Staff/Rossi
La economía global se encuentra en un momento desafiante a consecuencia de la pandemia, y América Latina ha sido de los más afectados. De acuerdo con el Informe Macroeconómico de América Latina y El Caribe 2021, a causa de la pandemia, se han perdido 26 millones de empleos y se registró una caída de 7.4% del PIB en 2020.
Por ello, el pasado 3, 4 y 5 de noviembre, la Asociación Latinoamericana de Internet (ALAI) congregó en su evento DigiEcon a gobiernos, organismos internacionales, empresas públicas y privadas así como a cámaras y organizaciones a debatir sobre ideas innovadoras para impulsar el desarrollo digital en la región y la recuperación económica y el desarrollo social de mediano y largo plazo.
Durante la primera jornada, se habló del desarrollo digital como herramienta para la recuperación y el crecimiento económico post pandemia. Allí la Secretaria de Economía de México, Tatiana Clouthier, destacó la importancia del desarrollo digital para dar continuidad a las actividades de educación, trabajo, salud y comercio electrónico.
Mario Cimoli, Secretario Ejecutivo Adjunto de la CEPAL, señaló que aunque se pudo dar respuesta a esas necesidades, “se requiere de regulaciones importantes para expandir el sistema y para tener políticas de competencia seria”, con el fin de que los beneficios del mundo digital alcancen a todos los ciudadanos de la región.
Ante esto, Fabrizio Opertti, Jefe de Comercio e Integración del BID, comentó que la transformación digital puede crear empleos y empoderar a sectores marginados, pues las empresas que invierten en tecnología crecen entre un 25 y un 30% más rápido que el resto.
En este caso, la Jefa de Políticas Públicas de Latinoamérica de Google, Ana Lucia Lenis, comenta que en un estudio realizado por Alfabeta, se estima que para las economías emergentes en Latinoamérica que apuestan a temas de aceleración de la transformación digital, tienen oportunidad de generar un billón de dólares para el 2030, pero que gran parte de los beneficios potenciales de esta transformación debería ir a sectores como la agricultura, la infraestructura o el aprovechamiento de recursos naturales.
En la segunda jornada se abordaron los derechos y la libertad de expresión de los usuarios en el entorno digital y se debatió sobre cómo se pueden crear experiencias más satisfactorias y a la vez, resolver los problemas de los usuarios que consumen en línea.
Al respecto, se expusieron las visiones contrapuestas que enfrenta la moderación de contenidos y la delimitación de responsabilidades de los intermediarios de Internet. Se destacó que salvo el Marco Civil de Internet de Brasil, se han intentado crear regulaciones que trasladan imposiciones del mundo físico al virtual sin contemplar las particularidades de las plataformas y otros actores de internet, yendo de forma contraria a la libertad de expresión que se ha construido en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
“América Latina va tarde en la discusión y, sin duda, el diálogo es una necesidad urgente, pero no es urgente crear regulaciones que no estén inspiradas ni apoyadas en la libertad de expresión”, dijo Maria Paz Canales de Derechos Digitales.
Sobre estos aspectos el Director Ejecutivo de ALAI, Raúl Echeberría, introdujo los 12 principios que promueven una mayor cooperación y diálogo internacional involucrando a todas las partes interesadas y al respeto de los Derechos Humanos como base para el goce de los beneficios que ofrece internet.
Durante la última jornada, se tocaron los temas que hacen a internet un factor de productividad y competitividad de las naciones. Según el FIS Global Payments Report 2021, los pagos a través de billeteras digitales en la región crecieron 43% durante el 2020 y hoy representan 19.8% de los medios de pago y se espera que sean el 31% en 2024.
En un panel integrado por Koin, Mercado Pago, Stripe, la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO) y el Director General de Firma Digital y Comercio Electrónico del Ministerio de Industria y Comercio de Paraguay, se destacó la necesidad de expandir los medios de pago digitales como habilitadores de la economía digital de la región y como mecanismo de inclusión de sus habitantes.
Además, se habló sobre el rol del ecosistema digital para dotar a las economías del impulso necesario para salir de la crisis económica ocasionada por el COVID-19 y seguir creciendo y distribuyendo bienestar en la región.
El evento, que contó con el apoyo institucional del BID, INTAL, CEPAL y la iniciativa eLAC y la colaboración de la Relatoría de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y que de ahora en adelante se celebrará de forma anual, concluyó con una reflexión sobre el valor que han tenido las plataformas y herramientas de internet para dar sustento a miles de PyMES regionales que han empezado a comerciar y a encontrar un espacio de desarrollo.
También adhirieron a DigiEcon la AMVO, la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, la Cámara Argentina de Internet, La Cámara de Economía Digital de Uruguay y la Cámara de Comercio Digital y Blockchain de Panamá.
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