Crisis en Ucrania: Florence Gillette, jefa de la delegación de la Cruz Roja, advierte que el conflicto afecta grandes regiones pobladas de Kiev

PRNewswire 

“A medida que el conflicto evoluciona y se intensifica, la angustia y el miedo que la población ha sufrido los últimos tres días se profundizan.

Nos preocupa gravemente que el conflicto está afectando zonas con gran densidad de población, en particular, la capital, Kiev, y otras ciudades importantes. Como hemos visto una y otra vez en el trabajo que realizamos en todo el mundo, cuando los barrios se convierten en la línea del frente, las consecuencias para la población son devastadoras, especialmente para los niños, los enfermos y los ancianos.

Instamos a las partes en conflicto a que recuerden las obligaciones que tienen en virtud del derecho internacional humanitario. Deben garantizar la protección de la población civil y de quienes han dejado de participar en los enfrentamientos, como los detenidos o los heridos y los enfermos. El derecho internacional humanitario es claro: todas las partes en conflicto tienen la obligación jurídica de garantizar que las operaciones militares se planifiquen y conduzcan de un modo tal que las personas civiles y los bienes de carácter civil queden protegidos.

Deben tomar todas las precauciones posibles para evitar causar heridas o la muerte a las personas civiles. Los ataques indiscriminados están prohibidos y, por lo tanto, el CICR insta enfáticamente a las partes a que eviten el uso de armas explosivas con un área de impacto extensa en zonas pobladas, así como la ubicación de objetivos militares dentro de esas zonas o en sus cercanías.

Dado que la tensión está en aumento y hay más armas en las calles, también será vital seguir tomando medidas para garantizar el mantenimiento de la ley y el orden, a fin de que la población civil no quede expuesta a más riesgos.

La interrupción de los servicios básicos, como los de agua, electricidad y salud, puede tener efectos indirectos muy graves. Hemos visto muchas veces, en diferentes conflictos, que el uso de armas explosivas con un área de impacto extensa puede causar muertes, daños y destrucciones a una escala dramática.

Dejan huellas letales de su capacidad destructiva, dado que los artefactos explosivos que no estallan al impactar suelen quedar enterrados o entre los escombros, lo que representa graves peligros para la población, incluso mucho después de finalizados los enfrentamientos.

Tras ocho años extenuantes de conflicto, lo último que la población necesita es más violencia, muertes, destrucción y desesperación. Instamos a todos los Estados a que hagan todo lo que esté en su poder y esfera de influencia para evitar la escalada de un conflicto cuyos costos y consecuencias para las personas civiles superan la capacidad de prestarles protección y asistencia.”

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