprar, compartir fotos y noticias, revisar publicaciones y comentarios, enviar mensajes privados y mucho más. Pero, en relación a compartir información personal en exceso, ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, asegura que puede dar a ciertas problemáticas como la suplantación de identidad, permitir que ciberdelincuentes accedan contraseñas e incluso poner en peligro de robo pertenencias personales.
“Aunque te consideres experto/a en privacidad, quienes gestionan las plataformas actualizan a menudo sus sitios web y aplicaciones, por lo que es esencial estar actualizados y realizar una vigilancia constante. Con esto en mente, es importante considerar algunos puntos que sería mejor no compartir en las redes sociales, y por qué hacerlo puede poner en riesgo tu seguridad física y digital o la de tus amigos y familiares.”, comenta Camilo Gutiérrez Amaya, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
Los 10 puntos que según ESET es mejor no compartir en redes sociales, son:
1. Información personal identificable (IPI): quienes realizan estafas están siempre a la caza de pequeños datos que puedan unir para crear una identidad con la que estafar. Podrían utilizar esta información para solicitar un crédito a nombre de alguien más o abrir cuentas en Internet. Peor aún, podrían utilizarla para descifrar las contraseñas y/o preguntas secretas, con el fin de apropiarse totalmente de alguna cuenta. Algo tan inocuo como el nombre de la mascota o la fecha de nacimiento debería mantenerse en secreto.
2. Planes de viaje: publicar una foto o una actualización diciendo que se está emocionado por unas próximas vacaciones, podría indicarle a alguien que tu propiedad quedará desatendida durante ese tiempo. Lo mejor es no ser muy preciso y no poner nada de fechas. Por la misma razón, es mucho mejor publicar fotos de las vacaciones una vez que se está de vuelta en casa.
3. Datos sobre la ubicación: como ya hemos dicho, hay un punto en el que la ciberdelincuencia y la delincuencia física se solapan, y ese punto suele estar en las redes sociales. Si un delincuente sabe que una persona va a estar sola en casa, o caminando por una zona remota, o que su propiedad va a estar desocupada, se puede adivinar lo que puede ocurrir a continuación. Mantener los datos de localización en secreto siempre que sea posible. Además, algunas plataformas de redes sociales pueden etiquetar automáticamente la ubicación de las publicaciones. Compartir eventos familiares o ubicaciones de amigos puede revelar inadvertidamente dónde viven, trabajan o pasan el tiempo.
4. Compras costosas: al igual que ocurre con los planes de viaje, publicar fotos de joyas caras o de un coche nuevo y llamativo puede llamar la atención de los seguidores de redes sociales. Pero si hay alguien vigilando una cuenta con planes más oscuros en mente, podría señalar esa cuenta como objetivo potencial de atracos o robos. Intentar ser prudente a la hora de publicar información sobre nuevas compras o regalos.
5. Fotos de niños/as: a algunos padres les encanta compartir fotos de sus hijos. Pero, ¿son ellos lo bastante mayores para dar su consentimiento? Puede que no les gusten las fotos de bebés desnudos o de niños babeando por todo Internet cuando tengan edad suficiente para pedirle a sus padres que paren. Por no hablar de los casos más siniestros que pueden rastrear la web en busca de imágenes de menores. A su vez, si se está pensando en colgar imágenes de los hijos de otra persona, pedir siempre su consentimiento. De lo contrario, se podría estar infringiendo la ley.
6. Agravios laborales: ¿Qué hay peor que te roben una joya cara? ¿Perder el trabajo? Por eso es importante guardar silencio sobre cualquier asunto polémico relacionado con el trabajo. Si lo que se busca es desahogarse, hacerlo con un compañero o amigo fuera de Internet. Si Recursos Humanos o incluso un compañero descontento descubre quejas de tu lugar de trabajo, de tus compañeros y/o de tu jefe, podría generarte problemas.
7. Datos financieros: al igual que en el caso de la información personal, conviene mantener en secreto los datos financieros. Así que se recomienda no publicar datos de tarjetas de crédito o débito. Incluso si la imagen parece borrosa o lejana para ser vista, podría ser suficiente para dar a los estafadores la oportunidad combinarla con otros datos personales de la cuenta para cometer un fraude de identidad.
8. Información personal identificable de familiares y amigos: la información que se comparte en las redes sociales suele ser permanente y no todo el mundo se siente cómodo compartiendo en línea sus datos personales o detalles de su vida. Además, no arriesgar a que amigos y familiares sean estafados en Internet. Es preferible cuidar su información personal identificable como se protege la propia: bajo llave.
9. Regalos en las redes sociales: las redes sociales están llenas de sorteos y regalos. Frecuentemente son intentos mal disimulados de hacerse con la información personal de los usuarios, o incluso de propagar malware encubierto. Pensar dos veces antes de rellenar formularios en línea y compartir enlaces a sorteos. Si parecen demasiado buenos para ser verdad, suelen no serlo.
10. Conversaciones privadas: las redes sociales son por naturaleza un foro público, incluso si una cuenta está relativamente bloqueada. Por eso no es el lugar adecuado para compartir información privilegiada. Si está relacionada con el lugar de trabajo, es aún más importante no compartirla. Pero incluso si se trata de noticias relativamente mundanas sobre un grupo de amigos o la familia, podrían causar angustia si se hace pública. Si no son noticias propias, es preferible no compartirla.
En este contexto, ESET comparte algunos consejos para proteger la seguridad:
Ser consciente de lo que se publica: pensar siempre (aunque el perfil esté restringido) si te sentirías cómodo contándole a alguien sentado a tu lado la misma información que estás publicando en Internet.
Revisar la lista de amigos de vez en cuando: es un ejercicio útil para purgar a aquellos que no reconoces o que preferirías que no pudieran ver tus publicaciones.
Restringir quién puede ver la lista de amigos y las publicaciones: esto ayudará a reducir las posibilidades de que alguien utilice cualquier información que compartas con fines nefastos.
Restringir el acceso a las fotos: lo ideal es que sólo puedan verlas los amigos conocidos y los familiares aprobados.
Activar la autenticación de doble factor ( 2FA) y utilizar contraseñas seguras y únicas: esto reducirá la posibilidad de que alguien pueda secuestrar tu cuenta, incluso si consigue adivinar o descifrar tu contraseña.
“Compartir con nuestros amigos, familiares y contactos es lo que hace que las redes sociales sean tan divertidas y gratificantes, pero también es una fuente potencial de riesgos. Utilizar las redes sociales con precaución puede evitar muchos riesgos de seguridad y dolores de cabeza”, concluye Camilo Gutiérrez Amaya, Jefe del Laboratorio de investigación de ESET Latinoamérica.
Estas notas te pueden interesar
-
Fundación Alzheimer México realiza esfuerzos para generar soluciones en prevención, diagnóstico y tratamiento de demencias
-
Especialistas llaman a la prevención activa del cáncer de testicular y la disfunción eréctil
-
Lanzan campaña para no subestimar la gastritis en México por su estrecha relación con el cáncer gástrico
-
Trabajadores del Hospital Niño Poblano protestan por problemas salariales
-
El ruido en la vida cotidiana: una amenaza silenciosa para la audición a largo plazo