Torito… perdón… ¡Marín es inocente!

Fauna Política

Rodolfo Herrera Charolet

Más de una década después que el morenogalismo sepultó el marinismo que duró un sexenio. El melquiadismo aliado al extinto Senador Moreno Valle Rosas, creo un morenogalismo fuerte y pragmático. Los partidos satélite o emergentes lograron candidaturas y permanecer más allá del sexenio que los cobijo.

En la fuga de melquiadistas, marinistas, morenogalistas hacia Morena, no dudaron en retomar colores distintos a los que durante décadas los mantuvieron en el escaparate político. Así que la detención del ex gobernador Mario Marín Torres para enfrentar la justicia salpica a todos y a muchos.

Uno de los personajes más importantes del momento y que actualmente ocupa las mañaneras y  está al frente del espacio informativo creado por el máximo mandatario de la nación. Es la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien con toda honestidad republicana y carácter firme, no olvida el sentido de su voto. El mismo que permitió exonerar en aquella ocasión al mandatario poblano.

En el año 2007 Sánchez Cordero emitió su voto que exoneró a Mario Marín Torres por el caso de Lydia Cacho. Así que tras la detención (3 de febrero de 2021) del ahora ex gobernador, pidió que se respete su presunción de inocencia.

En conferencia matutina en el Palacio Nacional, la funcionaria federal señaló que en este país “todos debemos tener un proceso justo”, al ser cuestionada nuevamente por el sentido de su voto. En este orden aseguró que las instituciones públicas como los tribunales y las fiscalías deben de realizar procesos que no den margen a la impunidad pero que también respeten los derechos de los presuntos detenidos.

Por lo que en el caso de la detención de Mario Marín, pidió que se respete su presunción de inocencia como lo marca la Constitución, hasta que no se lleve a cabo todo el proceso de juicio en su contra.

“Cualquiera que esté sujeto a un proceso penal lo menos que quiere y lo menos que la Constitución en estos principios le da, son un debido proceso, una garantía de audiencia y una presunción de inocencia”, dijo.

Marín Torres fue detenido este miércoles en un domicilio de Acapulco, Guerrero tras ser acusado de tortura a la periodista Lydia Cacho, presuntamente como consecuencia de haber publicado su libro “Los demonios del Edén” en el que exhibe, aún sin conocerse pruebas, que el entonces gobernador poblano protegía a una red de pornografía infantil en la entidad.

La magistrada de la Suprema Corte de la Nación, Sánchez Cordero votó a favor de exonerar a Mario Marín de las acusaciones hechas en su contra por parte de Cacho Ribeiro, en virtud de que a su juicio no hubo violaciones graves a sus derechos humanos. En esos momentos se discutía la “Masacre de Aguas Blancas” y que se refiere a un crimen de Estado ocurrido el 28 de junio de 1995 perpetrado por la policía del estado de Guerrero en el vado de Aguas Blancas, en la que fueron brutalmente asesinadas 17 personas.

Lydia Cacho motivada y presuntamente patrocinada por adversarios de Marín Torres, lograron captar la atención mediática y desvirtuar la atención de Aguas Blancas hacia un nuevo rehén del escándalo, gracias a la conversación telefónica sostenida por el ahora detenido y el empresario Camel Nacif (aún prófugo).

Una conversación desafortunada que logró relevancia internacional, acuñándose desde ese momento el mote que se le endilga al ex gobernante, el famoso “gober precioso” y que es multicitado por sus más fervientes detractores, inclusive aliados que se sirvieron de su poder o al amparo de él.

Si bien el escándalo fue utilizado por los gobiernos federal y estatal en turno para ganar adeptos y sepultar al Partido Revolucionario Institucional, también lo es que no lo lograron, puesto que nuevamente el PRI en el 2012 gobernó este país.

Es hasta el fin de la primera mitad del sexenio AMLOísta que nuevamente el escándalo hace escarnio de Mario Marín Torres, olvidando que muchos de los protagonistas de aquella historia, son ahora servidores fervientes del nuevo régimen. Por ahora como los avestruces con la cabeza bajo tierra, esperando y rogando que no se mencionen sus nombres y seguir agazapados hasta que la guillotina política le corte la cabeza al chivo expiatorio de orden mediático.

El problema que tendrán esos avestruces y chapulines de la política, será si nuevamente los tribunales fallan a su favor y confirman que Torito… perdón ¡Marín es inocente!

¿O no lo cree usted?

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