Las vacunas por sí solas no son suficientes para combatir la resistencia a los antimicrobianos (RAM), según un nuevo informe de la OMS

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El Consejo Mundial de Higiene (GHC) pide que se practique una buena higiene, como el lavado de manos, además de la aplicación de vacunas, para prevenir la propagación de enfermedades infecciosas y reducir el impacto de la resistencia a los antimicrobianos (RAM).

Un informe reciente publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) identificó a las vacunas como “herramientas altamente eficaces para combatir la RAM”. A pesar de su eficacia, los riesgos financieros y los procesos de aprobación para el desarrollo de vacunas siguen restringiendo su uso como solución inmediata a la crisis de la RAM. Se concluyó que las soluciones a corto plazo para prevenir la resistencia deben enfocarse en otras intervenciones además de las vacunas, destacando la importancia de la investigación y la inversión en otros métodos de control, incluida la prevención eficaz de infecciones.

El GHC aplaude este informe y promueve el uso de la higiene junto con las vacunas para controlar la propagación de las infecciones y reducir el impacto de la RAM. Como se observó durante la pandemia de la COVID-19, la higiene desempeña un papel invaluable en la prevención de la propagación de infecciones. Las prácticas de higiene adecuadas, como el lavado de manos, pueden reducir el riesgo de enfermedades transmisibles hasta en un 59 %, evitar hasta un millón de muertes por año y minimizar las oportunidades de formación de bacterias resistentes a los antibióticos.

La RAM ha sido declarada una de las 10 principales amenazas de salud pública a nivel mundial que enfrenta la humanidad, y ocurre cuando las bacterias y los virus cambian con el tiempo y se vuelven resistentes a los medicamentos. Cada año, las bacterias resistentes son responsables de casi cinco millones de muertes en todo el mundo, de las cuales 1,27 millones se atribuyen directamente a la RAM.

“Junto con las estrategias de vacunación, las prácticas de higiene eficaces en el hogar y la comunidad, como las escuelas y los lugares de trabajo, son intervenciones vitales para prevenir infecciones y la necesidad de antimicrobianos, como los antibióticos, cuyo uso indiscriminado es un factor clave de la RAM”, explica Sabiha Essack, vocera del GHC y profesora de la Facultad de Ciencias Farmacéuticas de la Universidad de KwaZulu-Natal, en Sudáfrica. “Al adoptar prácticas de higiene sencillas como parte de nuestras rutinas diarias, podemos prevenir la infección y reducir el consumo de antimicrobianos y la consiguiente presión de selección para la evolución y propagación de bacterias resistentes a los fármacos”, agregó.

El GHC exige una acción inmediata para hacer frente a la creciente carga de la RAM mediante el fomento del papel de la higiene junto con otras intervenciones importantes, incluidas las vacunas, y la promoción del uso universal de prácticas de higiene donde se incrementa el riesgo de infección.

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