Exitosa presentación del tapatío Jairo López en la plaza Nuevo Progreso

MILENIO

El tapatío Jairo López, en su presentación en la plaza Nuevo Progreso, armó la escandalera con el primero de su lote, con el cual, se desbordó, igual que la lluvia que atrasó el paseíllo por más de una hora.

El festejó inició accidentado, con tres tumbos de picadores en los primeros dos novillos y con dos astados que presentaron serias complicaciones a José Miguel Arellano y a César Pacheco. Sin embargo, cuando el tercero de la ganadería de Raúl Cervantes, saltó a la arena, desde que lo recibió Jairo López, se advirtió la calidad de Don Alfredo marcado con el número 20 y de 395 kilos de peso, así como la del novillero jalisciense.

Un quite por saltilleras de Jairo, arrancó la segunda ovación de la tarde, la primera se la llevó el servicio de plaza, por su arduo trabajó componiendo el ruedo. Con la muleta López realizó una faena de trazos largos, templados y por ambos lados aprovechando la calidad y nobleza de las embestidas. Dos series lentas por naturales, con la mano baja, unificaron el criterio de los cerca de dos mil quinientos aficionados. Mal con la espada acertando hasta el tercer viaje dejando ir el triunfo grande, no así el reconocimiento de sus paisanos que insistieron hasta que el juez otorgó la oreja. El novillo fue homenajeado con arrastre lento.

Del complicado berrendo alunarado, que complementó su lote, recibió dos aparatosas volteretas que le hicieron perder chaquetilla y chaleco. En valiente se levantó para continuar la faena que no pudo redondear con el acero.

La segunda oreja de la tarde, la cortó el zacatecano César Pacheco, al quinto de la tarde que brindó al ganadero Pablo Moreno. Fue una faena brava, en la cual no escatimó esfuerzo.

César, en su primero escuchó un aviso.

El lote de mayor complicación le correspondió a José Miguel Arellano quien estuvo fatal con la toledana, escuchando dos avisos en su primero y uno en el cuarto.

El Subalterno Marco Antonio Dones fue llevado a la enfermería tras recibir una voltereta y sufrir con una contusión severa en la cervical y un golpe en la rodilla.

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