Latinoamérica debe aplicar el enfoque de reducción del riesgo y daño para sustancias psicoactivas legales e ilegales

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Latinoamérica debe aplicar el enfoque de reducción del riesgo y daño para sustancias psicoactivas legales e ilegales.
Expertos internacionales y nacionales unen fuerzas para redefinir las políticas frente a sustancias psicoactivas y promover la reducción de riesgos y daños.

Para los expertos la prohibición de la comercialización y el consumo solo significa negar el acceso seguro e informado a las sustancias psicoactivas.

El enfoque de reducción de riesgos y daños ha sido ampliamente validado como una estrategia efectiva para abordar la regulación de productos de nicotina y tener impactos en términos de salud pública.

Próximamente el futuro de la regulación de productos de nicotina será discutido en la Conferencia de las Partes, organizada por la OMS en Panamá.

La Conferencia Internacional de Innovación y Política de Drogas, organizada por Acción Técnica Social – ATS, reunió a renombrados expertos nacionales e internacionales en un foro dinámico y transformador. En este encuentro, se abordaron las dinámicas regulatorias en torno a las sustancias psicoactivas, tanto legales (como la nicotina) como ilegales, y se subrayó la urgente necesidad de integrar el enfoque de reducción de riesgos y daños en todas las esferas políticas relacionadas.

Crédito de la fotografía: Andrés Zea

Un hito destacado del evento fue la participación de Gloria Miranda Espitia, Directora de Política de Drogas y Actividades Relacionadas del Ministerio de Justicia y del Derecho. Miranda compartió los avances significativos en la configuración de una nueva política que marcará el rumbo de la próxima década y que será presentada por el gobierno de Gustavo Petro en los próximos meses. En contraste con los enfoques convencionales, esta política adopta una perspectiva fundamentada en evidencia científica y tiene como objetivo primordial salvaguardar tanto a individuos, como a la sociedad en su conjunto.

Según Miranda, “la política de drogas debe centrarse en la reducción de riesgos y daños, ya que es ampliamente reconocido que la idea de un mundo libre de drogas es inalcanzable”. Además, subrayó que, el enfoque debe ser la protección de la vida y no una “guerra contra las drogas”. La nueva política se sustenta en ocho pilares y abarca aspectos cruciales como el desarrollo rural, la salud integral, la justicia social y la inclusión; promoviendo una participación de las comunidades afectadas y los territorios productores.

En consonancia con la visión de cambio, Jaime Urrego, Viceministro de Salud Pública, enfatizó la necesidad de desafiar las discusiones tradicionales y reformular el enfoque de la política para sustancias psicoactivas. Para Urrego, “si seguimos ofreciendo las mismas respuestas a debates pasados, simplemente estaremos girando en círculos”. El Viceministro propuso situar a la persona en el centro de la salud pública, y destacó que la salud debe evaluarse en términos de capacidades individuales en lugar de meramente ausencia de enfermedad.

La paradoja se reveló al explorar la reducción de riesgos y daños, incluso, en sustancias legales como la nicotina. Ethan Nadelmann, fundador y exdirector ejecutivo de la Alianza por la Política de las Drogas, resaltó la urgente necesidad de una regulación ágil en respuesta a la rápida evolución tecnológica, enfatizando el valor del diálogo inclusivo y la consideración de las voces ciudadanas y de los consumidores en la formulación de políticas equitativas en el ámbito de las sustancias psicoactivas legales e ilegales. Nadelmann fue enfático en decir que su mayor preocupación es que “en noviembre, en Panamá se realizará la reunión de la Conferencia de las Partes (COP10) del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco donde ningún consumidor de tabaco o activista tiene permitido participar”. La transparencia de esta reunión sigue siendo una preocupación para las organizaciones de la sociedad civil, quienes han sido testigos de que las medidas prohibicionistas no funcionan y no se puede cometer el mismo error de la guerra contra las drogas con los productos alternativos de tabaco y nicotina, que son menos dañinos que el cigarrillo.

En ese mismo sentido, Zara Snapp, Directora del Instituto RIA, comentó el caso de México, en donde “se prohibió cualquier producto de tabaco y nicotina por decreto, porque se considera, sin prueba alguna, que hacen más daño que el tabaco tradicional. Al prohibirlos lo que termina pasando es que las personas acuden al mercado ilegal, lo que lo vuelve aún más problemático porque no se sabe qué tipo de sustancias pueda contener”. Para la experta, “el papel del estado debe ser regular y no prohibir. Pensar en productos de calidad, con información clara y accesible, hará que los usuarios puedan tomar más y mejores decisiones”.

En el caso colombiano, Francisco Ordoñez, Director de Asovape, aseguró que “el objetivo debe ser que las personas dejen de fumar, pero eso solo se logra con alternativas y acceso a la información”. Para el experto, “en una regulación, se debe tener en cuenta la voz del ciudadano, del consumidor y eso no se está dando, pues hay personas en el congreso que no son receptivas, tienen discursos moralistas y solo reciben a organizaciones que están financiadas por Michael Bloomberg”. Estas organizaciones son las mismas que han estado liderando la agenda de la OMS de manera fallida en control de tabaco.

“En países como Inglaterra y Nueva Zelanda, se ha demostrado que estos productos son capaces de contribuir a la cesación tabáquica, con alrededor de 70 mil personas dejando de fumar anualmente”, afirmó Jeffrey Zamora, presidente de ARDT Iberoamérica. Es de esperarse que la posición de estos países en la próxima COP refleje su aproximación local en salud pública.

Por otro lado, en la quinta edición de Semana Psicoactiva se exploraron los avances en las herramientas y sistemas para el análisis de drogas, entendiendo el desarrollo de nuevas sustancias, especialmente sintéticas. Los programas de análisis de sustancias permiten identificar posibles adulterantes y brindar información a las personas para que tomen decisiones conscientes. Para Yarelix Estrada, Investigadora Científica del Departamento de Salud de Nueva York, “dentro del análisis de sustancias se necesita trabajar con los usuarios, capacitar más personas, lograr articulación institucional e incentivar información libre y evidenciada”. En otras palabras, implementar una estrategia de reducción del riesgo y daño.

Respecto a la discusión actual del auge del fentanilo ilegal en Estados Unidos Daniel Rojas, Coordinador de sala de consumo CAMBIE y voluntario de Échele Cabeza, afirma que por medio de un buen sistema de análisis se pueden generar alertas tempranas sobre el tipo de sustancia y los riesgos para los consumidores. Igualmente, frente al tema puntual del fentanilo, el experto aseguró “debemos estar preparados y alertas con acciones de reducción de riesgo y daño hacia esta situación, alejándonos del pánico que deja el amarillismo y sensacionalismo difundido por redes y medios, que no permiten pensar en soluciones y alternativas de abordaje para la sociedad”.

Finalmente, para el cierre de Semana Psicoactiva se resaltó la importancia de los medios de comunicación en el debate sobre política de drogas y sustancias psicoactivas. Para Santiago Rivas, periodista colombiano “desde los periodistas “debemos aprender cómo podemos generar un marco, una discusión que se abarque desde todas las esquinas. Se deben configurar nuevas formas de poder, de conversación, saltarse los discursos de odio”. Es decir que “debemos trabajar y cambiar los paradigmas para así cambiar las narrativas. Mi propuesta es volver a rescatar los grises; nos toca destruir la narrativa de la guerra contra las drogas” finalizó María Jimena Duzán, periodista y politóloga colombiana.

Como conclusión general, los diferentes participantes afirmaron que el discurso frente a las sustancias psicoactivas legales e ilegales debe cambiar. Se ha demostrado que la prohibición no es el camino, ni ha dado resultados; afectando principalmente a las comunidades e individuos. “Se necesita una reglamentación que permita el uso informado para reducir los riesgos”, puntualizó Inés Elvira Mejía, investigadora en Política de Drogas, sobre el uso de psicodélicos. Para ella y demás panelistas, se ha demostrado que, el acceso a los psicoactivos siempre va a estar, por lo que su prohibición sólo significa que se está restringiendo a las personas a un acceso seguro e informado a los mismos.

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