Desde el trasmisor Harris robado con Beatriz, siendo Héctor Parker titular en Coracyt, no se veía semejante latrocinio

Arturo Tecuatl

Qué curioso, un día Beatriz Paredes Rangel, se dijo a sí misma: ¿y por qué no soy presidenta de la República, o por lo menos candidata del PRIANRD-MC?

Y seguramente se respondió: ¡pues claro que sí!, tengo 68 años, ya fui todo lo que en el PRI puede uno ser? desde diputada local hasta presidenta del partido, sin dejar de recordar que fue gobernadora de Tlaxcala del 15 de enero de 1987 al 13 de abril de 1992. Además tiene que dejar esa depresiva silla de ruedas.

Lo planteó a varias de sus amigas, como Martha Anaya, de El Heraldo de México, y como Elia Sánchez González, actual directora de la Coordinación de Radio, Cine y Televisión (Coracyt), entre otras.

La primera lo vio tan positivo que escribió un artículo en dicho diario de circulación nacional. ‘la senadora por el tricolor luce sus prendas para aspirar a la Presidencia de la República: —Mi perfil —refiere en primera instancia—, tiene algunas ventajas para ser competitivo (entre éstas, una vinculación popular “fuerte y real”). Segundo: “He tenido experiencia en momentos delicados de la vida nacional”. Tres: “Hay que tener ganas, pasión…; y yo tengo emoción y pasión”. (is.gd/6CS3Je).

Elia le plantearía hacerse con Televisión de Tlaxcala, con su valiosa concesión de televisora con señal abierta, cultural, y con un valioso estudio de televisión al cual Carlos Villanueva, vocero del priísta Marco Mena Rodríguez, le invirtió una millonada, hasta dejarla competitiva, con 5 estaciones repetidoras, grúas, cámaras actuales y el software para operar una emisora completa.

De alguna forma Beatriz interesaría a El Heraldo Media, a adquirir 70 por ciento de los activos de Televisión de Tlaxcala, no dudó que a un costo irrisorio, y como a la administración de Lorena Cuéllar Cisneros nada le costó tener dIcha televisora, pues comenzó el injusto proceso de compra-venta de la empresa que opera bajo las siglas XHTLX-TXT, propiedad de Coracyt, creada en 1988 como patrimonio del gobierno para la difusión de noticias y una programación de cuño propio en temas educativos, de salud, espectáculos, retransmisión de programas de los canales culturales 11 y 22 y cobertura de eventos, como los informes de gobierno, la feria de Tlaxcalteca y otros.

1. Con la venta de Televisión de Tlaxcala el patrimonio del gobierno del estado es presa de una transacción arbitraria, que pasa por encima del Congreso local y deja sin empleo a decenas de técnicos, productores, conductores y artistas, y dispone de una concesión abierta-cultural
XHTLX-TXT.

2. El Heraldo Media recién adquirió de Grupo Radio Centro, la emisora conocida como La Octava, canal 8.1 de señal abierta con trasmisión nacional. Es probable que el equipo de Televisión de Tlaxcala se incorpore a los activos de El Heraldo, propiedad de Grupo Andrade y bajo la dirección de Franco Carreño Osorio.

3. Mientras el Gobierno de la República tiene que ser creativo con La Mañanera a falta de emisoras que le permitan llegar a más gente, Lorena Cuéllar ha decidido vender lo que no le costó, aunque anda muy preocupada con que se sepa pues, puede malinterpretarse y ocasionar un fuerte disgusto al presidente Andrés Manuel López Obrador.

4. Beatriz Paredes tiene puesta la mirada en El Heraldo de México, para tomarlo como diario ancla de su proyecto en busca de la candidatura a la Presidencia (PRIANRD-MC) y en la Octava Televisión (El Heraldo Media), fortalecido con el valioso equipo de Televisión de Tlaxcala, y seguramente dirigido por Elia Sánchez.

5. Dicen que este negocio le sirve a Lorena para deshacerse de Elia Sánchez, y con esa separación, terminar sus compromisos con Beatriz Paredes. Habrá que ver cómo le hace para botar al otro beatricista-exhibicionista dentro de su gobierno, Enrique Padilla Sánchez.

Qué lástima

El patrimonio de Tlaxcala no había sido robado de manera tan descarada como ocurrió con aquél trasmisor Harris desaparecido durante la administración de Héctor Parker Vázquez, entonces director de la Coracyt.

Pero desmantelar Televisión de Tlaxcala para ponerla a disposición de un proyecto político como lo es la precandidatura de Beatriz Paredes Rangél a la Presidencia es insólito, inenarrable, es un vulgar acto de latrocinio apoyado por la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros.

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